La película en sí es inclasificable de lo mala que es. La historia más o menos trata de un cura cachondón que se enamora de una prostituta en un pueblo minero mejicano; pues bien, resulta que el reverendo estaba casado y un día se presenta la parienta y las putas enloquecen matando a todo quisqui.

A partir de ahí el cura se hace espíritu y se queda en el pueblito comenzando la película en ese momento. El resto es un tostón integral, el guión es infernal (lo único, la verdad), las actuaciones pésimas y la fotografía horrible.

Encima al final le dan las gracias a Francis Ford Coppola en los créditos, desde luego, si tiene algo que ver espero que tenga las narices de decir que está detrás de todo esto y no se escude en un alias.

Puse si señores, y miren que suena mal el título, pero peor es que "obras" como ésta vean la luz. Vamos a ver, qué tendrá que ver una señora jubilada que se queda viuda con que su nieto sea coreógrafo, volvemos otra vez al dale que te pego de la derecha rancia y autoritaria que trata a este tipo de oficios como si fuesen de apestados.... ffffffffff, que pereza, de verdad, digo yo que basta ya de politizarnos la vida por favor.

Como siempre hay gente para todo, si les gusta esta nueva reinvención del género drama-geriátrico-bailongo, allá ustedes, avisados quedan.

Desde aquellos tiempos de la Guerra Fría siempre ha existido la leyenda urbana de que había seres humanos programados para matar con la simple lectura de un texto o con unas palabritas mágicas. De ahí viene gente como John Hinckley Jr, que intentó asesinar a Ronald Reagan o Mark David Chapman con John Lennon, en este caso portaban el libro El Guardián entre el Centeno, cosa que ha dado lugar a miles de teorías (en EEUU existe la creencia de que en las librerías hay una línea directa con el FBI que les avisa que alguien lo está comprando).

Con la premisa de la hipnosis con drogas, Don Siegel se adentra en el mundo del sabotaje, la traición y los espías. Charles Bronson, comandante del ejercito ruso es encargado de buscar agentes rusos en los Estados Unidos con la ayuda de una agente infiltrada ya que parece que están siendo activados por un traidor al Kremlin.

La película no es que haya envejecido muy bien pero tiene su punto para pasar un rato entretenido.

Acabo de ver este bodrio y me he quedado con la boca abierta: Miguel Bosé en el papel de David Bowie.... y unas actuaciones que no se ven ni en los teatros de los colegios.

Es imposible sacar nada bueno de esta cinta, ni guión, ni fotografía, ni actuaciones ni nada de nada... absolutamente infame.

En manos de Uwe Boll seguro que sale una peli mucho más divertida, con eso lo digo todo.

Qué decir que no hayan dicho ya en las anteriores críticas, Antonio Ozores ha sido uno de los mejores directores que ha dado el panorama español. Este señor ha sabido dar lo que la gente quería, hacer sátira de la política de la transición sin caer en ser soez, enseñar pechugas sin que ese fuera el centro de la película, situaciones delirantes sacadas del vivir cotidiano de la gente. Vamos, que hasta el trabajar dando el premio del detergente tenía su chiste (además, bastante gracioso por cierto). El entrenamiento y el combate de lo mejor.