El título de mi crítica debe de asustarles, y es que este corto a mi gusto es de lo mejor que alguna vez nos hayan regalado los "dibujitos animados". En la historia argentina de la animación este corto es el más ganador y es que sin lugar a dudas se los merece.

Una metáfora sobre el trabajo, la vida cotidiana (y rutinaria) de las personas como pocas veces se ha plasmado.

Cuando uno habla de una obra maestra debe decir las cosas justas y necesarias. Si dice mucho: aburre; si dice poco: se queda corto.

Reitero: Obra maestra.

El escenario educacional es el alma en estado crudo. Por eso las aulas, por eso Barthes Henry consume, aspira el humo y estalla. Y frente al caos, un espejo que retrata a Allan Poe. Todas las miradas puestas en las cosas que se han perdido, en el cuerpo vacío que se sueña invisible. La realidad, tan intacta y tan perfecta, que hace temblar hasta los extremos del cabello. El futuro que es auto-excedente; el pasado (donde se esconde tímido el niño de nuestras terapias cotidianas), nunca resulta ameno.

Poder narrativo, y actuaciones magníficas.
Tony Kaye es brillante.

Mary and Max es, por lejos, de las mejores películas del 2009.
Sorprende lo desgarradora que resulta y la belleza inmensa de cada escena. Realizada por medio de una animación original, graciosa y muy cuidada (cada detalle es espectacular), la cinta contiene gran cantidad de diálogos profundos y un ritmo llevadero que nos hará mantener la vista pura y únicamente en la pantalla.

Lo mejor, claro, es la profundidad sentimental. Una de las películas más hermosas de los últimos tiempos.

¡Gracias Adam Elliot!

"Hangul" es un drama difícil. Cuando digo esto me refiero a la complejidad que presenta hasta la misma idea de realizar una cinta con este guión y con las una y mil virtudes productivas que exige. Si se lo preguntan: sí, cumple con su objetivo y con todas las expectativas, está tan bien hecha que merece su buena fama, y mucho más.

Hago un salto para mencionar a Moon So-ri, que de manera soberbia y admirable, logra retratar a la perfección el papel de una muchacha con parálisis cerebral y Sol Kyung-gu está muy bien en su tarea, concentrado y completo.

Por si fuera poco, esta comprometida obra de Lee es un conjunto de sentimientos y estados de ánimos. A ratos nos da rabia, también alegría o tristeza, melancolía, impotencia, desesperación... en cualquier momento, seguro que conmueve (el final es una ironía del comienzo, gran detalle).

Ante semejante desafío, este director coreano ha compuesto una melodía maravillosamente cruel.

Seguro que no es una grandiosa película, ni que puede calar tan hondo como su anterior (la Lolita del gran Stanley Kubrick). Pero a mí hay algo que me conmueve desde que la ví, un efecto del que jamás pude desprenderme. Supongo que aquí es donde la gran música de Ennio suma varios puntos, y es que las melodías suenan a imágenes.

Claro que Dominique Swain se muestra adorable y provocativa, pero ni ese condimento sirve a este encanto mío por esta cinta. Es raro, pero así lo siento. Y a la hora de puntuar, tengo que dejarme llevar poco por él.

Suena "Togetherness", la 15ta canción de la banda sonora, y otra vez igual...