Soy seguidor tanto de la serie como del manga y es sin lugar a duda la más divertida e irreverente de todas las series.

Yoshio Sawai (el autor) es todo un personaje que nos presenta capítulo a capítulo combates absurdos. Bobobo Libertacabelleras, el protagonista, estara acompañado por otros luchadores del absurdo como Don Patch o Tokoro Tennosuke. Para dar un toque de cordura a la serie estan Beauty y Heppokomaru (no siempre).

No puede hacer gracia a todo el mundo. Es más, algunos la consideraran estupida y sin gracia, pero esta serie tiene algo especial, quizá que no se haga rutinaria por su sin sentido constante y el continuo cambio de escenarios.

Una pena, que la censura acabará con la serie en Japón. Algo más absurdo que la propia serie, ya que de por si esta bastante censurada respecto al manga original y no merece el calificativo ni de +7. No obstante, el manga sigue con la historia inacabada de la serie.

Y en este caso, toca morir.

Romero vuelve a hacer lo mismo de siempre y esta vez establece el conflicto entre pobres y ricos como contexto.
Pensaba que iba a ser un aliciente el hecho de que Romero volviera a su veterana saga después de una considerable pausa. Pero no veo innovación.

Un tostón y además los efectos gore, penosos. Lo más absurdo en el spoiler.

Desde hace un tiempo, Disney se tiró de cabeza a las secuelas. Segundas, incluso terceras partes. Todas en su mayoría de escasa calidad y notoriedad. Claramente, para sacar dinero fácil explotando franquicias en lugar de tener nuevas ideas.

Pero gracias a Pixar, Disney puede decir que tiene una gran franquicia con tres entregas y todas de una gran calidad.

Esta tercera entrega supera a la segunda. La calidad de las animaciones es enorme. En ocasiones parece que los muñecos se mueven en entornos reales.

En esta ocasión, Andy ya esta hecho todo un hombrecito y va a ir a la universidad. Con diecisiete años ya ha dejado de lado a sus juguetes, con los que tanto disfruto.
No obstante quiere conservarlos, pero por error van a parar a un lugar infernal: una guardería.

Una película bonita, divertida y que gustará a pequeños y mayores.

Si recordamos el principio de esta serie, nos mostraba una idílica familia afroamericana, que salía adelante y que entre aventura y desventura nos dejaban una moraleja.
Para azucararlo más el opening de la serie era "What a wonderful world" del grandísimo Louis Amstrong.
Hasta que apareció EL secundario. Steven Urkel.

Su buena acogida le convirtió en fijo y ahí empieza lo mejor de la serie. El intro cambia por uno más marchoso y la serie se pasa al humor y deja un poco de lado las moralinas.

Una serie divertida y entrañable. Inolvidable los enfados de Carl Winslow y los mil y un tropiezos de Steve.

La serie acabó por perder encanto cuando Steve se convirtió en Stefan definitivamente. Si, ya sabeís, Steve construyó una máquina que sacaba a su otro yo. Un chico guapo, con una voz sensual y nada torpe.

Schwarzenegger ha demostrado con creces a lo largo de su carrera que es un actor versátil donde los haya.

Puede ser un cyborg letal, un bárbaro brutal o un entrañable profe de guardería. Otros actores de acción han intentado desencasillarse sin éxito, pero Arnie lo consiguió dejando además un grato recuerdo.

En la película un duro agente de policía tiene que afrontar la más dura de sus misiones: dar clases en una guardería, en calidad de inflitrado. El objetivo es descubrir cual de sus alumnos es el hijo de un peligroso delincuente y después protegerle de un posible secuestro.

Es una película familiar y divertida, que más de una vez nos hará sonreír.

Bravo por Schwarzenegger