patética caricatura de un grupo de jóvenes americanos, que no están contentos con la cómoda posición social que sus padres les han transferido, y deciden actuar como negros marginados en gestos y actos. La realidad no puede ser más estúpida, y la película sigue su halo. Inventar una historia para este contexto roza lo grotesco.

Supervalorada, como -salvo excepciones- todo lo de Allen (sino te gustan, te tachan de tonto). Comparten la acción una historia dramática con el genial Landau como protagonista, y una cómica y absolutamente prescindible, protagonizada por Woody. Esta mezcla hace difícil el resumen de una trama, que sin llegar a aburrir, tampoco despierta nada especial en el espectador. Como siempre diálogos muy prescindibles (excepto para darle un toque de realidad) y un par de frases simpáticas (siempre pronunciadas por Woody), que pasarán a la historia como si de otro Groucho se tratase.

Una película de acción en pura regla, con toques de comedia y sentimiento. Bruce Willis es un policía acabado, con visibles cicatrices en el alma, que se topa con la oportunidad de hacer las paces con la vida, aún a riesgo de perderla. Trasladando a un delincuente a priori anónimo, se vera envuelto en la caza y captura de un testigo crucial, en la acusación contra unos policías. Sólo tiene que dejarse llevar, pero le resulta demasiado difícil. Muy recomendable.

¿Arte?... el mismo que en los toros: sangre por sangre y violencia por ausencia de nada mejor. La infancia de su director Miike Takashii tuvo que ser -cuando menos- extraña, pero eso no justifica que con cuatro ideas que le daban grima, alguien le produjera una película de dos horas. Para esto, me voy a la carnicería a ver como despiezan una ternera. Ichi nunca debió salir del comic de la mano de un Tarantino sin pizca de gracia.

Buena opción para asomarse al Bollywood indio sin demasiados traumas. Los tópicos son los de siempre: mucho color, bailes y cánticos fuera de lugar, y una pizca de tradición india para no desmerecer. Pero exceptuando esto, y para regocijo de occidente, la trama se asemeja más a una comedia romántica de las nuestras, con muchas de las canciones en inglés, y un regusto optimista que deja el final, que la convierte en apta para nuestro disfrute. Eso si: los acérrimos enemigos del musical, pueden prescindir de ella ;)