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España España · La Manga del Mar Menor
Críticas de El Espectador
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Críticas 66
Críticas ordenadas por utilidad
4
1 de junio de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secuela algo más comercial y más "light" del gran clásico de 1961 Los cañones de Navarone. Aquí se rebaja notablemente el presupuesto y se contrata a actores más bien de segunda fila en los papeles protagonistas. Al poco de fallecer de un terrible ataque al corazón que le dejó más tieso que un pestillo, el británico Robert Shaw dió indudablemente un paso atrás en su carrera al meterse en este desangelado proyecto que no aportó nada nuevo en su escueta filmografía....

Harrison Ford, estando todavía muy verde como actor y tras haberse hecho más o menos famosete tras su intervención en el primer Star Wars de George Lucas, comparte protagonismo con Shaw al meterse en la piel de un coronel del ejército americano que tiene que viajar con los ingleses a Yugoslavia para aliarse con los partisanos y derribar un enorme puente para así bloquear el paso y evitar el rearme del ejército nazi.....

Como en todas las novelas de Alistair MacLean ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, tenemos de nuevo a un agente doble que traicionará a los protagonistas. El inexpresivo Franco Nero se mete en la piel del capitán Lescovar, personaje prepotente y de poco fiar al que Robert Shaw tiene que borrar del mapa.

Por otra parte tenemos otra vez juntos al gigante descerebrado Richard Kiel y a la menudita Barbara Bach, quienes ya trabajaron en el film de James Bond La espía que me amó. El secundario Edward Fox interpreta el papel que el mítico David Niven hizo en su momento (esto es rebajarse a gusto) y el actor afroamericano Carl weathers, muchos años atrás de embarcarse con Arnold Schwarzenegger en Depredador, interpreta aquí a un oficial americano detenido por la policía militar, camorrista, espabilado y con puños de hierro que tiene que soportar los chistes racistas del falso partisano Kiel y que no tiene reparos en defenderse de este descerebrado y unirse a la peligrosa misión en Yugolsavia encabezada por Shaw y Ford tras ser liberado de su arresto.

En definitiva, una secuela bastante discreta, con no demasiada acción y filmada para salir del paso, a años luz del trepidante gran clásico de 1961 protagonizado por Anthony Quinn, David Niven y Gregory Peck.

Banda sonora de Ron Goodwin (La batalla de Inglaterra, El desafío de las águilas), la cuál le añade más calidad (dentro de lo que cabe) a la peli.

Una curiosidad en cuanto al doblaje en castellano: la voz española de Robert Shaw en esta peli es la misma que la de Anthony Quinn en Los cañones de Navarone (José García Guardiola).
El Espectador
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4
1 de junio de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Remake al más puro estilo de Hollywood de la cinta de Fred Zinnemman de los setenta Chacal. En esta ocasión tenemos a dos grandes estrellas americanas como protagonistas en lugar de actores ingleses y franceses poco conocidos (como en la peli original) para dar así más tirón en taquilla. A este remake le sobran famosetes y le falta la solidez, tensión, suspense y originalidad de su predecesora. Pero el principal y gran problema de este remake es claramente su final, predecible, poco satisfactorio y nada espectacular... Parece como si el guionista lo hubiera estado escribiendo a última hora.....

La peli me mantuvo enganchado, pero el final me dejó muy decepcionado..... no por cómo acaba el personaje de Bruce Willis (que merece acabar como acaba), sino por lo poco espectacular e inverosimil que resulta ese final. Aunque a decir verdad, gran parte de la peli está llena de agujeros argumentales y de situaciones inverosimiles... pero al menos consigue entretener. Esta película es como un globo que se va hinchando y al final cuando tiene que estallar, acaba desinflándose..... terminando todo en una gran decepción.

Un imparable Bruce Willis se mete en la piel del camaleónico y desvergonzado Chacal, el cuál píde 70 millones de dólares a los rusos a cambio de borrar del mapa al director del FBI y a la primera dama. A pesar de todos los medios de los que disponen, el FBI recurre a un poco convincente Richard Gere, quien se mete en la piel de un ex-terrorista irlandés encarcelado en los Estados Unidos que hace un pacto para salir de la cárcel, colaborar en la captura y muerte de Chacal y evitar la masacre.... Al parecer sólo él puede reconocer a Chacal.

Actuaciones muy poco creíbles y acartonadas, secundarios conocidos (entre ellos un gordo y desaliñado Jack Black y Sidney Poitier, interpretando a un veterano agente del FBI) y un guión con un montón de agujeros para un remake desdeñable que supuso uno de los mayores batacazos a nivel de crítica del escocés Michael Caton-Jones, pero que sin embargo funcionó bien en taquilla (recaudó 154 millones de dólares en todo el mundo).

Para verla una vez y punto.

Pdta: Si pensábais que era una mariconada ver a Arnold Schwarzenegger disfrazándose de mujer en Junior, no os perdáis los "Gay Kisses" que vuestro rudo action man favorito Bruce Willis tiene en esta peli con un ejecutivo de Washington.... ¡para mear y no echar gota!... Jaajajajajajj... Mientras tanto, el madurito de Richard Gere, se liga en otra escena a un par de pivones de yate en el Burnham Park Yacht Club de Chicago.
El Espectador
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4
23 de marzo de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama surfero ambientado en Hawái en el que un tiburón con muy malas pulgas le arranca el brazo a una joven y prometedora surfista de campeonato, aunque la historia acaba atascándose y nos pinta a la protagonista como una "superstar" en un gran ejemplo digno de superación.... firmando autografos, regalando tablas de surf a sus fans y asistiendo a misiones de caridad en Tailandia.... como si antes de este incidente (basado en un hecho real ya sea dicho) nadie en la historia de la humanidad hubiera perdido una extremidad o se hubiera jugado la vida al ser atacado por un tibuón.... (algunos de los casos reales más famosos de estos incidentes: el del roquero de los cincuenta y buzo profesional australiano Henri Bource, la estilista y diseñadora estadounidense Heather Boswell, la actríz australiana Marcia Hathaway o el líder de expediciones para observar al gran tiburón blanco y antaño pescador submarinista Rodney Fox).

Los personajes centrales se componen de una familia de clase media/alta genuinamente americana, calculadora y ante todo inverosimil encabezada por un madurito Dennis Quaid, quien, tras el desmadre de aquel esperpéntico Tiburón 3D (1983) y por segunda vez en su trayectoria interviene en una película relacionada en parte con la temática de los tiburones. Helen Hunt (la camarera de Mejor.... imposible) encarna a la madre de nuestra protagonista.

El actor que hacía del padre en Poltergeist, da vida al cirujano que salva la vida de la chica tras ser atacada por el tiburon. Me quedé a cuadros de lo tan jodidamente viejo que aparece en esta peli (los años no pasan en balde). Completan el reparto un tal Kevin Sorbo de agua y Lorraine NICHOLSON... sí, sí, una más de los muchos hijos e hijas que ha tenido el gran Jack en su extensa trayectoria de puteo, LSD, orgías e infidelidades varias a espaldas de Anjelica Huston.

En resumen, película con mucho aroma a telefilme para echarle una ojeada por curiosidad y punto. Del montón.
El Espectador
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3
7 de noviembre de 2017
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo curiosamente la novia de Sean Connery por aquellas fechas, Raquel Welch protagoniza esta plana e insulsa versión descafeinada de James Bond rodada en el sur de España en la que el puntito de calidad son única y exclusivamente las breves tomas de nuestra sexy protagonista en bikini y recién salida del mar, con gotas deslizándose suavemente por su buen par de melones. Por lo demás: actuaciones pobres, malotes nada creíbles y acartonados y un guión vacío e inexistente para una película fácilmente olvidable. Raquel Welch rodó muchas películas en España gracias al éxito de "Hace un millón de años", pero a diferencia de esta, ninguna de ellas han llegado a convertirse en clásicos de culto.

La película, a pesar de ser tan sumamente mediocre tiene dos doblajes en castellano, uno de ellos bastante malo (el redoblaje).
El Espectador
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2
28 de marzo de 2019
4 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué sí, que visualmente es impactante... que tiene mucha sangre y mucha música ochentera hecha con sintetizador y todo lo que tú quieras.. ¿Pero donde coño está EL GUIÓN???..... Muchos rotulitos dignos de LP de Alice Cooper y mucho Nicolas Cage desaliñado, gordo y borracho moviéndose de un lado para otro pero no he terminado de enterarme de qué coño va este truño de peli, sencillamente porque no tiene un hilo directo, no tiene argumento alguno.... y las actuaciones son sencillamente DEPLORABLES.

Por el amor de Dios... ¿Pero quién carajo ha escrito esto??.... (¿y cuanta dosis de opio se metió a la hora de escribir semejante bazofia?....). Cuando un guión carece de base y de fundamento (caso de Mandy) de poquito sirve que me muestres escenas ultraviolentas y espectaculares con hachas-espada y motosierras acompañadas de música electrónica ochentera....

El acartonado Nicolas Cage da vergüenza ajena con su mirada de zumbado y su cara ensangrentada durante gran parte de la peli.... además no dice ni "mú". Y pensar que a este pájaro le dieron 1 Oscar.... En fin.... No Comment.

Resumen: Mierdaca Sobrevalorada.
El Espectador
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