Digo que es una guerra rarísima porque el problema para mí es que no se puede hacer una película sobre un tremendo y devastador conflicto bélico y, aún más sobre una guerra fratricida, sin explicar el porqué, sin contar nada sobre cada uno de los bandos, sin transmitir ni siquiera por boca de unos periodistas, protagonistas de la cinta, de qué va el asunto.

Da la impresión de que lo único que importa es mostrar la ensalada de tiros que recorre toda la película y sí, bueno, me parece bien que se intente aclarar que una guerra es precisamente eso y sobre todo eso, pero no hace falta una hora y cuarenta y cinco minutos para dar este mensaje. A estas alturas el mundo entero lo tiene claro. Ni tampoco se puede colocar a un grupo de periodistas haciendo únicamente fotos de cadáveres, incluso cuando están matando a tus propios compañeros o estás viendo cómo se tortura a dos personas casi en plan “El silencio de los corderos”. La frase esa de “total, los iban a matar de todos modos…” me ha puesto los pelos como escarpias, puesto que te hace pensar que en situaciones así hasta los que no pegan tiros se convierten en verdaderos monstruos.

Tampoco entiendo cómo Texas y California pueden estar unidas como socias en una guerra contra el resto del país. Y una alianza de Florida que, o yo no me he enterado, o nadie sabe con quién se alía, aunque tampoco da la sensación de que tenga alguna importancia. Y Virginia occidental va a su bola, vamos que se declaran neutrales como Suiza y se lo respeta todo el mundo, están aburridísimos.

Me parece todo un disparate, y es una pena, porque era una buena oportunidad para ahondar en el fenómeno de la grave polarización política que tanto daño está haciendo en EEUU y en todas partes. También aquí, en mi país, que es España. Pero no, eso no tocaba, solo los tiros y algo de gore.

Bué, pues vale.

La película resulta bonita, los actores están muy bien y la fotografía es buena. Aunque en mi opinión tiene esa blandura de la que algunas veces adolece Hollywood y que al parecer aquí ha contagiado a su vecina Canadá y socias europeas.

Lo malo es que la blandura en esta ocasión recae sobre los nazis y en particular sobre personajes como Leni Riefenstahl a la que presentan de un modo mejor del que yo creo que realmente merece. ¡Es una señora que buscó la raza aria incluso en Africa y la encontró en los Nuba...! Le bajo la puntuación por ese motivo. Por lo demás, como peli para pasar una tarde de domingo está bien.

Lo mejor Jesse Owens y su entrenador.

Soy consciente que hablando de Lo que el viento se llevó ya se ha dicho de todo a lo largo de muchos años, y como sólo soy una espectadora quiero poner una única impresión que siempre me provoca cuando la veo : la triste sensación de estar viendo el mundo de las plantaciones de algodón americanas bajo la perspectiva idílica de los esclavistas de entonces. Sabido esto y nunca olvidado, no cabe duda que la película es brillante técnica y artísticamente, más aun para la fecha en que se realizó.

Sólo espero que nadie se engañe con la historia y si no, que se lo pregunten a Spike Lee cuya productora es 40 acres y 1 mula. Sólo por eso la voto como muy mala, porque semejante mentira hace mucho daño. Todavía hay gente que se lo cree ....