Voy a enfocar esta crítica de forma comparativa y aunque la película que sirve de baremo en cuestión no es comparable a COMANDO en ningún aspecto por diversos motivos, la voy a utilizar como instrumento para ver si puedo hacerme entender.

Hace poco ví "Mentiras y gordas" (sin argumento, sin guión, sin nada, sólo drogas y sexo) y le di la puntuación mas baja que se puede dar a una peli. Sin embargo me animo a escribir la crítica de comando al ver las malas valoraciones y no puedo ponerle menos de un 7. La reacción lógica es "joder, tiene un argumento y guión trazado por un niño de 5 años y fallos y carencias a tutiplén (que no voy a repetir porque están todas dichas) que no justifican la diferencia de nota entre ambas siguiendo la argumentación de lo pobre del guión y demás". Soy consciente de ello pero me toca los cojones que vengan la Ana de Armas y el Hugo Silva y esa peña enseñando tetas y culos y luego quieran darnos una moralina sobre que las drogas son muy malas y toda esa mierda y que encima quieran ir de comprometidos y concienciados. Para hacer esa puta peli haceis una porno y listo. Todos lo agradeceríamos más. Y como este ejemplo hay millones.

Sin embargo Comando (vuelvo a decir que no es comparable en términos estríctamente cinematográficos) lo que nos promete es cera hasta en el carné de identidad, tiros por castigo, frases lapidarias (las mejores ya están por ahí puestas) y todo ello servido de la mano de Tío Arnold, padre vengativo, excombatiente bastardo y actúalmente gobernador de California. Y todo eso lo cumple con creces. No va de gran obra del séptimo arte ni lo pretende, no engaña a nadie y hace su trabajo de sobra. (mas vale que sirvas unos huevos fritos con chorizo de puta madre que un caviar de mierda, como hay mucho por ahí.)

El caso es que después de ver comando me siento como después de comer unos estupendos huevos con chorizo.

Es alucinante ver como el Raimi éste se monta una peli con un presupuesto que hoy por hoy no daría ni para ir a comer a una cervecera y consigue generar tanto pavor y ansiedad en el espectador. Ésta es una de esas pelis que me vuelve a confirmar que para hacer un buen trabajo lo principal es tener talento y encontrarse en un momento de inspiración. Ni grandes actores, ni grandes presupuestos, ni grandes efectos especiales ni nada. Vista en su momento en VHS pasé uno rato de espanto (vaya finde de agroturismo que se pegaron los chavales), y revisada hoy en día he constatado que efectívamente como dice alguno por ahí el tiempo no pasa en balde, pero he disfrutado de un rato de miedo, de la atmósfera que crea la peli, además de la textura terrosa y de ese aroma inconfundible de la serie B ochentera. Ya les gustaría a muchos directores.