Telefilme alemán para un momento tonto en el que, literalmente, no tengas nada mejor que hacer. La historia trata de un jovencito rebelde hijo de millonario que al irse a la uni se liga a la mujer de un colega, también forrado, de su padre. El despropósito tiene de todo: una casi cuarentona de buen ver que se pone toda burra al conocer al rubiales y decide arriesgar su vida acomodada al lado de su marido celoso compulsivo enamorándose del proyecto de Bon Jovi, mientras este parafrasea a Karl Marx y se zumba a su compi de clase (morenaza despechada, no literalmente). Vamos, que el tipo es un fuera de serie. La ¿peli? está llena de clichés tales como marido con complejo de estar ya viejo, joven burgués con conciencia de masas, compañero de facul descendiente de Maquiavelo y con obsesivo voyerismo… Todo el guión rezuma un romanticismo tan dramático y profundo que las interpretaciones son de un esperpéntico que poco le falta para ser comedia negra, y más con semejantes frases para la posteridad. Por cierto, completamente de acuerdo con lo que pone la crítica del otro valiente que se la tragó: la música y la voz doblada del Casanova teutón para hacer una tesis.