Dos monstruos, el clima los fue forjando así, a él: su familia des-estructurada, su soledad, el maltrato en el colegio, a ella: su necesidad de sobrevivir. Pero al encontrarse son dos monstruos iguales; por naturaleza. Monstruos que se enamoran, que quieren con un amor frió, tan helado como el clima que acompaña toda la película, que les moldea como seres sombríos, solitarios, necesitados.

Una bella película llena de contrastes; fantástica y cotidiana, dulce y dolorosa, poesía con diálogos mínimos, tierna y fría. Un film muy europeo y considerando que el genero de terror sobre vampiros, parece casi propiedad exclusiva de "hollywood" no existe un adjetivo mejor. Una gran película de terror, no debido al tema de los vampiros, sino por los monstruos que esconde ese paraje helado.

Falla al intentar encontrar un final feliz que no existe, una esperanza. El mismo Spielberg busca un hada azul que es solo plástico.
Es una buena película, pero es quizá la búsqueda por darle al niño ese final que se merece, lo que la convierte en una película de consumo diario. No es la película magistral hasta el dolor que debiera haber sido.
Aun así es agradable ver al buen Spielberg, que es capaz de reflejar lo mejor del cine cuando parece asemejarse a la seda, a la poesía y su cara mas oscura; el mero consumo de masas, productos reemplazables, delebles e inocuos. La antítesis del arte.