Una historia más que trillada: Grupo de personas, que, a saber que razón tienen, deciden resucitar a un dios-bicho-tormento de la humanidad para ponerse a su servicio y que acabe con el mundo de una vez.

Eso ya lo había visto en una de las películas de terror más flojas de la década pasada: "Broceliande".

Los actores hacen lo justo para que no les entre la risa con el guión tan flojo que les toca leer.

El terror no existe, directamente.

El sentido común brilla por su ausencia, escuchando algunas conversaciones empiezas a pensar que el bicho de otra dimensión es, realmente, el ser más inteligente.

Hablando del bicho... ¿no recuerda de forma sorprendente a los seres de Salvatore? Sí, esos devoradores de cerebros que se dedicaban a hipnotizar con sus tentáculos a incautos para que ayudaran a su cerebro mayor... Que va, originalidad española.

Basado en la novela gráfica de Peeters y Levy esta película parte de una premisa muy interesante, el casting me parece muy bueno, sobre todo la pareja protagonista, técnicamente también muy bien, el manejo de la cámara la luz, y, afortunadamente, el metraje no es excesivo, no llega a las dos horas, por lo que no se hace eterna.

El problema, como en otras ocasiones, es el guión y el desarrollo de la trama, escenas y secuencias que no aportan nada, que sobran, hay otras que están muy bien, y, además, están logradas, pero falta ese ritmo más regular, esa tensión creciente según pasa el tiempo, maldita sea, que en trailer lo pasé peor... Sólo imagino ser uno de los padres, ver lo que está pasando y no volverme literalmente, loco, con lo que eso puede provocar.

Y llegamos al final (al spoiler)