La serie de decisiones que toma Scorpion, primero matando a Goro, para después ir por Shang Tsung y Quan Chi es excelsa. No me lo esperé para nada. Es más, estaba seguro de que vería el predecible final en el que Liu Kang derrota al campeón del Outworld, pero no fue así.

Me sorprendieron y eso se agradece.

Por cierto: Quan Chi qué hijo de puta es.

Dos escenas buenas:

1. Cuando están tirando los penales del partido es cuando más brilla Adrián Uribe. Esa escena que bien podría recortarse y funcionar como sketch, es el hábitat natural del actor. A mí y a mi mamá nos hizo reír bastante.

2. Cuando Luz Dary llora de desesperación en el funeral es una actuación de otra película. Excelente.

La moraleja es que no importa cuánto o qué ganas, sino que tu obra te represente a ti y a los tuyos. El arte es un reflejo imborrable del tiempo y espacio que vivimos. Cuando Sigrit canta en islandés, esto se entiende perfectamente.

No me gusta estar de acuerdo con todo lo que dice alguien, pero este hombre tiene razón. Los millenials somos progresistas, pero somos insufribles. Yo pertenezco a esa generación e incluso para mí es difícil seguir el paso.

Por cierto, el cabrón es tan bueno que alarga un chiste sobre la mierda hasta el final del especial y logra hacer reír. Algo tan soso y estúpido como un chiste sobre defecar es material suficiente para hacer un especial completo cuando está en el poder de Jefferies.

Hay tres cosas que me llamaron la atención de la película:

1. Que les hayan permitido hacer todo ese gore.

2. El maquillaje es exageradamente bueno. Los cenobitas son más feos que el engaño de Julia.

3. LOS CENOBITAS SON PEORES QUE DEMONIOS.
En serio, piénsalo. A los demonios los tienes que invocar expresamente por su nombre, un dibujo y alguna cosa que les guste, según el libro de Salomón. Además haces un trato con ellos en el que ganas algo específico que tú quieres a cambio de tu alma. Con los cenobitas no es así. Si encuentras un cubo negro como de rubik y lo resuelves, ya fuiste. No necesitas su nombre, ni un dibujo en el suelo, ni un símbolo; ellos van a aparecer nada más por armar ese rompecabezas, mismo que puedes armar inocentemente. Lo peor es que no vienen para cumplirte un deseo específico y luego llevar tu alma al infierno, ya que hayas disfrutado tu deseo. No, no, no. Estos hijos de perra vienen y se llevan TU CUERPO - además de tu alma - a su dimensión de placer y dolor; en la cual yo sólo veo dolor, de hecho.

Putos cenobitas, así no se vale.