Una película que habría poder sido grande se queda en el camino. Demasiada información soltada en poco tiempo, sobre todo al final. El ambiente muy bien creado, pero los personajes transmiten un carácter negro pero como actuando sobre actuación.

Película plana, estilo documental pero sin la fuerza que normalmente tienen estos. Durante 85 minutos la película pasa por varios países y culturas mediterráneas, los árabes, los italianos, franceses, griegos, olvidándose por completo de los españoles y lo que en esa parte de la península ocurrió. De todas formas no me quejo, pues los españoles hemos dejado de lado en multitud de ocasiones a los portugueses, así que damos la vuelta a la tortilla y vemos que realmente no es plato del gusto de nadie.

Y sobre el final, mejor ni hablar. Sólo hay 5 minutos en los que la línea plana de la película se rompe, y no son precisamente de gran calidad. En definitiva, para ver algo de Oliveira mejor irse a otras películas suyas. Y por cierto, en la Sipnosis de la Película ya te la destripan casi entera: que si las visitas, que si la cena en el barco, que luego "ocurre algo" que perturba la tranquilidad... ¡vamos! Eso de que "ocurre algo" podría suceder en la primera media hora.. pues no, son los últimos cinco minutos...

Vamos, a ver, la película no es para tirar cohetes, eso está claro, pero como película de acción y pasar el rato, no está mal. Una historia curiosa, una pirámide bajo toneladas de hielo, y acción por los cuatro costados. Se salta alguno de los principios en los que se basó Alien, pero a mí por lo menos me entretuvo, y eso que no soy fan de las películas de acción.

Cuando estrenaron la película directamente pasé de verla, para mí intentar substituir a Blake Edwards es casi un delito. Una película así no tenía el menor interés para mí. Pero hace poco en un vuelo me la pusieron, y decidí verla, con Steve Martin y su inglés con acento francés, y sencillamente, me reí con ciertas escenas como hace tiempo que no me reía. Desde luego no será gran cosa, pero me dejó un buen sabor de boca.

Lo mejor de la película, para mí la fotografía, sin duda, con actuaciones por lo general bastante acertadas. El guión es el que había, por el libro, que no me entusiasmó mucho, pero creo que Banderas ha sabido de darlo más de sí con la estética.

Lo peor, el acento de los protagonistas. Llevo un año viviendo en Málaga, y fui con un malagueño de pura cepa y ambos pedíamos subtítulos a la película pues en determinados momentos no se entendía un carajo. Aunque lo mismo era por un mal sonido del cine, vaya.

Sensualidad a flor de piel en algunos momentos, captando la esencia de un momento, la vida de unos muchachos que persiguen sueños rotos.