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Críticas de Isaac Paskual
Críticas 1,687
Críticas ordenadas por utilidad
8
29 de julio de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película en la que se ensalzan por encima de todo, entre otras muchas cosas, las prendas de vestir con muchos bolsillos, siempre tendrá mi total admiración y respeto.
Y si ya encima le das un origen, uno digno además y a la altura, a uno de esos Vengadores que siempre te arreglaba el partido saliendo desde el banquillo, pues ya ni te cuento. Pero es que, y por si eso fuera baladí, esta película de Cate Shortland mete en el MCU a ese torbellino llamado Florence Pugh que estoy deseando que haya firmado contrato para aparecer en todo lo que haga Marvel de aquí en adelante. Junto con la de Hailee Steinfeld, la llegada que más ansiaba.
En fin, si "Viuda Negra" la hubieran firmado, por poner un ejemplo, los Russo, se os estarían cayendo las bragas. Porque, seamos sinceros, la cinta juega en esa liga de thrillers de acción y espionaje, y lo hace a las mil maravillas. Qué sí, que al principio suena una versión regulera del 'Smells like teen spirit' que me dieron ganas de irme de la sala. Pero no lo hice, y acerté.
Isaac Paskual
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6
2 de junio de 2021
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Travis Stevens juega con el subgénero de casas encantadas en la muy curiosa, aunque al final menos gustosa de lo esperado y deseado, "Girl on the third floor". Y todo porque el cineasta, a mi parecer, diseña bien lo que quiere pero nunca acaba de ejecutarlo de manera efectiva. Le funciona la teoría, pero no la práctica.
El cineasta entrega todo lo que tiene, pero absolutamente todo, a cambio de crear un desasosegante ejercicio de atmósfera de tensión al estilo Ti West en "La casa del diablo" (2009). Todo ello en una historia de empoderamiento femenino y masculinidad tóxica con inclinación por el horror psicológico. Pero durante la hora larga de metraje durante la que "Girl on the third floor" juega en esa liga, nunca termina de funcionarle el asunto. Por contra, cuando en su tercer acto el misterio se desvela y la sutileza da paso a la contundencia, algo a lo que Travis Stevens no había apostado, la cosa funciona. Es ahí, en su recta final, cuando la cinta pasa a ser certera. El ambiente viciado e inmoral se quita definitivamente la ropa interior para, mediante chulísimos efectos prácticos cercanos al body horror, dar paso a un contundente —a pesar de anticlimático debido a ciertas decisiones argumentales— tercer acto.
A ver qué le depara el futuro a Travis Stevens. Mi curiosidad la ha captado, mis esperanzas ya no tanto.
Isaac Paskual
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6
3 de julio de 2020
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran Ti West aparca —esperemos, por nuestro bien, que momentáneamente— ese horror que tan buenos resultados le ha dado para refugiarse en el western más castizo y disfrutón con "El valle de la venganza".
Paul es un viajero solitario que cabalga junto a su perra Abbie, una auténtica y verdadera robaescenas, huyendo de un pasado tortuoso. En su camino hacia México no les queda otra que atravesar el pequeño pueblo de Denton. Cosa que acaba tornándose en fatídica cuando un encontronazo en la taberna con un pistolero acabe desencadenando más violencia de la deseada por Paul.
Así desarrolla Ti West "El valle de la venganza", un excesivamente reposado tour a lomos de un reparto jugoso y efectivo por los lugares comunes de un far west con inconfundibles ecos a lo "John Wick" (Chad Stahelski & David Leitch, 2014) en el que se aprecian, con claridad cristalina, muchas de esas señas de identidad que han acompañado a lo largo de su carrera al cineasta de Delaware. Véase, por ejemplo, la atmósfera de tensión. Aunque es cierto que quizás sea esta la película en la que peor le funciona el asunto. Este juega a ratos a emular esas escenas estiradas de tensión que tan bien se le dan a Tarantino, pero West no es el genio de Knoxville y la jugada le acaba saliendo algo rana.
En definitiva, me encanta Ti West y he gozado mucho de "El valle de la venganza" aun no siendo todo lo redonda que me gustaría viniendo de él. Y antes de que se me olvide, salvando las distancias en esta película reside la mejor representación no representación de Lucky Luke, Rantanplan y Jolly Jumper. Otro motivo para amarla.
Isaac Paskual
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3
13 de abril de 2019
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Absolutamente convencido de que, si el programa de televisión ´Pesadilla en la cocina´ tuviera versión cinematográfica, se llamaría ´Pesadilla en el rodaje´. Tanto o más como de que, si tal programa existiese, esta “Escuadrón Suicida” de David Ayer hubiera merecido protagonizar el primer programa.
“Escuadrón Suicida” fue la contestación del binomio Warner/DC a los “Guardianes de la galaxia” (James Gunn, 2014) de Marvel. Y a la postre, lo que podría haber sido eso que ahora se denomina zasca, terminó convirtiéndose en un: cobarde, inofensivo y avergonzante monosílabo.
Casi tres años después de su lanzamiento, resulta más gustoso hablar de las secuelas que dejó el film, que aún resuenan a día de hoy, y seguirán resonando me temo, que hablar de la propia cinta en si. Pero intentaré centrarme en lo segundo.
Formalmente “Escuadrón Suicida” es un cacao de no te menees. David Ayer obra el remake burdo y nada efectivo de su cinta de 2014 “Sabotage”. Y tengo la sensación de que, a la hora de tomar una decisión sobre que dirección tomar en la película, el realizador de Illinois siempre acaba tomando la senda errónea. Lo que mata la cinta. Y no hablo ya de la parte argumental, que en ese aspecto el producto parece hecho por un crío de diez años, sino más bien de la parte narrativa, que termina resultando irrisoria.
Para empezar a “Escuadrón Suicida” le falta un líder. Un Peter Quill, un Reed Richards, un Charles Xavier, alguien que cumpla la función de astro central sobre el que giren todos los demás astros, y que sirva de paso como linterna narrativa para el espectador. Un personaje de ese calibre habría desembocado en unas buenas presentaciones que no resultasen un tosco engorro, y en un desarrollo narrativo más eficaz. En fin, es algo que considero necesario en toda cinta grupal que se precie. El personaje de Viola Davis se erige al principio como cabecilla para desempeñar esas funciones, pero no me sirve puesto que no está dentro del grupo. Hubiera sido más lógico que fuese Joel Kinnaman, o en su defecto Will Smith o Margot Robbie, que demuestran carisma. Pero nada, David Ayer se empeña en endosarnos unas rusticas presentaciones, de esas de curso escolar ya empezado, con Amanda Waller como guía, y la cinta se estrella.
La anterior indecisión deriva en no saber que personajes son principales y cuales no. Y es que defiendo que el director tampoco se aclaró en ese sentido, lo que desembocó en más engorro narrativo si cabe. En ese aspecto “Escuadrón Suicida” funciona por acumulación. Levábamos casi una hora de metraje y seguían apareciendo personajes.
Luego están los flashbacks para las presentaciones de esa enormidad de caracteres, otra decisión que tampoco ayuda en un fluido desarrollo. Flashbacks que algunos personajes merecen y otros no, elegido por Ayer supongo a cara o cruz. Que por cierto. Ya que te pones a presentar, preséntalos a todos y no me dejes con las ganas del más intrigante, Killer Croc. Por no mencionar que hay personajes que están en la película por ser quienes son, no porque tengan un motivo verdadero para estar o una función en la trama. Véase el Joker.
En definitiva, a estas alturas ya todo me daba igual en “Escuadrón Suicida”. El guion es flojísimo, también de Ayer, que a estas alturas ya se ha cubierto de gloria. Hay algunos diálogos que dan verdadera vergüenza ajena. La comedia no funciona, elemento que debía funcionar si o si. No hay nada de misterio en el argumento, por lo que la parte thriller se va a pique. En definitiva, culpo principalmente a David Ayer de la chapuza que es “Escuadrón Suicida”. Lo digo por si no ha quedado claro.
El diseño visual de los personajes si me ha gustado, todos resultan bastante atractivos. A lo que ayuda el buen maquillaje. Y sus variopintas personalidades también están decentemente trazadas, es eso David Ayer si se ha lucido. Todo ello estaba predispuesto para dejarte con ganas de más, y vaya si lo ha hecho a pesar de la infinidad de fallos. Pero no con Ayer, por favor.
En definitiva, “Escuadrón Suicida” tira por tierra todo su gran potencial de producto como si fuera el envoltorio de una bolsa de cacahuetes.
Isaac Paskual
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8
29 de enero de 2019
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Les seré honesto, “La casa de Jack” es mi bautizo de fuego en lo que a la obra de Lars Von Trier se refiere. Así que como verán no puedo compararla con trabajos anteriores del danés, ni puedo valorarla en perspectiva, únicamente juzgaré este film de la manera más pura que existe creo, como ente individual. Admito que en hablando de autores tan personales y particulares como Von Trier soy del gusto de hacer un trabajo de campo previo como preparatorio, pero esta vez me he arriesgado saltándomelo, y creo que no ha sido tan mala decisión.
“La casa de Jack” es la primera cinta que veo de Lars Von Trier. Y como tal, no solo me ha dejado en el intestino el gusanillo de querer seguir ahondando en su filmografía, sino que creo férreamente que esta película servirá en un futuro no muy lejano como film de iniciación en la singular obra del cineasta danés. De hecho, y como para enfatizar en esta idea, el propio Von Trier incluye en el tercer acto de “La casa de Jack” un breve revival con las imágenes más llamativas de sus obras más destacadas. Este hombre piensa en todo.
En “La casa de Jack” Lars Von Trier nos entrega una envenenada y minuciosa disección de la vileza, por medio de la psique de un asesino en serie, como intentando demostrar que en la maldad también puede residir arte e incluso belleza. La película es absolutamente provocadora, cafre y cruenta, el realizador danés no nos priva de nada en este minucioso descenso a los infiernos. “La casa de Jack” es un tren de la bruja de los horrores guiado por un soberbio Matt Dillon que se mimetiza con su personaje. Un Jack que tiene mucho de Lars Von Trier, qué duda cabe. Algún día debería aclararse el porqué Matt Dillon está missing en la temporada de premios. Recuerdo que en la de 2010 Stanley Tucci, por un papel similar en “The lovely bones” (Peter Jackson, 2009), tuvo al menos nominaciones. Pero Dillon, estando cien mil veces mejor que aquel, ni asoma la cabeza. No lo entiendo, de verdad.
El catálogo de vilezas que presenciamos en “La casa de Jack” ni mucho menos me ha resultado gratuito. Cosa que, extrañamente, temía. Hay un fondo bajo el horror de este desalmado psicokiller. Podrás compartirlo o no, pero lo hay, y eso engrandece el film. Al anterior respecto me ha sobrado bastante todo el epílogo. Muy bonito, conclusivo y desconcertante, pero que claramente podría titularse: «explicación para idiotas». Entiendo que refuerza toda la idea sobre la que gira el film, pero me ha parecido un subrayado gratuito.
En definitiva. Seguramente “La casa de Jack” sea la película más accesible de la filmografía de Lars Von Trier, y eso es un plus dentro de una obra tan especial. Y lo bueno es que, por accesible que resulte, ni mucho menos dejará de funcionarle al devoto del danés. Gran paso adelante dentro del cine de asesinos en serie el de Lars Von Trier en este arriesgado viaje sin retorno del que únicamente él podía salir indemne.
Isaac Paskual
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