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Críticas ordenadas por utilidad
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6.9
13,373
9
9 de julio de 2007
9 de julio de 2007
13 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Excelente parodia sobre vampiros, dirigida por el genial Roman Polanski, que a la vez tenemos el lujo de ver actuando. Es tan buena, que me llevó un tiempo reconocerla como comedia.
La película se presenta como una burla a las creencias sobre vampiros, muy marcada en aquella época. Los dos personajes principales de la película se muestran como el típico anti-héroe; un viejito simpático muy gracioso y un joven extremandamente miedoso, interpretado por el mismo Polanski. Vale resaltar la actuación de la bellísima Sharon Tate, asesinada dos años más tarde en un acto imperdonable de Charles Manson.
La creación de ambientes realmente me gustó mucho, me pareció muy lograda, y la forma en que está filmada también es de mi agrado.
Gracias a este tipo de películas Roman Polanski hoy tiene un lugar asegurado entre los directores más grandes de la historia del cine.
La película se presenta como una burla a las creencias sobre vampiros, muy marcada en aquella época. Los dos personajes principales de la película se muestran como el típico anti-héroe; un viejito simpático muy gracioso y un joven extremandamente miedoso, interpretado por el mismo Polanski. Vale resaltar la actuación de la bellísima Sharon Tate, asesinada dos años más tarde en un acto imperdonable de Charles Manson.
La creación de ambientes realmente me gustó mucho, me pareció muy lograda, y la forma en que está filmada también es de mi agrado.
Gracias a este tipo de películas Roman Polanski hoy tiene un lugar asegurado entre los directores más grandes de la historia del cine.
12 de junio de 2016
12 de junio de 2016
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la primera vez que una cinta rara se presenta ante mí, pero debo reconocer que esta ha llegado a un tope difícil de igualar. Ya conociendo previamente a Parajanov por su film "Los corceles del fuego", me animé a ver este peculiar film.
Visualmente hermoso, repleto de imágenes hermosas y de simbolismos múltiples, el hilo narrativo prácticamente no existe y es obvio que al director eso nunca le importó. Se encuentran conexiones de a momentos, pero la cinta en cuestión no sigue una línea y si bien eso por un lado le da una cuota inmensa de originalidad, hace que el espectador se pierda constantemente, a pesar de que el film solo dura 75 minutos. Interesante, pero casi incomprensible película.
Visualmente hermoso, repleto de imágenes hermosas y de simbolismos múltiples, el hilo narrativo prácticamente no existe y es obvio que al director eso nunca le importó. Se encuentran conexiones de a momentos, pero la cinta en cuestión no sigue una línea y si bien eso por un lado le da una cuota inmensa de originalidad, hace que el espectador se pierda constantemente, a pesar de que el film solo dura 75 minutos. Interesante, pero casi incomprensible película.

7.3
20,439
10
14 de septiembre de 2007
14 de septiembre de 2007
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fahrenheit 451 es la temperatura a la que arde el papel. Un grupo de bomberos decide bautizarse así, ya que su objetivo es destruir todo tipo de lectura.
La causa?
Los libros son perjudiciales. Quién posea libros y tenga la posibilidad de leerlos, adquiere un conocimiento que otros no tienen. Eso genera desigualdad. A la vez estos libros crean en nuestra imaginación otros mundos, otras realidades, que están fuera de nuestro alcance, lo que los hace más perjudiciales aún.
Guy Montag es el más frío, y por tanto el mejor de ellos a la hora de hacer arder en llamas todo tipo de lectura. Pero al conocer a una vecina, nuestro protagonista comienza a ver las cosas de modo diferente. Empezando por preguntarse que es lo que contienen esos libros. Al averiguarlo, Guy Montag deja de ser perseguidor, para convertirse en perseguido, y empieza a vivir escondido, y verse obligado a guardar sus libros en los recovecos de la casa; ese no es problema para un experto en busquedas de los mismos.
Debo reconocer el hecho de no haber leido la novela, pero la realización de Francois Truffaut es brillante, desde la construcción de los personajes, hasta el montaje, sin olvidar la adaptación del guión, la cual es más que indicada. Cabe destacar también la forma en que se transforma el personaje central en la película, la cual tuvo un claro homenaje en la película "Equilibrium", de Kurt Wimmer.
Si bien para esta ocasión Truffaut se aleja de la Nouvelle Vague, no deja de ser una de sus mejores películas, y el hecho de que haya prendido fuego o no los libros no hace a la cuestión, más sabiendo que este director jamás haría una cosa así.
La causa?
Los libros son perjudiciales. Quién posea libros y tenga la posibilidad de leerlos, adquiere un conocimiento que otros no tienen. Eso genera desigualdad. A la vez estos libros crean en nuestra imaginación otros mundos, otras realidades, que están fuera de nuestro alcance, lo que los hace más perjudiciales aún.
Guy Montag es el más frío, y por tanto el mejor de ellos a la hora de hacer arder en llamas todo tipo de lectura. Pero al conocer a una vecina, nuestro protagonista comienza a ver las cosas de modo diferente. Empezando por preguntarse que es lo que contienen esos libros. Al averiguarlo, Guy Montag deja de ser perseguidor, para convertirse en perseguido, y empieza a vivir escondido, y verse obligado a guardar sus libros en los recovecos de la casa; ese no es problema para un experto en busquedas de los mismos.
Debo reconocer el hecho de no haber leido la novela, pero la realización de Francois Truffaut es brillante, desde la construcción de los personajes, hasta el montaje, sin olvidar la adaptación del guión, la cual es más que indicada. Cabe destacar también la forma en que se transforma el personaje central en la película, la cual tuvo un claro homenaje en la película "Equilibrium", de Kurt Wimmer.
Si bien para esta ocasión Truffaut se aleja de la Nouvelle Vague, no deja de ser una de sus mejores películas, y el hecho de que haya prendido fuego o no los libros no hace a la cuestión, más sabiendo que este director jamás haría una cosa así.

6.4
46,652
3
20 de marzo de 2018
20 de marzo de 2018
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras obtener el León de Oro a la Mejor Película en el prestigioso Festival de Venecia en septiembre del año pasado, "La Forma del Agua", dirigida por el cineasta mexicano Guillermo Del Toro, se fue convirtiendo progresivamente en una de las cintas más esperadas del 2017. Su anuncio de trece nominaciones para la próxima entrega de los Premios Oscar, incluyendo mejor película, mejor director, y mejor guión original, no hizo más que incrementar el foco de interés por poder visualizar la nueva película del director de "El Laberinto del Fauno".
La historia de "La Forma del Agua" transcurre en la década del 60′, en plena época de la Guerra Fría, y de conflictos múltiples muy marcados entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La protagonista central del relato es una joven muda llamada Elisa (Sally Hawkins), una empleada de limpieza de un laboratorio gubernamental de alta seguridad, que tiene como colega laboral y amiga a Zelda (Octavia Spencer), que muchas veces es la encargada de hablar y manifestarse por ella. Por accidente, la joven descubre a un extraño sujeto con rasgos de anfibio (Doug Jones), un experimento clasificado como secreto, escondido en el laboratorio donde trabajan ambas mujeres. Curiosamente y en forma inmediata, establecerá un vinculo con este extraño personaje: notará en él puntos en común y particularidades que captarán su atención. La peligrosidad del mismo, y los riesgos de que este secreto salga a flote, más aún con la férrea presencia de por medio de Richard Strickland (Michael Shannon), será el foco natural del problema, especialmente porque Elisa, tras encariñarse con la “bestia” y sabiendo los siniestros planes que hay de trasfondo, querrá evitar su aniquilación, aún exponiéndose ella a un alto riesgo.
En "La Forma del Agua", Del Toro se zambulle en un sinfín de lugares comunes, convencionalismos, y guiños a la historia del cine clásico (y no tanto) norteamericano, sin elementos propiamente narrativos que se destaquen. Lo que en un comienzo prometía estar más próximo a sus mejores films, "Cronos", "El Laberinto del Fauno", "El Espinazo del Diablo", todas películas realizadas por fuera de la industria estadounidense, termina cayendo al vacío y resultando bastante previsible, con una marcada dosis de elementos típicos del cine fantástico como justificativo, pero con el trasfondo de un historia de amor poco original, y muchas veces contada. Es obvio quizás su homenaje al cuento tradicional de “La Bella y la bestia”, pero sus intenciones solo derivan en resultados pobres. Tampoco lo beneficia ambientarse en los 60′, no por la puesta en escena, que como era de esperarse está a la altura, sino por evocar a esa idea simplista y poco arriesgada de que “todo tiempo pasado fue mejor”, ilusión de quienes carecen de ideas nuevas y prefieren empaparse de aquello previamente aceptado. Como suele pasar en estos casos, lo mejor es la citada puesta en escena, el montaje, la fotografía y lo referido a diseño de vestuario, así como la composición y despliegue del hombre anfibio. Por lo demás, poco deja para rescatar esta nueva producción de Guillermo Del Toro.
La historia de "La Forma del Agua" transcurre en la década del 60′, en plena época de la Guerra Fría, y de conflictos múltiples muy marcados entre Estados Unidos y la Unión Soviética. La protagonista central del relato es una joven muda llamada Elisa (Sally Hawkins), una empleada de limpieza de un laboratorio gubernamental de alta seguridad, que tiene como colega laboral y amiga a Zelda (Octavia Spencer), que muchas veces es la encargada de hablar y manifestarse por ella. Por accidente, la joven descubre a un extraño sujeto con rasgos de anfibio (Doug Jones), un experimento clasificado como secreto, escondido en el laboratorio donde trabajan ambas mujeres. Curiosamente y en forma inmediata, establecerá un vinculo con este extraño personaje: notará en él puntos en común y particularidades que captarán su atención. La peligrosidad del mismo, y los riesgos de que este secreto salga a flote, más aún con la férrea presencia de por medio de Richard Strickland (Michael Shannon), será el foco natural del problema, especialmente porque Elisa, tras encariñarse con la “bestia” y sabiendo los siniestros planes que hay de trasfondo, querrá evitar su aniquilación, aún exponiéndose ella a un alto riesgo.
En "La Forma del Agua", Del Toro se zambulle en un sinfín de lugares comunes, convencionalismos, y guiños a la historia del cine clásico (y no tanto) norteamericano, sin elementos propiamente narrativos que se destaquen. Lo que en un comienzo prometía estar más próximo a sus mejores films, "Cronos", "El Laberinto del Fauno", "El Espinazo del Diablo", todas películas realizadas por fuera de la industria estadounidense, termina cayendo al vacío y resultando bastante previsible, con una marcada dosis de elementos típicos del cine fantástico como justificativo, pero con el trasfondo de un historia de amor poco original, y muchas veces contada. Es obvio quizás su homenaje al cuento tradicional de “La Bella y la bestia”, pero sus intenciones solo derivan en resultados pobres. Tampoco lo beneficia ambientarse en los 60′, no por la puesta en escena, que como era de esperarse está a la altura, sino por evocar a esa idea simplista y poco arriesgada de que “todo tiempo pasado fue mejor”, ilusión de quienes carecen de ideas nuevas y prefieren empaparse de aquello previamente aceptado. Como suele pasar en estos casos, lo mejor es la citada puesta en escena, el montaje, la fotografía y lo referido a diseño de vestuario, así como la composición y despliegue del hombre anfibio. Por lo demás, poco deja para rescatar esta nueva producción de Guillermo Del Toro.

8.2
170,685
10
11 de julio de 2007
11 de julio de 2007
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brillante, increíble, desconcertante, única, irrepetible. Mis palabras para "La Naranja Mecánica", la mejor película de la historia, filmada por supuesto, por el mejor director de la historia: Stanley Kubrick.
Kubrick realiza una dura crítica a la sociedad actual, retratando a la perfección la violencia inmersa en ella, contandonos la historia de Alex, un chico desestabilizado, que en conjunto con sus droogos, salen a realizar actos de ultraviolencia. Tras ser traicionado por sus amigos, Alex cae preso, y para poder librarse, se somete a un raro experimento.
Al igual qué en "2001;...", tenemos una fiel crítica a las sociedades modernas, en este caso recalcando los mecanismos de las sociedades de control.
36 años después, y "A Clockwork Orange" no perdió vigencia, y sigue siendo un deleite tener la chance de mirarla una, y otra y otra vez. La música es tan genial como toda la película.
Imposible no verla
Kubrick realiza una dura crítica a la sociedad actual, retratando a la perfección la violencia inmersa en ella, contandonos la historia de Alex, un chico desestabilizado, que en conjunto con sus droogos, salen a realizar actos de ultraviolencia. Tras ser traicionado por sus amigos, Alex cae preso, y para poder librarse, se somete a un raro experimento.
Al igual qué en "2001;...", tenemos una fiel crítica a las sociedades modernas, en este caso recalcando los mecanismos de las sociedades de control.
36 años después, y "A Clockwork Orange" no perdió vigencia, y sigue siendo un deleite tener la chance de mirarla una, y otra y otra vez. La música es tan genial como toda la película.
Imposible no verla
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