Un truhán de postín y un veterano ratero se conocen en la cárcel. El primero solicita protección al segundo, a cambio de devolverle el favor cuando salgan de allí.

Una de las mejores comedias españolas de los años ochenta, que juega a contrastar el carácter de los dos protagonistas, en realidad ambas caras de una misma moneda (interpretados por unos geniales Arturo Fernández y Francisco Rabal). La ópera prima de su autor, de admirable guión propio y con un papel de colaboración para nuestra popularísima Lola Flores.



"Tú me ayudas aquí en la cárcel y yo te ayudaré cuando salgas."

El único filme dirigido por Juan Estelrich y toda una rareza de nuestro cine, sobre un hombre que se aísla del mundo exterior recluyéndose en el cuarto de baño de su casa.

Una genial idea de Rafael Azcona, no siempre académica en la pantalla pero muy aguda en su reflexión, protagonizada por el gran Fernando Fernán Gómez en un solo escenario, donde irrumpirá una tal Arabel Lee dispuesta a sacar de su encierro a este anacoreta laico a través de sus irresistibles encantos.



"¿Resistiría yo a la reina de Saba si se presentara aquí, en mi retiro, para sacarme de él?"

Variante lésbica de "En la cama", con el encuentro sexual entre una española y una rusa, en una habitación de hotel durante su última noche en Roma.

Julio Medem filma un relato minimalista, demostrando un gran dominio de la puesta en escena, al tiempo que rinde culto a la belleza femenina, a través de los cuerpos desnudos de Elena Anaya y Natasha Yarovenko.

Por desgracia, la película no gustó a casi nadie, tachada de pretenciosa y esteticista.



"Mañana, Roma nos lanzará a cada una a un extremo de Europa."

Drama judicial cercano al telefilm, que plantea la culpabilidad de todos los involucrados en un mismo delito: agresor, víctima y testigo. El argumento pivota alrededor de una joven que lleva a los tribunales a los tipos que la violaron y es acusada de haberles provocado -un largo flashback final nos mostrará los hechos-.
Jodie Foster obtuvo un Óscar por el papel de la insensata protagonista. La abogada defensora fue interpretada por una seria Kelly McGillis.



"Necesito que declare."

En la Segunda Guerra Mundial, un batallón estadounidense recibe la orden de tomar un pueblecito italiano, pero sus habitantes se empeñan en celebrar una fiesta antes de su rendición. Así pues, los americanos tendrán que simular una batalla cuando un equipo aéreo inspeccione el lugar.

Farsa bélica bastante popular entre el público de entonces, dirigida por Blake Edwards con resultado desigual. El teniente James Coburn, el capitán Dick Shawn y el sargento Aldo Ray protagonizan esta original historia ambientada en la campaña siciliana de 1943, con algunos momentos hilarantes y otros no tanto. Henry Mancini compuso una partitura expresamente militar.



"Si no hay fiesta, no hay rendición."