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Críticas ordenadas por utilidad
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5.7
20,727
3
3 de diciembre de 2023
3 de diciembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace unos días me recomendaron esta película, eso sí, con la advertencia de que se trataba de cine comercial sin grandes pretensiones, y no puedo estar más de acuerdo. Aunque se trata de una producción de hace más de una década, no es nada actual la gran incapacidad de guionistas y directores para sacar provecho de ciertas temáticas, y sin ese talento, por otro lado, la temeridad de mezclar en la misma cinta una realidad como la que sirve de base a esta película (véase la "zona spoiler") con la envoltura de una comedia romántica no puede acabar bien. Si seguimos el paradigma narrativo clásico, tanto el planteamiento como el desenlace son totalmente previsibles, y la pena fue no echar el resto en el nudo para que el producto rascara algún punto hasta alcanzar siquiera el aprobado. Para no sustraer material a la zona spoiler -donde me explayaré algo más-, me limitaré a dar unas breves pinceladas sobre los aspectos que podrían haberse trabajado más porque nos hallamos ante temas recurrentes en la existencia de la especie en el modelo social actual: el recurso fácil (¿?) al sexo para, entre otros objetivos, lograr el contacto con un semejante; el incumplimiento de las expectativas parentales; el planteamiento ético sobre realizar o no ciertos sacrificios personales; la atracción por alguien por el mero hecho de que te rechaza (lo que siempre me ha parecido un rasgo de inmadurez); y la incapacidad creciente, endémica -y diría que estructural- del ser humano para decir "Te quiero". Por lo dicho -aunque la cosa se ponga interesante en la "zona spoiler"-, no puedo pasar de la nota otorgada. Tampoco se caracteriza por un sentido del humor que le haga merecer el sustantivo de "comedia". Capítulo aparte merecen el mundo de los visitadores médicos y la incalculable publicidad que se da a cierto fármaco en esta creación (y no es el "Prozac" precisamente).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Aunque de belleza subjetiva/discutible, ver a una Anne Hathaway mostrando senos y otras partes de su anatomía hizo que me viniera arriba (hacía años que no escribía una crítica en esta página, pero de las anteriores se deduce sin tener que ser un digno sucesor de Poirot o Holmes que me gusta bastante un desnudo femenino). Otros fetichismos (ropa, por ejemplo); los numeritos o puestas en escena con roles por parte de la pareja (que recomiendo); la grabación de vídeos íntimos caseros (que recomiendo también); hasta el trío del protagonista principal (hete aquí un buen ejemplo de cómo es posible que un chico muy normalito de cara se valga de su labia para ser el nuevo Tenorio -barramos hacia casa, G. Casanova tendrá que esperar a otra crítica) con dos chicas que llegan a besarse en una fiesta de pijamas (sigo esperando que alguien me invite a alguna, incluso aceptaría que no fuese norteamericana) provocaron que de la nota del 1 con que empecé mi valoración mental fuese subiendo, y que subiera aún más cuando comenzó a tratarse el tema de base: la penosidad de la enfermedad de Parkinson, y cómo alguien es capaz, tras lógicas dudas, de sacrificar una vida con una reseñable zona de confort para cuidar a un enfermo crónico al que se augura con toda certeza médica una nefasta calidad de vida...Pero la cosa no repuntó tanto como para llegar al digno cinco. Tampoco es verosímil que el hermano de él parezca renunciar a su obsesión (el sexo) tras disfrutar de un agradable rato con una desconocida que, incomprensiblemente (eso sólo pasa en las películas y series, especialmente norteamericanas), le deja acostarse con ella (siempre eligen y deciden ellas, nunca lo olvidemos), ya que en frío muchos de nosotros hemos pensado, pensamos y seguiremos pensando que una cópula no merece tamaña inversión de pensamiento y tiempo, pero ello se torna harto difícil cuando ni siquiera has consumado...

6.8
11,415
5
14 de febrero de 2024
14 de febrero de 2024
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras las decepciones que me he llevado de modo reciente con “La mesías” y “Te estoy amando locamente”, por citar recientes creaciones hispánicas, me senté ante la caja tonta con bastantes reticencias, pero quise dar una nueva oportunidad a la amiga que nos recomendó “Carmen y Lola”, en parte por los pinitos que ha hecho en el mundo audiovisual. La cultura calé tampoco me seduce especialmente, pero, a pesar de ello, y dado que hablamos de un tema muy atractivo para este humilde servidor (el amor entre dos mujeres, el favorito de Boris Grushenko, no lo olvidemos, y el mío), y que cuenta con Carolina Yuste como uno de los personajes secundarios más interesantes de esta película, me dispuse a verla con mi mujer, lo que en sí ya es un placer porque ya me dirán qué hombre heterosexual no estaría encantado de compartir velada con una mujer a la que Julio Romero de Torres habría convertido en musa.
Por fortuna, los momentos folklóricos en la película no son demasiados; existe conexión entre Lola [que rezuma erotismo de arrabal (oiga, erotismo al fin y al cabo, no lo va a acaparar todo el francés...El erotismo francés, aclaro, no se me vengan arriba tan pronto)] y Carmen (veleidosa, imprevisible, me recuerda a una tocaya suya que conozco); se nota que detrás hay una directora, ya que el tratamiento de lo sexual es elegante (considerando los ambientes que se describen en la cinta), tierno incluso, sólo se insinúa, al contrario de lo que haría cualquier director (sobre todo si es patrio), que habría vulgarizado la relación mediante explícitas escenas sexuales (y probablemente supérfluas, y, ojo, lo dice un libertino confeso). Para ver pornografía o erotismo lindante con la pornografía tenemos otros trabajos (“La vida de Adèle” -divina la Adèle real; “La doncella”; o “Retrato de una mujer en llamas”, por citar algunas cintas de elevada temperatura sáfica), o, directamente y si se ha tenido un mal día y/o no se quiere pensar mucho, el socorrido recurso a Internet.
Como logro a reseñar, se ha tratado un tema tan delicado como el que nos ocupa con respeto, empatía y tacto. Es muy probable que quien haya experimentado la misma situación se sienta muy o totalmente identificado.
Siempre aplaudiré el mensaje de la escolarización de todos los niños hasta la edad legal mínima (et ultra), y, especialmente, en ambientes desfavorecidos o, directamente, marginales. Por tanto, alzo mi copa de Malibú con piña por el afán de algunos personajes y sus familiares por evitar el absentismo escolar con el fin de aprender y poder escapar así de caer en las profesiones estereotipadas de dicho pueblo (además de la adquisición de una cultura y unos valores, sean estos más o menos discutibles por tenerlos por perfectos o, como mínimo, supremos, recuerden ese diálogo entre un hermoso R. Redford y una atractiva M. Streep en el baile de fin de año, cuando él rechaza la imposición cultural europea en aquellos lares).
Me han sorprendido gratamente algunas actuaciones -con independencia de la tendencia de los actores españoles a no vocalizar y susurrar-, sobre todo la de Lola, ya que no son muy conocidos o se nota que no son profesionales.
De nuevo, se pone de manifiesto cómo la religión (judeocristiana, en este caso, pero no es algo exclusivo de esta) actúa como lastre para la especie…Su llegada al panorama hace algo más de dos mil años supuso una involución con relación a la deseable y necesaria variedad de tendencias sexuales (entre otras muchas libertades), que habían sido toleradas desde hacía siglos en muchas culturas del planeta, estigmatizando aquellas opciones o instintos considerados, por obra y gracia de su doctrina, en anómalos y enfermizos. Y el pueblo gitano no ha sido la excepción.
Por todo ello, no puedo pasar del 5 en mi valoración (el "Me ha gustado" que verbalicé tras el visionado a mi esposa tuvo carácter vinculante, y si algo hemos aprendido de Homero y compañía es que no debe contrariarse a una diosa, así que he tenido que aprobarla), lo que no es mala nota considerando lo exigente que soy con el séptimo arte. Digna de un -único, eso sí- visionado. No creo que pase a formar parte de futuras reediciones de "La guía FilmAffinity" (muy buena, por cierto).
“…Parece ser que, de generación en generación, las tendencias y los actos varían poco;…lo que sí cambia, a su alrededor, es la extensión de la zona de silencio o el espesor de las capas de mentira”; “Una vida que sólo a nosotros pertenece, que no viviremos más que una vez…”; “…No…[deseo] que me apruebes, ni siquiera que me admitas:…Sólo deseo ser comprendido”; “No saben que la naturaleza es más diversa de lo que suponemos: no quieren saberlo porque les es más fácil indignarse que pensar”; “…todos nos transformaríamos si nos atreviéramos a ser lo que somos”; “No tenía a nadie a quién pedir un consejo. La primera consecuencia de las inclinaciones prohibidas es la de encerrarnos dentro de nosotros mismos: hay que callar o bien no hablar más que con nuestros cómplices. He sufrido mucho…Si me hubiera atrevido a confesarme a los míos, lo que menos me hubieran perdonado hubiera sido precisamente esa confesión. Hubiera puesto a aquella gente en una situación difícil que la ignorancia les evitaba; me hubieran vigilado, pero no me hubieran ayudado. Nuestro papel, dentro de la vida familiar, está ya fijado con relación al resto de la familia.”
No, no son diálogos de esta película, sino perlas de la primera novela de M. Yourcenar (“Alexis o el tratado del inútil combate”), en la que el protagonista, un homosexual casado con una mujer, se sincera con su esposa en una larga carta en la que describe los motivos de su ruptura…Publicada en 1.927, y revisada en 1.963. Estamos en 2.018/ 2.024, ¿les suena a algo todo esto?
Por fortuna, los momentos folklóricos en la película no son demasiados; existe conexión entre Lola [que rezuma erotismo de arrabal (oiga, erotismo al fin y al cabo, no lo va a acaparar todo el francés...El erotismo francés, aclaro, no se me vengan arriba tan pronto)] y Carmen (veleidosa, imprevisible, me recuerda a una tocaya suya que conozco); se nota que detrás hay una directora, ya que el tratamiento de lo sexual es elegante (considerando los ambientes que se describen en la cinta), tierno incluso, sólo se insinúa, al contrario de lo que haría cualquier director (sobre todo si es patrio), que habría vulgarizado la relación mediante explícitas escenas sexuales (y probablemente supérfluas, y, ojo, lo dice un libertino confeso). Para ver pornografía o erotismo lindante con la pornografía tenemos otros trabajos (“La vida de Adèle” -divina la Adèle real; “La doncella”; o “Retrato de una mujer en llamas”, por citar algunas cintas de elevada temperatura sáfica), o, directamente y si se ha tenido un mal día y/o no se quiere pensar mucho, el socorrido recurso a Internet.
Como logro a reseñar, se ha tratado un tema tan delicado como el que nos ocupa con respeto, empatía y tacto. Es muy probable que quien haya experimentado la misma situación se sienta muy o totalmente identificado.
Siempre aplaudiré el mensaje de la escolarización de todos los niños hasta la edad legal mínima (et ultra), y, especialmente, en ambientes desfavorecidos o, directamente, marginales. Por tanto, alzo mi copa de Malibú con piña por el afán de algunos personajes y sus familiares por evitar el absentismo escolar con el fin de aprender y poder escapar así de caer en las profesiones estereotipadas de dicho pueblo (además de la adquisición de una cultura y unos valores, sean estos más o menos discutibles por tenerlos por perfectos o, como mínimo, supremos, recuerden ese diálogo entre un hermoso R. Redford y una atractiva M. Streep en el baile de fin de año, cuando él rechaza la imposición cultural europea en aquellos lares).
Me han sorprendido gratamente algunas actuaciones -con independencia de la tendencia de los actores españoles a no vocalizar y susurrar-, sobre todo la de Lola, ya que no son muy conocidos o se nota que no son profesionales.
De nuevo, se pone de manifiesto cómo la religión (judeocristiana, en este caso, pero no es algo exclusivo de esta) actúa como lastre para la especie…Su llegada al panorama hace algo más de dos mil años supuso una involución con relación a la deseable y necesaria variedad de tendencias sexuales (entre otras muchas libertades), que habían sido toleradas desde hacía siglos en muchas culturas del planeta, estigmatizando aquellas opciones o instintos considerados, por obra y gracia de su doctrina, en anómalos y enfermizos. Y el pueblo gitano no ha sido la excepción.
Por todo ello, no puedo pasar del 5 en mi valoración (el "Me ha gustado" que verbalicé tras el visionado a mi esposa tuvo carácter vinculante, y si algo hemos aprendido de Homero y compañía es que no debe contrariarse a una diosa, así que he tenido que aprobarla), lo que no es mala nota considerando lo exigente que soy con el séptimo arte. Digna de un -único, eso sí- visionado. No creo que pase a formar parte de futuras reediciones de "La guía FilmAffinity" (muy buena, por cierto).
“…Parece ser que, de generación en generación, las tendencias y los actos varían poco;…lo que sí cambia, a su alrededor, es la extensión de la zona de silencio o el espesor de las capas de mentira”; “Una vida que sólo a nosotros pertenece, que no viviremos más que una vez…”; “…No…[deseo] que me apruebes, ni siquiera que me admitas:…Sólo deseo ser comprendido”; “No saben que la naturaleza es más diversa de lo que suponemos: no quieren saberlo porque les es más fácil indignarse que pensar”; “…todos nos transformaríamos si nos atreviéramos a ser lo que somos”; “No tenía a nadie a quién pedir un consejo. La primera consecuencia de las inclinaciones prohibidas es la de encerrarnos dentro de nosotros mismos: hay que callar o bien no hablar más que con nuestros cómplices. He sufrido mucho…Si me hubiera atrevido a confesarme a los míos, lo que menos me hubieran perdonado hubiera sido precisamente esa confesión. Hubiera puesto a aquella gente en una situación difícil que la ignorancia les evitaba; me hubieran vigilado, pero no me hubieran ayudado. Nuestro papel, dentro de la vida familiar, está ya fijado con relación al resto de la familia.”
No, no son diálogos de esta película, sino perlas de la primera novela de M. Yourcenar (“Alexis o el tratado del inútil combate”), en la que el protagonista, un homosexual casado con una mujer, se sincera con su esposa en una larga carta en la que describe los motivos de su ruptura…Publicada en 1.927, y revisada en 1.963. Estamos en 2.018/ 2.024, ¿les suena a algo todo esto?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
A medida que la trama de cualquier película actual se va desarrollando, voy temiendo la llegada del final, ya que sigo sin encontrar un director que sepa acabar una película de forma digna. Los finales abiertos o dejados a medias suelen deberse a una carencia del suficiente talento. No se pide al director que nos regale un final memorable (juro por la piedra de Júpiter -tengo hasta la palma de mi mano derecha en paralelo con mi tronco mientras esto escribo con la izquierda- que no es mi intención), sólo aceptable. Y no me creeré nunca un imbécil por el simple hecho de que me ofrezcan un final cerrado, pulido y hasta con lacito, de veras, especialmente si el resto de la obra me ha permitido reflexionar (el entretenimiento es una función plausible en cualquier obra artística, pero insuficiente para este payo). Final demasiado fácil en este caso.
Me resultó poco verosímil, incluso innecesariamente forzada, la brusca transición entre el rechazo de Carmen y su voluntad reconciliadora con Lola.
Debo reconocer que se me empañaron los ojos de modo leve con la escena en que se descubre el romance, a pesar de la excesiva duración de la escenita que monta la madre de Lola a su hija en su cuarto, y es que la señora como plañidera habría podido cobrar lo que quisiera en otros tiempos...
Me hizo gracia ese hermano (¿gitano o indio?) de Lola, el único que se estaba oliendo el tema (además de babear con Carmen en la mesa, comprensible a esas edades), algo curioso porque la estética, la carencia de vida sentimental hetero conocida en Lola, y la forma de conducirse tampoco requerían tener a S. Holmes, H. Poirot o G. Grissom por padres, demás parientes y amigos para percatarse de que la niña iba por "mal" camino...
De no saber que la creencia en posesiones diabólicas como la de Lola (el momento más angustioso del filme) existe en la realidad, hasta habría tenido su gracia.
Por fortuna, cuando la Lola se iba a los puentes, y a pesar de las tentaciones, todo se quedaba en ver el concurrido tráfico de la capital del reino entre lacerantes pensamientos...
Me resultó poco verosímil, incluso innecesariamente forzada, la brusca transición entre el rechazo de Carmen y su voluntad reconciliadora con Lola.
Debo reconocer que se me empañaron los ojos de modo leve con la escena en que se descubre el romance, a pesar de la excesiva duración de la escenita que monta la madre de Lola a su hija en su cuarto, y es que la señora como plañidera habría podido cobrar lo que quisiera en otros tiempos...
Me hizo gracia ese hermano (¿gitano o indio?) de Lola, el único que se estaba oliendo el tema (además de babear con Carmen en la mesa, comprensible a esas edades), algo curioso porque la estética, la carencia de vida sentimental hetero conocida en Lola, y la forma de conducirse tampoco requerían tener a S. Holmes, H. Poirot o G. Grissom por padres, demás parientes y amigos para percatarse de que la niña iba por "mal" camino...
De no saber que la creencia en posesiones diabólicas como la de Lola (el momento más angustioso del filme) existe en la realidad, hasta habría tenido su gracia.
Por fortuna, cuando la Lola se iba a los puentes, y a pesar de las tentaciones, todo se quedaba en ver el concurrido tráfico de la capital del reino entre lacerantes pensamientos...
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