Le tengo mucho cariño a esta película, en mi adolescencia me alucinó y cada tanto la revisiono.

A pesar de su mala fama hay que reconocer que es mucho mas rítmica que su tediosa antecesora. Algunas escenas están estiradas sin sentido ( toda la secuencia del guardia del hospital por ejemplo).

En esta segunda parte Laurie Strode mantiene la misma esencia de la primera y los últimos 25 minutos salvan todo el resto del film.

Las escenas con Myers de fondo (muy características de la primera) están muy bien logradas y mantienen la esencia de la idea original, pero hay ciertos absurdos que desvían de la trama sin pasar desapercibidos: por ejemplo; ¿un hospital sin mas movimiento mas que un par de enfermeras y una sola internada? ¿tan desapercibida pasa la muerte de un inocente por una confusión del dr Loomis? y sigo..

Por demás es una película entretenida, con momentos bien logrados que llegan a tensionar y - por supuesto - una banda sonora indiscutible.

Camila es una película lenta. Muy aburrida por momentos, sus pausados y previsibles diálogos son una siesta y la técnica de iluminación tampoco ayuda.

Con esto no expongo criterio sobre si es buena o mala, esa subjetividad no me la puedo permitir con un producto donde en plena apertura democrática argentina se empezaban a producir buenos y nuevos materiales fílmicos. Por ende no se hubiera podido estrenar años atrás.

Creo que es el único logro de esta aburridisma película.

Michael Myers no va a morir jamás, simplemente porque el mal no lo hace y la única forma de extinguirlo es hacer que desaparezca de escena, y así que renazca un nuevo Michael Myers. La idea no es mala, pero acá los subtramas saturan y son realmente aburridos, además del nulo protagonismo del personaje principal.

Toda la película es un gran despropósito. Es el supuesto cierre de la saga y ni la gráfica de los títulos en los créditos respetaron.

Absolutamente innecesaria e irrespetuosa hacia la saga.

Melanie Daniels es el anticristo; si señores. El anticristo con un excesivo tiempo libre y sin verdaderas preocupaciones. Desde su llegada al pueblo sureño y conservador de Bodega Bay todo será caos.

Melanie Daniels es una mujer invasiva y caprichosa. A tal punto que invade domicilio ajeno y nadie percata el grado mental de alguien que procede de esta forma.

Es maravilloso como A.H. logre que nos compenetremos en escenas sin mucho sentido, como subirse a un auto, sacar el freno de mano y toda una secuencia sin relevancia. Y abundan en el film, pero impactan igual y son hipnóticas.

No cuaja que la madre del protagonista también lo sea de una niña de 11 años, el resto es adictivo.

Comprendo y repudio el gran contexto de discriminación contra la diversidad morena en aquellos tiempos. Pero esto no va a anular mi percepción sobre Annie; la mano derecha de la protagonista: una actriz de barrios bajos que gracias a sus encantos físicos sube varios escalones hacia su anhelada fama.

Muchas veces el exceso de amabilidad huele a manipulación. Y Annie es manipuladora. Utiliza su estanco en la vida para subir peldaños, y bien que hace.

Paralelamente, la hija de Annie la rechaza por su color de piel. Siendo ella mestiza y fruto de una relación carnal con un señor caucásico. Menudo trauma le acecha.

Annie hostiga a su hija demandándole cariño y reconocimiento. No le brinda espacio a la reflexión ni a la pausa. Solo la hostiga emocionalmente. Tanto que es capaz de dejarle una culpa infinita en el ultimo tramo del film.

Lo siento, mi visión sobre Annie es otra.