Pereza máxima

Tienen montado un atraco con 67 rehenes y la basca se pierde como el cantares. Ahí no coordina nadie. Cada uno va a su p...bola.

Uno (tampoco es para tanto Denver) se pasa el día en una cámara acorazada con una rehén. Primero curándole la pupa, luego pelando la pava y finalmente haciéndose novios. Previamente, le había perdonado la vida en agradecimiento a que no abortara. Un tipo duro, vamos. Ella atrapada por el síndrome de Estocolmo.

Otro, un niño de los que se pasan la vida jugando con la Play pero se mete en esta movida aunque le enternecen los vídeos de sus papás diciéndole, vuelve a casa, vuelve, por Navidad. Cuando le apetece se va por ahí a tontear con la malota, a ver vídeos, lo que se le ocurre.

Otra, la malota, de vuelta de todo pero le gusta el niño, fíjate. Se pasa la serie dando vueltas por el edificio y pillando a la gente haciendo cosas que nunca hace un atracador que se precie. Pero no pasa nada, no hay consecuencias.

Los rehenes van al baño más que mi abuelo que está tocado de la próstata, y los atracadores tienen toda la paciencia del mundo para esperar fuera mientras los primeros maquinan, hablan de cabina a cabina, etc.

Ahí no está en su puesto ni su padre, es más, es que nadie tiene puesto fijo. Ellos deambulan por la casa de la moneda a su libre albedrío.

Nos ha faltado ver a los moteros llevando pizzas, hamburguesas, sándwich, etc. pues comer, comen bien. ¿Por donde entraban?

Por no aburrir no sigo, ademas, tienen Vdes. que verla y pasar por lo que hemos pasado todos.

Me gustó el personaje de Alba Flores y más me gustó ella. Me gustó Berlin (él, Pedro Alonso) que consiguió ser mi héroe siendo el jefe de la banda; que me pasé al enemigo, vamos. Muy bien el trabajo del Profesor, lástima que le obligaran a vivir un romance con la inspectora, que mal se tiene que pasar como actor cuando te hacen hacer esas memeces.

No son necesarias las escenas de sexo, ninguna.

No obstante le he puesto un 6. Me he entretenido y me he quitado de la cabeza esa manía que tengo de buscar lo verosímil a las cosas. Me lo he planteado como una serie de ciencia ficción o de dibujos animados y me lo he pasado bien viéndola.

Es más, gracias a Netflix voy a ver la segunda temporada. A ver qué tal.

Imposible revelar ningún secreto, no pasa nada relevante, no hay nada que destripar.

Me gustó el final Made in Hollywood como máquina de fabricar ilusiones, cambiando el curso de la historia y evitando el asesinato de Sharon, su hijo y sus amigos. A Polanski le habrá gustado. Al menos ha podido ver en sueños otra versión, la mejor, de aquel suceso que le marcó la vida. Todo un homenaje de Tarantino hacia él.