Sinceramente, no entiendo por qué en todas las comedias contemporáneas españolas se tiene que insultar de una u otra forma a los votantes del PP. Me niego a creer que eso dé puntos para conseguir más subvención, pero visto lo visto, te obligan a pensar mal.

Estoy de acuerdo con otras críticas que indican que lo único salvable es la interpretación de Terele Pávez. Lamentable (va siendo habitual) el serranito Sauras.

Me dispuse a ver esta película con muchos reparos. Ya se sabe: película española, sobre la guerra civil, sinónimo de aburrimiento y sectarismo. Pues no. Me divertí. Es una buena película, muy bien interpretada y dirigida. Lo único malo es la historia de los jóvenes, que no viene a cuento. Pero la interpretación de Cámara, y sobre todo, Verdú, impresionantes. Esa mujer atrapada en un destino que no ha buscado y que no desea, dentro de una historia muy creíble y muy bien contada.
El saber que los rojos son muy buenos y muy cultos, y los fachas muy malos y muy zotes, entra dentro de lo esperado. Espero que la transición llegue algún día al cine español. O quizás llegó ya (recuerdo "Soldados de Salamina").

Película sorprendente por el año de su realización. Desconozco el dato de si estuvo prohibida su exhibición en su momento, pues la historia que cuenta, la forma de vida de ciertos personajes, no tiene nada que ver con una sociedad oprimida como la que se desarrolló en el franquismo (o eso es lo que he leído y me han contado).

Después de repasar las críticas a esta película, más del 90% son desfavorables. En cambio, la valoración que tiene es de un 7'1. Si el problema no es de la película, ¿será de los que la ven? ¿o será de los que escribimos críticas?

Sinceramente, creo que es una buena película, con un excelente guión, una muy buena interpretación y una más que decente dirección. ¿Tiene mensaje? Todas las películas lo tienen (o intentan tenerlo). Pero el hecho de que el mensaje no te guste, no es suficiente para descalificarla.

Una película claramente en la línea del Crimen perfecto de Hitchcock. Sólo a la mitad parece perder fuerza, para recuperarla inmediatamente y dirigirse hacia un buen final.