Poco que decir que no se haya dicho ya. Ya conocen el argumento, pareja de vejetes en la que él le lee a ella, demente senil, una historia de amor extraída de un diario. Por supuesto el diario no contiene otra cosa que la historia de los dos abuelos.

La película va alternando momentos actuales, con los vejetes, y pasados, contenidos en el diario y que narran su juventud. Todo ello con unas dosis de almíbar y ñoñería que matarían a un Oso Amoroso.

En un momento determinado, ella, de joven, exclama admirada "¡No puedo creerme esto!". Claro que no, ni ella ni nadie. Supongo que en ese momento toma conciencia de la insoportable historia que está viviendo y que, para superarla, su organismo se sumerge en una enfermedad degenerativa que le hace perder la memoria. Sin embargo él, sádicamente, le lee la historia una y otra vez para hacérsela recordar y perpetuar su sufrimiento.


En otro ejercicio de sadismo el director prolonga la historia por dos largas y soporíferas horas.

Me confieso gratamente sorprendido por esta serie. El complejo tema de los viajes por el tiempo es tratado de forma convincente, por momentos la serie parece una ilustración de esos clásicos de la ciencia ficción que tanto han abundado en esta temática.

Muy bien los actores, especialmente el trio protagonista.

Se nota lo corto del presupuesto en lo pobre de las infografías o en el reciclaje de ambientes y ropajes de otras series. Pero la verdad es que estamos ante un producto muy digno, en mi opinión, de lo mejor que ha hecho RTVE en mucho tiempo.

La peli es muy, muy mala. Y me da igual que esté hecha así aposta, el resultado es el que es y no hay por dónde cogerlo.

Y es una pena, porque la idea original es divertida. Pero merecía mejor suerte y haber sido tratada con un mínimo de inteligencia y, sobre todo, saber hacer. La película es un desperdicio, en todos los sentidos.

La falta de medios no es excusa. Malviviendo, por ejemplo, está hecha sin un duro. Y no da vergüenza ajena verla, todo lo contrario.

Saludos.

Poco se puede decir de esta película que no esté ya dicho.

Por eso me remito a mi experiencia personal. Para describirla baste decir que me ha hecho congraciarme con el cine español. Incluso sentir algo de respeto hacia los Goya.

Y es así que, después de ver La Isla Mínima, he vuelto a ver pelis nacionales; con la esperanza de encontrar más joyas como esta entre tanto pestiño. En definitiva, abandonar mis prejuicios para con las producciones nacionales a las que, ahora, concedo al menos el beneficio de la duda.

No podía ser de otra manera. Como consecuencia del éxito cosechado por "El microondas" (película que narra, en toda su crudeza y durante 120 minutos, la epopeya vital de una taza de té dando vueltas en el interior de un microoondas) se ha creado una escuela de cine introspectivo, reflexivo e intimista.

A este género, aunque con un guión menos afortunado, pertenece esta "El porvenir". Lo único que realmente ocurre en la película es que el marido de la protagonista decide dejarla. Y, realmente ese fue giro inesperado de los acontecimientos fruto de la casualidad: el tío dijo que se iba y abandonaba el rodaje porque se aburría, no porque lo dijera el guión que, de hecho, no decía nada.

Sorprende ver que los actores actuan a cara descubierta, sin los pasamontañas o máscaras habituales en este tipo de producciones.