Críticas de Tomine
10 de mayo de 2006
47 de 72 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con demasiada frecuencia se ha venido calificando, siempre acompañada de entusiasmados elogios, la puesta en escena de directores como Howard Hawks o Raoul Walsh como de "invisible". Siempre en oposición a directores de cámara más móvil o de mayor personalidad estilística, como Hitchcock o Kurosawa. Cuántas veces lo he leído: la cámara a la altura de la vista, la honestidad de la dirección invisble.
¿Qué es más "invisible", una cámara libre, sin límites impuestos, pero tratada con sentido de la emoción y la contención, al servicio de las realidades, objetivas y subjetivas, materiales y psicológicas, de la acción...?
¿...O una cámara encorsetada, atada a un punto de vista fijo y arbitrario, como un elemento registrador de personajes que se mueven siempre en función de ella, que posan para ella en un plano paralelo y a una distancia predefinida, y cuya presencia material de objeto en trípode es patente y perceptible?
Ah, y muy buena la peli, por cierto.
¿Qué es más "invisible", una cámara libre, sin límites impuestos, pero tratada con sentido de la emoción y la contención, al servicio de las realidades, objetivas y subjetivas, materiales y psicológicas, de la acción...?
¿...O una cámara encorsetada, atada a un punto de vista fijo y arbitrario, como un elemento registrador de personajes que se mueven siempre en función de ella, que posan para ella en un plano paralelo y a una distancia predefinida, y cuya presencia material de objeto en trípode es patente y perceptible?
Ah, y muy buena la peli, por cierto.
9 de mayo de 2006
60 de 138 usuarios han encontrado esta crítica útil
...Y ese porte erguido cuando corre. Es que eso es ser cool, te digo.
Que chulo le queda el traje... casi tan chulo como él...
Mira, mira,... con qué estilo remata a los otros...eso es clase, ya.
Cómo le brilla la pistola, mola un mol cuando la saca... y es que jo, mamá...
yo de mayor quiero ser un tío guay como Toncrús.
Que chulo le queda el traje... casi tan chulo como él...
Mira, mira,... con qué estilo remata a los otros...eso es clase, ya.
Cómo le brilla la pistola, mola un mol cuando la saca... y es que jo, mamá...
yo de mayor quiero ser un tío guay como Toncrús.
9 de mayo de 2006
58 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
La piel de gallina es el orgasmo cinematográfico. Como sensación corta que es, está ligada a momentos.
Los momentos capaces de provocarla suelen "escapar" de la película. No son potentes, no son intensos. Únicamente tienen magia.
Y esta magia no puede estar ligada al énfasis... sino a lo sutil. Con frecuencia, la sensación pura de miedo, que es fugaz, no se encuentra en las películas de terror...
Mizoguchi, con su poético susurrar, era un cultivador de estos momentos. El de "Cuentos..." no es otro que el instante en que...
Los momentos capaces de provocarla suelen "escapar" de la película. No son potentes, no son intensos. Únicamente tienen magia.
Y esta magia no puede estar ligada al énfasis... sino a lo sutil. Con frecuencia, la sensación pura de miedo, que es fugaz, no se encuentra en las películas de terror...
Mizoguchi, con su poético susurrar, era un cultivador de estos momentos. El de "Cuentos..." no es otro que el instante en que...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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9 de mayo de 2006
28 de 40 usuarios han encontrado esta crítica útil
Concibo a los "ejercicios de estilo" como obras donde el fondo y la forma no van de la mano o, dicho más propiamente, no son una única cosa. Al mismo tiempo, la audacia, originalidad o belleza de su componente formal las hace dignas de interés.
Con su estética lánguida y deslumbrante por un lado, y su historia de amor sacada de una comedia de situación por otro, "Corazonada" es un precioso ejercicio de estilo.
Con su estética lánguida y deslumbrante por un lado, y su historia de amor sacada de una comedia de situación por otro, "Corazonada" es un precioso ejercicio de estilo.
9 de mayo de 2006
377 de 457 usuarios han encontrado esta crítica útil
El oficio de un director no consiste en grabar, sino en concebir.
No debe rodar, sino imaginar.
No debe tomar imágenes, sino esculpirlas.
Cada plano de una película es una creación. Los rodajes de guiones arreglados en montaje sólo conducen a la mediocridad.
Sin permitirse una concesión al relleno, el primer plano de "La Naranja Mecánica" ya es un puñetazo en la mesa. La primera nota de una sinfonía de dos horas.
Cuando el cine se "fabrica" así, no está supeditado a la tensión de la situación, ni al interés argumental, ni a la fuerza de la historia. Cuando se concibe de este modo, no agota. Y soporta mil visionados, como si fuese un buen disco.
Consciente de ello, Kubrick no dejó que la debilidad de "lo impactante" convirtiese en perecedera a su película. Así que cogió al impacto y lo estilizó.
No debe rodar, sino imaginar.
No debe tomar imágenes, sino esculpirlas.
Cada plano de una película es una creación. Los rodajes de guiones arreglados en montaje sólo conducen a la mediocridad.
Sin permitirse una concesión al relleno, el primer plano de "La Naranja Mecánica" ya es un puñetazo en la mesa. La primera nota de una sinfonía de dos horas.
Cuando el cine se "fabrica" así, no está supeditado a la tensión de la situación, ni al interés argumental, ni a la fuerza de la historia. Cuando se concibe de este modo, no agota. Y soporta mil visionados, como si fuese un buen disco.
Consciente de ello, Kubrick no dejó que la debilidad de "lo impactante" convirtiese en perecedera a su película. Así que cogió al impacto y lo estilizó.
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