No voy a negar que está muy bien acabada por Polanski. No voy a negar que la fotografía es conmovedora. No voy a negar la puesta en escena. No voy a negar que es un producción de las que llaman prestigiosas. Pero ya es un tema demasiado recurrido. La II Guerra mundial, claro está, fue un hecho histórico que desgraciadamente merecía diversas visiones, pero por favor ya basta.

Sólo diré esto, es una de esas películas que si de casualidad puedo ver (sin pagar claro está), observo durante un tiempo coherente para valorarla sin cometer injusticias (más de media película, pero no mucho más) y así, escribir alguna crítica de este tipo y que la media de las notas sea equilibrada. Por ello, gracias al pagafantas y esta nueva corriente del cine español que puede compararse con las excelentes películas de Berlanga, Buñuel, Erice y todos aquellos maestros que ya parecen pasados de moda porque te hacían pensar y disfrutar del cine. En fin, a seguir así, pagafantas.

Primero fue al pasado (obra maestra), luego del Jedi (divertidilla), y después hasta del Jafar (productillo de esos que hace Disney entre sus obras maestras). Y ahora, señoras y señores ... tan ta ta chan ... el genial cómico Juan Tamáriz les presenta el retorno de Quentin y sus colegas con una nueva muestra de gran cine. La segunda mejor película de Tarantino, tras la más que aceptable Reservoir dogs, tiene como único mérito la fotografía curiosa.

No se preocupen por mis muestras de embriaguez o locura. Ni he bebido ni he perdido la cabeza, es sólo que en dos días decidí repasar toda la filmografía de mi amigo Quentin para ver si le pillaba eso que tanto gusta por aquí. Y este es el resultado. Tendré que hacerme un finde Chaplin o algo así para recuperarme de esto. ¡Y aún falta Jackie Brown!. Joder.