Si el western pasa por el ser el género cinematográfico por excelencia es porque siempre tiene algo de mítico, de mágico, empezando por los paisajes y pasando por los personajes. Desde luego, este no es el mejor de los westerns que se han hecho, pero está muy por encima de la media y tiene un gancho que no puede olvidarse, el duelo durante toda la película entre los dos protagonistas, que inevitablemente acaba con el duelo típico de toda película del oeste que se precie, y no por esperado deja de ser deseado.
Si quieres pasar un muy buen rato, con cine de calidad, muy bien hecho, no lo dudes, esta es tu película.

Que las películas del oeste murieron como tales hace mucho tiempo, ya lo sabíamos, pero Eastwood quiso hacer una película que hablara de las personas, de la venganza, de la amistad y escogió a mi entender el género más cinematográfico que existe; a partir de aquí creó una genialidad, si el "Fuera de la Ley" era apabullante, no dejaba de ser un western muy bueno pero mitificador, sin embargo Sin perdón es una obra imprescindible en la historia del cine, con un toque de cine negro, que sin querer mitificar nada (sólo hay que ver los duelos, alejados de lo habitual en el género) hizo una película, que es y será mítica por su calidad de realización y dirección, sus detalles cuidadísimos, su guión y sus interpretaciones.
Recomendable aunque no te guste el western, se puede aprender mucho de cine viéndola.

Parece que los estudios y productoras han encontrado una forma fácil de hacer dinero con las películas supuestamente infantiles. El público más joven no es exigente, se les puede colar cualquier bodrio que quieran sacar al mercado y encima pagan como mínimo dos entradas.
Las las películas pueden ser obras maestras, buenas, malas o muy malas, y ésta está fuera de dicha clasificación. Puedo decir que es una de las peores películas que he visto nunca. No por cutre o mal realizada, es lo menos que se puede pedir actualmente, en que los efectos digitales están a la orden del día y encima hay dinero, si no por lo estúpido del guión, las apestosas actuaciones de todos sus actores (no se salva ni uno), lo manido de las situaciones, lo poco original de los gags (supuestamente graciosos), cuando no totalmente absurdos y que nos hacen sentir auténtica vergüenza ajena.
Como he dicho en el título, HAY QUE SER UN SINVERGÜENZA PARA REALIZAR UNA PELICULA COMO ESTA, y encima querer cobrar entrada por verla.

Un buen guión, una excelente dirección, una explendida realización y unos actores como la copa de un pino, sólo podía dar como resultado una obra maestra. Sin necesidad de grandes y espectaculares escenas, sin gandes efectos especiales, pero con grandes personas detrás de esta película que ya es todo un clásico para aquél que quiera ver algo más que simple evasion en el cines (lo cual no está mal), si alguien quiere ver arte, no tiene más que verla. Swanson magistral, William Holden soberbio.

Que Jack Lemmon ha sido uno de los mejores actores de cine de la historia ya lo sabía y que además podía afrontar el drama con igual solvencia que la comedia, no hay más que ver Días de vino y rosas, pero si queremos ver a un actorazo como la copa de un pino, hay que ver esta película.
Y encima la película está muy pero que muy bien, con un guión que huye de sentimentalismos inútiles y que no deja indiferente a nadie.