Copia barata de "Los cañones de Navarone", con diálogos absurdos y en plan telegrama.
Unas actuaciones nefastas y una falta de rigor histórico lamentable.
Escenas bochornosas llenas de fantasmadas y errores de bulto.
Ni para echarse la siesta.

Esta película gira simplemente entorno al lucimiento personal de Tom Hanks, un autobombo, absurdo y carente de sentido.
La primera media hora parece prometedora y de repente la historia se diluye en un absurdo total en el que al final todo acaba en una serie de fotos fijas y de encuadres de postal en un ejercicio de mezquindad y carente de ideas.
Un robot creado para cuidar a un perro, un robot al que se le atribuyen sentimientos.
Una farsa nauseabunda de filmación, mala de solemnidad.

Nunca pensé que una película de animación me impactará de este modo.
Llena de emociones y de sentimientos que presenta el paso por una etapa de la vida tanto para un adolescente como para su madre que resulta ciertamente conmovedor.
Sentimientos a flor de piel sobre todo en las últimas escenas.
No es sensiblera simplemente está hecha con corazón.
Genial.

Niño celoso ante la llegada de su hermana recién nacida. Padre calzonazos que se deja insultar y humillar por una mujer odiósamente repelente y marimandona.
El niño empieza a tener alucinaciones y habla con el perro, con su bisabuelo y con su hermana en el futuro.
Una paranoia constante salida después de una noche de alcohol y drogas.
No puedo, lo he intentado en varias ocasiones pero los japoneses vienen de otro planeta, no son normales, tienen la cabeza llena de alucinaciones de colorines.
Ni con las peores sustancias se consiguen cosas como esta pelicula.

Pocas veces recuerdo haber visto algo tan pésimo.
Para empezar, negros en la Airborne, jamás hubo negros paracaidistas y menos en Normandía.
Además, qué casualidad el actor principal habla francés, cuando el nivel educativo de los afroamericanos de la época era prácticamente nulo.
Los diálogos son de besugos, los movimientos y el guion pésimos.
Acabas de caer en territorio enemigo y vas dando voces y soltando estupideces varias, hasta encendiendo una linterna.
Se encuentras a una francesa que habla inglés como el mismísimo Winston Churchill.
Un despropósito total sin sentido.
Mismos tópicos, mismas situaciones vistas una y mil veces.