Te lo digo yo, que me río hasta con los chistes malos:

"Un playmobil que va a un bar:
- Me pone una Fanta?
- De naranja o de limón?
- Da igual, si es para tirármela por la espalda."

Poco más de hora y media de película y ni una sonrisilla han podido sacarme. De lo único que tenía ganas era de quitarla de mi vista y tirar a la basura mi Lego City Pocile.
Es mentira, no tengo legos. Siempre fui más de Playmobil, de ahí el chiste.

Pero no la quité, porque sospechaba que aún quedaba un giro maestro de guión y que esta crítica nunca iba a ser escrita...y así fue, digo el giro. Con lo que no contaba es con que iba a ser patético.

Estas historias de héroes vs villanos, buenos vs malos. La chica, el chico...el Lego-amor, el hombre sabio, el fin del mundo, Lincoln, ¿Cómo? ¿Has dicho Lincoln? Sí, eso he dicho. El tío se cuela que no veas. Los pallum pallum, Booomm, Crashhh...sólo quedan 2 segundos para que pase algo que ya dejó de importarme hace como 40 minutos. Los discursos finales, las cosas emotivas que no lo son...
Todo esto ya me cansa. Y mucho.

Y pese a la crítica, que según dicen es la **** hostia bendita. Pese a todos...hay algo que quiero decir:
Esto no es una película. No te engañes. Es el anuncio más largo jamás creado. Ahora dices que no, lo sé. Pero piensa en estas palabras mañana, cuando estés en la tienda comprándote un Lego.

Y no, no es tan awesome.

La comparo, inevitablemente con Gravity (Vol.II), y me quedo helada con el resultado.

Una habla de cómo se hace bien el 3D y de cómo sufre Bullock en busca de sus premios.

La otra habla del espacio, de ciencia, de cosas que no entiendo y que me encantan, de la claustrofobia, el avance, la curiosidad, la aventura, la locura, el miedo, el fracaso, de la tecnología, de los sueños, la vida y la muerte, el terror...

Una tiene unas 10 nominaciones de diferentes festivales y 7 premios Oscar.
La otra sólo 1. Y no hablo de Oscar. Tampoco de Juan ni de Pepe.

Una tiene 44.500 votos y la otra 3.400.
Son del mismo año.

Algo no va bien, porque si hago las cuentas, sumo todas las variables, el resultado no tiene ningún sentido. La relación es inversa y no lo entiendo.

El factor determinante: El marketing + Actores con apellido conocido.

No estoy hablando de algo que nadie haya dicho ya antes, lo sé. Pero hoy me tocaba a mí echar mierda sobre los productos envueltos de mentiras que hacen que ya tengas una valoración positiva incluso antes de que hayas visto la película. Porque te meten por los ojos las 10 NOMINACIONES y quedas impactado al momento. Después viene la fase de “a todo el mundo le encanta, a mí también, no seré yo el raro, no señor”.

Y por último, te vas a casa y se te olvida la película para siempre.

[Vol.II - Gravity (2013)]

Gravity es una de esas películas que están aniquilando el cine lentamente y con todo el disimulo. Se van colando en las salas poco a poco, las intoxican, nos intoxican. Nos dan gafas de pasta muy modernas e intentan desviar nuestra atención.

Si tenemos que buscar culpables debemos mirar a esos cineastas ambiciosos, deseosos de innovar en aspectos técnicos, ser pioneros en cualquier cosa que deje marcado su nombre en algún lugar que a nadie le importa. Así que intento imaginar el momento en que comienzan a trabajar en su proyecto, y se me vienen cientos de estupideces a la cabeza:

Alfonso Cuarón un domingo por la mañana con café en mano, papel y boli. De fondo suena la musiquilla de Titanic y empieza a apretar el puño mientras maldice a James Cameron. La rabia le consume. Nadie sabe quién soy, dice. Y eso que hice Harry Potter y el prisionero de no sé qué, refunfuña. Es ahora o nunca. Se asoma por la ventana y ve a un niño jugando con una figurita de un astronauta. Ahí comienza todo e irremediablemente ya no hay vuelta atrás. Está decidido a poner todos los medios posibles en hacer una película en la que la tierra sea su fondo de telón y el espacio exterior su escenario. Una realización perfecta para nuestros sentidos, tan real que a veces casi puedes tocarla. Pero al final de la mañana el folio queda vacío.

Lo que quiero decir es que a este paso nos van a poner a un chimpancé al otro lado de la pantalla mirándonos y escupiéndonos en 3D durante 90 minutos. Y la gente dirá que qué bien estaba hecho el chimpancé y que los escupitajos casi los sentías en la cara.

"La narrativa es muy sencilla, lo que a mí me importa es que tú sientas que eres ese astronauta perdido en el espacio" No hace falta que lo jures Cuarón, no hace falta. Es más, voy a escribir el guión, con tu permiso, en 5 líneas:

No sé si hablar de la película o simplemente analizar lo mal que le sientan los años a Clive Owen. Está espantoso (más de lo normal). Casi no me he podido concentrar en lo que estaba pasando, porque en cuanto salía en escena se me venía a la mente la imagen de una patata de 1,90 con peluca.
Ya le dejo, que bastante tiene con lo suyo...

La historia ni engancha ni aburre, ni emociona, ni te importa mucho nada. Tampoco intriga porque sabes cómo va a acabar todo, y eso decepciona. Los personajes están tan estereotipados que no tienen alma.
Vacía, casi hueca, lineal y adornada con una música que juega el papel más importante de todo el reparto, ya que es la única que consigue levantar la película y hacer que no se desplome todo.
Gracias música.

El eje central es la historia fraternal, un ex presidiario y un policía. La poca química entre los actores podría ser el principal fallo. Entiendo el problema que tiene que ser congeniar con una patata, pero no es excusa de nada, también hay que atribuirle el problema a la poca sangre que tiene Billy Crudup.

El cariño, el resentimiento, los reproches, la protección...todo lo que significa tener un hermano, todo lo que no han sabido hacer aquí, lo encontrarás en “Out of the Furnace”. Que nada tiene que ver con esto, pero a quién le importa.

¿Sparks? Pero quién es ése, me preguntaba yo. Y tal fue mi curiosidad que me puse a ver la película, así sin pensármelo, sin tener ni un voto en FA, con toda mi osadía hacia lo desconocido.

Ahora que ya la he visto, todavía no entiendo cómo no me dio una isquemia cerebral a mitad de la película. Me quedaré con la duda por lo menos hasta mañana. Esas son mis reflexiones finales tras los títulos de crédito.

Bueno, en realidad estoy mintiendo. Tengo muchas más cosas que me inquietan y no dejo de pensar en ellas.

Por ejemplo, el casting. En qué pensaban. Vamos a coger a los peores actores que conozcamos...y a los que no conozcamos también, el caso es que todos sean horribles; que el espectador se sienta abofeteado cada vez que hablen, y también cuando no hablen. Coge a esa chica pequeñita con cara de asco, sí ésa...la que mete tripa muy bien para parecer más atlética, nos va perfecta como superheroína que da palizas a tíos grandes. Qué creíble nos está quedando nuestra chupi-peli.

No paro de darle vueltas a qué demonios le pasaba a la cámara, es decir, que a veces salía una panorámica bastante lograda, con un efecto cómic muy chulo...y entonces aparecía una imagen con menor calidad que los vídeos que hacía mi blackberry ya jubilada, muerta y enterrada. Así todo el rato.
¡Ni siquiera te crees la lluvia! Todo se ve tan falso y cutre...puede que buscasen lo cutre, no sé. En ese caso, el objetivo está cumplido.

No sirve ni para esos que piensan "sólo quiero ver una película que me entretenga un rato, que no haya que pensar mucho; hoy estoy cansado, he tenido un día muy duro". Te lo digo, no veas ésta. Si lo que quieres es no pensar mejor ponte cualquier película de Roland Emmerich, mil veces mejor.

Por cierto, si eres director y vas a hacer una película te voy a dar un consejo. Toma nota que es gratis. Cuando haces una escena un poco larga, donde alguien está fumando...preocúpate del cigarro un poco. Porque yo me fijo siempre en esas cosas, y eso de que el pitillo tenga diferente tamaño a cada cambio de cámara queda fatal, que lo sepas.