Completamente surrealista y si sentido. La animación es penosa, y el argumento es tan simple que es imposible de seguir; aburriría a cualquier niño. Y lo digo yo que me encantan los dibujos infantiles...
sólo tiene un pase sí te has fumado un porro con amigos y te quieres echar unas risas con ese mundo de colores estridentes, personajes ridículos y sus movimientos estrambóticos.

Lo mejor de todo es que al final, en los créditos aparecen más trabajadores que en 'Avatar'.

Interesante para conocer el submundo de los hooligans rusos pero sin adentrarse demasiado. Como película, el guíon está bien pero demasiado esquemático, sin grandes golpes de efecto o artificios. El conflicto principal y el final de la historia son demasiado consecutivos y apenas has podido empatizar con los personajes cuando ya se ha acabado la cinta.

Injusticia es que esta gran serie solo tenga trece episodios y sea tan poco conocida. Y más ahora que están tan de moda las irreverencias, la crítica social y el humor negro, cosas en las que esta serie destaca por encima de otras más celebres. De hecho el argumento principal ya nos muestra una sociedad divida en clases, donde los ricos pisotean a los pobres y les apartan a una vida de miseria, y el humor va más allá del típico "¡mira, un paralítico!" o "¡mira, un negro!" que tan manido está en la actualidad.

Película algo bizarra que incluso a veces te descoloca totalmente con los puntos de humor absurdo típico de los animes. Aunque también esos mismos toques, intencionados o no, hacen que no te aburras y quites la peli.

En cierto modo está lograda la parodia (o mejor inspiración) de la película War Games. Lo malo es que le faltan explicaciones, y no hablo de cosas que no tienen sentido o que no están justificadas en el guión, si no de personajes que aparecen de repente y Digimons que evolucionan a toda prisa y ya no sabes quien es quien. Esto se hace más patente todavía a partir del minuto 60 de la película, en el que hay una elipsis temporal para dar paso a una segunda parte y ahí ya todo se vuelve más acelerado para poder acabar pronto. Y esto hace que descienda mucho tu interés por una cinta que pensabas que ya había acabado felizmente.

Esta no es una película sobre el movimiento Skinhead, si no una película sobre un skinhead en concreto. Su historia, la que le hizo pasar de ser el hijo único de una familia judía a convertirse en un neonazi y acabar en prisión. Lo mejor de la película es que nos muestra esto al inicio, y poco se va desenrollando el telón hasta que descubrimos los motivos que rodean ese cambio tan radical, y lo que hizo para acabar en la cárcel.