Me sorprendió muy gratamente tanto el guión como la interpretación de los actores. Es una película que no deja indiferente a nadie. De esas que no te importa volver a ver una y otra vez aunque te acuerdes de todo.

Vale, sí, la película da miedo, asusta y tiene momentos imprevisibles, aunque en su globalidad puedes ir previendo los acontecimientos. Pero por otro lado, no he podido evitar que me llame la atención la puntuación y las generosas críticas de los espectadores en general. A mí no me ha impresionado tanto, fui a verla ayer un poco desconfiada porque pensaba que después en casa me daría miedo a ir al baño sola durante la noche, y la verdad no fue así. Por muy tontería que esto parezca, es un buen baremo que utilizo para medir la mella que me ha dejado una película de terror, como es esta. Sin ir más lejos, y sin ánimo de comparar, la anterior película que había visto en el cine fue El Orfanato, y madre mía, no pude soltarme del brazo de al lado en casi toda la película. Sin embargo en esta no me moví ni dejé de comer las chucherías en ningún momento. Pegas unos cuantos botes, eso sí.

Está muy bien ambientada y los personajes resultan tan reales que en seguida los identificas como algo familiar. La actuación de Manuela Velasco sin embargo, no me gustó, sobre todo al principio de la película pero en general tampoco. No obstante debo admitir que no la conozco lo suficiente aún, y puede que bordase su papel. A mí personalmente no me convenció.

Por último decir que aunque la película esté bien hecha y sea en cierta forma innovadora, copia muchos aspectos de otras como The Blair Witch Proyect (no hay más que ver la carátula, por ejemplo), La Maldición, etc.
Merece la pena para todos aquellos que disfrutan de las películas de terror.