Obra de culto casi momentánea, clásico pleno a temprana edad. Blade Runner me ha supuesto una sorpresa ambigua, y gratísima. Sorpresa 1; debo aclarar que la he vuelto a visionar, y yo digo que volver a ver un film es como visitar una casa reformada tiempo después, y ver que la decoración y huéspedes han cambiado. Pues Blade Runner la ha convertido en casa lujosa. Sorpresa 2; Cité infinidad de veces en mis críticas, “ Alien es mi favorita”, y antes de volver a verla “Blade Runner” se encontraba en órbitas mucho más lejanas que “Alien”, reculo ,“Blade Runner” ya puede darle una palmada, está a menos de un kilómetro. Sublime.

Un noble casi rey de la ciencia ficción. Cambio en la sociedad. Trascendencia dogmática. Lirismo en un género que jamás presencio tal puesta en escena. Simbolismo. Metraje que marca una época, ayer, hoy y mañana. No sólo príncipe de la ciencia ficción, un grande del séptimo arte. Música que exalta la peripecia. Inmersión. Perfecta dirección. Actuaciones sugerentes. Ciencia ficción lúgubre. Film que se ha hecho intocable con menos de un siglo. Un logro sin igual. Y cada fotograma, escena y frase, consagrada icónica.

No recordaba esa sensación de sentirme atrapado en una historia de inexorable eludimiento. No me había sentido tan inmerso, y atrapado desde que por primera vez vi mi dicha película favorita. Es más que arduo conseguir atrapar plenamente al espectador, pero menos, no soltarlo. El apogeo de Blade Runner se condimenta con elementos fundamentales para esta inmersión. El ambiente y entorno es sórdido sucio, y por cualidad inherente resulta mórbido. La puesta se enriquece con una poesía visual que pulveriza al pública mediante imágenes que purifican con una fotografía imposible de imitar. Y finalmente la música jazzística, con toque tecno consigue una destreza que una cantidad ínfima de películas pueden adquirir. La atmósfera envolvente.

Si con esas tres cosas ya nos podemos conformar para una película notable, lo que la hace indeleble en cualquier mente es por la influencia. Palabra que dota a una película de trascendencia. Palabra que significa para mí lo más importante. Adaptando el guión de Philipp.K Dick de manera superflua, Blade Runner estructura una panorámica de conceptos inéditos en el pasado, y que sigue en vigor, reflexiones sobre vida y muerte, consiguiendo así la ciencia ficción filosófica, algo que me fascina demasiado. Esa visión continua viendo perspectivas insólitas en los 80, y casi impensables en los 2000. Teniendo así la visión, de que los robots serán homogéneos entre los humanos, adquiriendo sentimientos y siendo casi semejantes. Y a la par dando entender que esas máquinas del futuro serán ambivalentes. Objeto evolutivo para la sociedad, o arma corrosiva que anhela la libertad y vivir sin límites, como un humano. Cuarenta años atrás nadie podría pensar de manera tan trasngresora, visionaria. Influyendo de manera inexorable en cada película futurista, cyberpunk...Dejando de lado las fantasiosas invasiones, o los viajes en el tiempo. Ya que para Blade Runner resultaban demasiado ambiciosas esas propuestas. Y resultó así, la película de ciencia ficción más admirable, fundamental, verosímil y ponderada, en el devenir del destino.

Finalmente debemos hablar de otro elemento sin precedentes en este género. El simbolismo usado en el metraje resulta aún ahora un interrogante. Cada figura sugiere algo, escondiendo un significado demasiado lejano para cinéfilos y espectadores. Cada frase tiene sentido, pero está tan perfectamente encubierto que apenas ni nos imaginamos su sentido ( algo que derivó en el estreno, en quejas, tachándola de surrealista). El búho, la paloma, el origami...todo tiene coherencia, si captas el mensaje. Y que decir de esa frase tan celebérrima, y a la vez tan cierta y verídica. Que significa cada lugar, cada sílaba. Un símil intachable que resume la vida y que perdurará por siempre.

No creo que tenga que añadir algo más de uno de los filmes más significativos, fascinantes, absorbentes y intuitivos de la historia. Ahora solo toca esperar a nuestro momento. Ya que “todos esos momentos se perderán como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.”

No se puede replicar, y no tiene fecha de caducidad.

ARRIVEDERCI CINÉFILOS

Cuando hablamos de cine clásico, muchos pensarán en un cine único, bien elaborado, y en ocasiones maravilloso. A la vez otros lo recuerdan como un cine aburrido, y sin las explosiones necesarias, para una película lo suficientemente entretenida, un pensamiento que frecuenta en los millenials ( no todos). No obstante aunque esta generación repela el cine clásico, es para todos innegable que "El tercer hombre", abarca el talento más inmenso, y muestra la manera de hacer el cine más excelente que se ha visto en mucho tiempo.

Un film de corta duración, en el cual se presentan unos hechos y personajes de lo más sospechosos, excepto Holly Martins, que intenta averiguar la verdadera causa de la muerte de su amigo Harry Lime. Durante el transcurso de sus minutos, Carol Reed maravilla a cualquier espectador con unos primeros planos tan inquietantes como espléndidos. Con juegos de sombras tan excelentes, que se han ganado un sitio en el cine, haciéndonos recordar como los edificios y paredes enseñaban la silueta de la más pura perfección cinematográfica.

Adaptando la novela de Graham Greene, una novela negra que guió un poco uno de los films más laureados en la historia. Es un metraje impecable en todas las secciones. Si hablamos de actuaciones no hay reproche posible, Joseph Cotten nos regala secuencias de misterios junto a su sensación de incertidumbre. Con Alida Valli colosal, deseando de nuevo el amor de ese tal Harry Lime. Varios más son los actores que se lucen a la par que los otros dos que nombré, incluyendo a extras que apenas duran un segundo en la pantalla, pero que su aspecto y mirada aportan tanto como otros que salen toda la película. Por si algunos ya se desesperaban por mi demora, faltaba nombrar a Orson Welles, aquel personaje que se hace presente los 104 minutos, enturbiando cualquier mente voluble. Tal es su transcendencia, que nombrarlo de una manera diferente que en otra ocasión, abre cuantiosas preguntas que se resuelven con la simple iluminación de una bombilla.

En estos instantes se me está haciendo cuesta arriba escribir una crítica de esta grandiosa película, son tantas las magníficas cosas que hay, que me excedería de las normas de crítica, llegando a superar 10.000 caracteres. Por consecuente voy a relatar como es la banda sonora, acompañado de una conclusión final, ya que sino me van a dar las once escribiendo esta reseña. Como dije anteriormente, la banda sonora, la banda sonora...

Sólo hace falta ver una escena en la que, entre complejos enfoques de cámara, y perfectos diálogos, una cítara comienza a sonar con timidez y a la vez chulería. Es en ese momento es cuando comenzamos a escuchar una de las mejores melodías jamás compuestas, la banda sonora de Anton Karas es un completo clásico de el cine. Una música que brilla por su encaje, la perfección absoluta, sonidos que se introducen minuciosamente en el metraje. Una vez que comienza a sonar, muchos rememoran, las mejores persecuciones jamás filmadas, por las cloacas, o por el mismo centro de Viena. Son tantas las secuencias inolvidables...

El tercer hombre es un clásico en todos su esplendor, del cual será casi imposible olvidarse. Sus sombras en la noche, su música mítica y sus actuaciones más que suntuosas, son parte de uno de los mejores metrajes que ha presenciado la humanidad. Fue entonces, entre las maravillosas críticas, y todos los usuarios asombrados, que se fue formando con el paso de los años, un mito inconmensurable.

Un film genuino, de absoluto sabio en un terreno frondoso y que Bryan Singer supo escapar con un éxito en las salas de cine, con una de las películas mejor consideradas en la historia del cine. "Sospechosos Habituales", el film que nos hizo observar grandisosas secuencias que son ya memorias de este arte. Demasiado inteligente, una idea maravillosa transladada de manera esplendorosa a la gran pantalla.

"Sospechosos habitaules" descubrió la maravilla del gran cine de intriga y thriller. Uno de los reyes de este género, provocando su gran tensión en el público. Una dirección propia de los grandes directores, un guión espléndido por todos los lados. 27 asesinatos se enfrentan a un film con secuencias magníficas, unas actuaciones sublimes, la fotografía y puesta en escena, todo es casi perfecto.

El cine thriller; normalmente asesinatos y resolverlos. Ese género moderno es el neo- noir y "Sospechosos Habituales" lo adaptó a su estilo y consiguió la gloria en todo el mundo. Junto a sus actuaciones impecables, como Kevin Spacey que interpreta ( para mí) su mejor papel en su carrera. Es sencillamente brutal, su toque perfecto de inquietud, sus miradas inquisitivas... Gabriel Bryne vive su actuación y está cerca de Spacey, pero igualmente no le iguala. Un Benicio del Toro apuesto, interesante en su actuación, todo este elenco forma tal maravilloso film.

Unas escenas de tiroteos intensos, a su vez momentos silenciosos, una música turbadora y unas secuencias intrigantes en todo su esplendor. A primera vista, 5 sospechosos y coger eso de raíz, y estructurar esta película que ya es mito del cine, y santificado en su género.

Actuaciones gloriosas, música acorde, una dirección excelente y sus secuencias firmadas por una intriga de diez con su thriller despiadado. Un final que dejó boquiabiertos a todos los presentes en el cine, un primer plano recuerdo de nuestras memorias. Un arresto en la película, pero en realidad fuimos todos los que estuvimos bajo arresto cinematógrafico. Ya que mientras veiamos este apasionante film no nos podíamos mover, ya que el interés y suspense que es capaz de producir, se refleja en el espectador, manteniéndonos adheridos a nuestros asientos sin percatarnos.

Un film para mí casi de diez, lo rozó con sus dedos. Me hacía falta incluso mejor actuación del personaje principal, para darle el empujón final.

No te arrepentirás de verla.

Arrivederci CINÉFILOS

Por fin, este año 2020 nos ha dado una grata alegría con esta obra de arte . Pixar ha elaborado una película que sin duda ha dejado a muchos cinéfilos con la boca abierta. La exactitud en los personajes, una máxima perfección no vista antes en los dibujos animados, y la limpieza visual en cada escena hace que tenga una esencia única.

Esta gran película te hará estar abducido desde los primeros minutos, es un film que parece llevar una receta mágica para mantenerte atento estos 107 minutos que dura.

Sin discusión Pixar nos ha hecho disfrutar con esta absoluta obra casi perfecta. Detalle ínfimos hacen que no sea un 10. Y como dice el refrán"Lento pero sin pausa". Ya que nadie esperaba que fuera a salir este año 2020, y ha sido la salvación de este año catastrófico, en casi todas las facetas.

Arrivederci CINÉFILOS

Stanley Kubrick que estás en los cielos, Amén.

Uno cuando va a ver un museo de arte su expectativas rebosan de estupor cuando visionan esos cuadros perfectos, encajados en un marco minucioso. Empero pocos conocen que algunas películas contienen el factor obra de arte en su realización, y no cabe duda que "El resplandor" cuenta con él.

Incredulidad, admiración, fascinación, demasiada fascinación. Esos fueron mis sentimientos y alabanzas hacia esta obra en perfecto estado para exhibir en un museo. Cuenta con una perfección insaciable, ambientación estremecedora, actuaciones de un valor incalculable, valgáse por la interpretación de Jack Nicholson, una de las mejores de todos los tiempos, banda sonora indecentemente genial...Y consta también con una reflexión sobre la locura humana, un estudio minucioso de los límites de la frágil mente humana, redundantemente, una introspección de las causas de alcanzar el punto álgido de la pérdida de la cordura. Todo eso demostrado sabiamente en la obra de arte.

Claramente "El resplandor" es un equipo completísimo de elementos impecables en su realización, y con el terror mejor manejado de lo que llevamos de cine. Sí, porque como "El resplandor" dudo que haya alguna en nuestro futuro. La genialidad con la que se hizo es inalcanzable para cualquier cineasta. Como "El resplandor" no la habrá jamás. Jamás.

Jamás unos instrumentos de metal estremecieron tanto en una banda sonora. Jamás el conducir de un coche me heló de esa manera la sangre. Jamás unas actuaciones conmbinaron de esa manera tan ambigua, pero jamás las hubo tan aterradoras. Jamás el chocar de una pelota inspiró tanta umbrosidad. Jamás el ameno sonido de un triciclo fue tan espeluznante. Jamás dos gemelas lucieron tan turbadoras en la gran pantalla. Jamás la desnudez de una señora me produjo tantos escalofríos. Jamás el leer las páginas de un libro fue tan desquiciantemente tenebroso. Jamás un bar se vió tan mórbido. Jamás el andar por un pasillo fue tan locamente terrorífico. Jamás un laberinto resultó tan clasutrofóbico. Jamas un amigo imaginario fue tan sombrío. Jamás una mirada fue tan espeluznante. Jamás un "Tuesday" se dió a notar tan pavoroso.

Por cierto, jamás una escena repercutió de manera tan notoria mundialmente.

Eso es todo lo que jamás una película pudo y podrá igualar de "El resplandor". Con una realización propia de los dioses, con un detallismo enfermizo por parte de Stanley, pero que dió fruto en algo magnífico, espléndido. Por mucho que le costara a los actores este proyecto debía ser acabado, y fue rematado como pocos. Con demasiada elegancia en planos, y con todo minuciosamente organizado para engendrar el terror más excelente.

La obra cúlmen del cine es esta junto a alguna que otra. Obra cumbre del terror, obra cumbre de actuaciones, banda sonora, ambientación, desarollo, planos e impacto en los espectadores. Un reflejo nítido de la complejidad de las barreras humanas, un psicoanálisis plenamente meticuloso de la decadencia de un hombre cuerdo. Un retrato realista de la fractura de una persona honrada, causada por alguna fuerza sobrenatural y algún elemento trascendental.

Kubrick que descansa en un mundo mejor dejó a nuestro antojo uno de los grandes momentos auge del séptimo arte, la absoluta perfección, un transplante del puro arte a la gran pantalla.

Es tan recomendable que ni siquiera puedo expresarlo de la forma más vivaz. Veánla antes de que sea tarde.

Se me olvidaba un jamás

Arrivederci CINÉFILOS