Una excelente Jennifer Hudson, voz prodigiosa, dan vida con dignidad a la inimitable Aretha Franklin. No busquen dobles, es imposible. Lo importante aquí es el mensaje de que la fe con música puede salvar una vida hundida. Merece la pena solo por sus canciones y lo que dicen. No hace falta pedir peras al olmo, no es una obra maestra pero si una gran película. Entretiene y conmueve.

A mi esta película siempre me ha parecido un modelo a imitar para muchos temas. Y en mi modesta opinión ha sido muy injustamente infravalorada.
Las interpretaciones son todas cuando menos aprobado alto, que parece poco pero si se piensa que esta película es de sentimientos, sobre la nobleza del ser humano, sobre el amor de los padres, sobre la integridad, nos hacen ver que lo que se pretendía no era ensalzar a ningún actor en particular sino dar un aire limpio a este guión limpio. Especialmente brillante y destacaría muchísimo, el papel secundario del Fisioterapeuta de Henry, Bill Nunn, un actor que borda su personaje, lleno de ternura, humanidad, simpatía, y un sentido del humor muy sano apto para todos los públicos. Es una de mis preferidas, lo diga o no lo diga la crítica, porque su historia es tremendamente humana y llena de buenas intenciones.

Nos encontramos con una obra cinematográfica interesante que toma dos referencias una historia corta y unos hechos reales relacionados con la monarquía austrohúngara.
En mi opinión no es conveniente comparar, las comparaciones no me gustan y aunque es del mismo año que El truco final (El prestigio), son películas que abordan el mundo de la magia de diferente manera. Aquí se sugiere más que se muestran los trucos, quizá se trata de mantener más el misterio.
Creo que las interpretaciones son todas excelentes, la dirección y el guión de Neil Burger bastante notables (este director dirigió también la película Divergente, que a mi entender ha sido muy criticada injustamente y no carece de puntos dignos de mención). Los vestuarios, fotografía y decorados son magníficos. La banda sonora, mención especial, Philip Glass hace todo un alarde, es muy lograda porque se adapta con maestría a los distintos momentos de las escenas.
Creo que está hecha con oficio, entretiene y divierte. La pongo un 7.

Una historia sobre el horror de la soledad y el egoísmo por no poder o saber compartir con otros...violencia extrema psicológica pero una gran reflexión....la paz y el amor son mejor camino...aparentemente muy tonto y aburrido pero más feliz...es sólo mi humilde opinión...puedo estar equivocado.

Estamos ante una pelicula bella. Llena de imágenes, momentos de puro romanticismo y una extraordinaria banda sonora de Stanley Mayers. Realmente la dirección me parece soberbia y el trabajo actoral (incluidos secundarios) me parece maravilloso. David Hemmings y Samantha Eggar hacen fabulosas recreaciones de sus personajes. Si quieres sentir amor, aunque a veces duela, recomiendo el visionado de esta para mí excelente película.