Si sube una chica comiendo 'Toblerones' en tu taxi y encima es bonita y está nerviosa porque tiene que ir a un casting puede que esa carrera se convierta en algo más que llegar a ese destino... Y si ese destino oscila, como la mayoría de ellos -si es que realmente existen-, hacia otro desenlace, tú tendrás que esforzarte para tratar de cambiarlo poniendo todo de tu parte, ni que sea en portugués, por si puedes mejorar la ruta en la vida de esa chica... Por intentarlo que no quede. Y eso nos lleva honestamente y sin trampas al resultado final: un viaje a la realidad.

Ganó un Premio Goya en la edición de ese año y sus dos protagonistas lo interpretan con fuste. FA me pide que detalle un poco más los aspectos cinematográficos del cortometraje como si el ceñirme a la historia no resultara suficiente: pues está bien rodada, dentro de un vehículo, lo cual no es óbice para que se produzca un salto importante de tiempo dentro de él y nosotros lo encajemos con nitidez, gracias a unos 'Toblerones' también (francamente, el guionista y director del minifilm creo que agradecería mi modesta aportación sea más o menos técnica y/o aceptable pero hecha desde el respeto y la admiración; de hecho voy directamente a enviársela).

Diría que es un documental en blanco y negro, le faltan grises... pero teniendo en cuenta que el ex-alcalde de Ponferrada declinó participar en él ¡bienvenido sea! Y es, por momentos, un relato o retrato del miedo, sin paliativos. Agradezco la intervención de Juan José Millás posicionándose desde el primer momento a favor de Nevenka y espero la película que está terminando, o ha terminado ya Icíar Bollaín sobre el mismo caso, "Soy Nevenka", que seguro le cuaja bien aunque tiene el 'feliz' hándicap de que a Ismael Álvarez lo interpreta Urko Olazabal que es aquel etarra arrepentido que nos enamoró en "Maixabel" y que tiene muchos números para camelarnos aquí disfrazándose de oveja aunque en el fondo sea un lobo...

Es una historia que duele, y duele mucho, se carguen más o menos las tintas en ella pero el resultado es el mismo... Cómo la tensión política pero sobre todo cinematográfica en la etapa del 'destape' del momento -lástima que no se destaparan más cosas de verdad- envuelve a una joven hasta sus posteriores consecuencias. Hay una escena crucial en ella, durante el rodaje de una película, que clama al cielo -o, al infierno directamente- y si hay alguien aún que se vea reflejado ahí que clame y siga clamando. La actriz protagonista es muy buena, estupenda, y el resto del reparto la acompaña muy bien. Quizás no importe tanto -¡o sí!- quién o quienes se esconden detrás de todo lo que pasó pero lo que es indudable es que nadie va a restituirle la vida a esa muchacha. Y homenajearla aquí, como precisa su hábil y eficaz director al principio, creo que merece la pena. Nosotros sí estamos aquí para seguir viéndola y tenerla aún en cuenta haya o no un teléfono de por medio... Gracias.

Quim Monzó en La Vanguardia de hoy, Jueves Santo, escribe un comentario muy bueno, como la mayoría de ellos, en torno a la película “Ben-Hur” y como cada vez que la reponían en Semana Santa, ésta y cualesquiera otras religiosas -que eran la dieta del momento-, la gente más bien se ciscaba cuando en la actualidad esas mismas personas o sucesoras la prefieren como programación… ("El tiempo pasaaará…", con música de Herman Hupfeld en "Casablanca"). Y, hoy también, al coincidir con mi buen vecino Joan en la calle y hablarle de este film me dice que no soporta a Charlton Heston por la historia aquella de los rifles… No diré que le falte razón y, al igual que una joven comentarista de arte e ‘influencer’, termino muy en boga ya, que me cae la mar de bien, ‘Claramore’, opta por no separar trabajo de vida personal. Pero servidora, y esto es a lo que voy, recién aterrizada del Aldi que la intendencia es la intendencia, pillo los últimos veinte minutos de “Ben-Hur” y allí estoy yo, plantada delante del televisor con todo el contenido del carrito de la compra a medio distribuir, o a distribuir por entero… Aay, Señor…! -suspiro largo y eso que ya no he visto a Mesala-, donde esté una buena historia bien contada, bien interpretada, etc, etc, etc, que se quite todo lo demás… Y si encima te sueltan frases como la de: “¿Para tener un final así ha nacido este hombre?” -refiriéndose a Jesús-… “No, para este principio”. Yo ante William Wyler me arrodillo y le venero. Al príncipe de Judea también.

(Y ahora me voy a ver "Los elegidos" en TV2 que esta es otra, más moderna... Por espíritu semanasantero que no quede ;))

Tremenda. Tan solo con dos escenas, la de Garner 'denunciando' y el comentario final dentro de un ascensor, por ejemplo, ya hay todo un tutorial completo... Voy a meterme en camisa de once varas al decir que tan fuerte como comprometer el cuerpo es también comprometer el alma ("Quién calla otorga")... Y de eso saben mucho cada uno de los oficinistas de esa productora 'ficticia' anclada en la realidad con actores que lo clavan. Es una mala comparación pero una vez leí, sobre Chéjov, que las intenciones de sus personajes eran buenas pero sus actos no tanto... En resumen, una película aleccionadora que muestra sin mostrar porque no necesita de más para sugerirlo todo. Hacer algo más que mirar ya es labor de cada cual.