"Cocodrilo" puede no tener nada de original, pero la trama está bien construida y las interpretaciones son elogiables, así que el resultado final es un thriller muy serio que te mantiene en vilo hasta el último momento. El capítulo cuenta con alguna escena notable, y el final del episodio quita el aliento. La fotografía me ha parecido excelente también. Sobre la historia poco que contar que no se haya escrito en la sinopsis de FilmAffinity: hay gente que está dispuesta a todo por tal de no revelar sus secretos más oscuros. A todo.

Tras la cuarta temporada de Black Mirror, la verdad es que no tenía grandes expectativas sobre esta nueva temporada. Y menos mal, porque la decepción habría sido mucho mayor. Este capítulo relata la historia de una adolescente que compra una muñeca robot (Ashley Too) basada en su estrella de pop favorita. Aunque el tema sobre las interacciones entre humanos y robots está architratado en el cine, la verdad es que la idea de Ashley Too parecía innovadora e interesante, pero la historia acaba siendo decepcionante. La trama está llena de escenas poco creíbles, poco originales, carentes de imaginación. Por momentos parece una película infantil, cuando a esta serie se la presupone una cierta seriedad y rigor.

Por otra parte, el futuro que describe este capítulo parece poco coherente: mientras una muñeca robot tiene una inteligencia artificial pasmosa, en otros ámbitos de la sociedad -las ciudades, las casas, los medios de transporte, etc- no se percibe ninguna característica que nos haga pensar que nos encontramos en un futuro distópico. No parece que se hayan preocupado demasiado por cuidar los detalles. Al final, resulta siendo un capítulo plano, descuidado, aburrido y poco creíble. Me ha dejado indiferente. Y eso es precisamente lo que no queremos cuando vemos Black Mirror.