El príncipe de hadas que nos vendieron en nuestra infancia ya no existe. Es un capullo que al igual que todo el mundo esta condicionado por lo convencional. Y no durara en sacrificarte por un polvo rápido y una chica insípida aunque el precio por acercarte a el fuera sacrificar lo mas preciado que tenias.
Y perder una parte de ti para siempre.
Y es que las mujeres no siempre somos temibles depredadoras que atraen con su belleza a los incautos .
A veces somos pasionales como Golden y nos dejamos llevar por nuestros mas bajos impulsos. Y otras sin embargo miramos el mundo con la misma inocencia de Silver, que puede aceptar aun que el precio por amar sinceramente sea evaporarse con una sonrisa.
Y es que la inocencia nunca sobrevive en este mundo despiadado y cruel que nos obliga a vendernos al mejor postor y a convertirnos en seres dañinos, deshonestos y crueles.
La bondad y la inocencia son una catástrofe natural de frecuencia reducida que traen consigo oleadas de tristeza y hacen difícil la supervivencia.
Eso aprenden estas dos hermanas al ascender a la tierra y conocer la humanidad.
Y al final resulta que los realmente crueles son los seres humanos que envidiaban desde la costa .
Porque su ansia es un ansia letal y arrebata todo lo que toca pero al menos no mata poco a poco con una sonrisa.

Brutal la escena donde el tipo tatuado le cuenta a Golden la historia de la espuma de mar.

Películas como estas o te parecen interesantes o las odias.
Como algunas personas no tienen termino medio.

Y a mi me ha cautivado. A veces sin comprender bien lo que veía, otras sintiendo horror, aprehensión o curiosidad. Pero siempre fascinada con los números musicales y lo bizarro de las escenas.

Como decía, es un suceso clave el que acaba por cimentar su amistad. La violación de Nur por parte de su prometido. Algo de lo que el mismo se sirve para forzarla a adelantar su matrimonio y poder manejarla a su antojo. Una relación sexual forzada que dejara marcas y secuelas permanentes tanto en ella como en sus compañeras.
Me ha encantado cuando las tres chicas se unen para perseguir al violador y cancelar el matrimonio que Nur tiene con el. Pero sin embargo es una victoria agridulce, algo que no acaba por consolarnos ante tanto maltrato, sometimiento y vejación. Nur consigue que el hombre que la ha violado anule su compromiso pero no consigue poder denunciar esa violación ni tampoco puede admitir haber sido violada abiertamente. Su violador es un tipo religioso y creyente. Alguien que se las da de santo. Un hombre tan corrompido por la moral y la religión que ya no puede ver a su alrededor mas que depravación. Un demonio que ve el mal en la honestidad y es incapaz de ver la maldad que tiene dentro. Una maldad que esconde bajo una beatitud postiza y casposa que todos aplauden.


Si bien es cierto que a alguna gente le chocara la película, a mi me ha encantado. Nos muestra un ambiente donde si bien es cierto que se ha avanzado, la situación de la mujer sigue siendo peliaguada.
Porque aunque Laila y Salma pueden elegir la ropa con la que se visten y las personas con las que tratan,en Tel Aviv siguen siendo tan esclavas como en sus pueblos natales.


Las imposiciones culturales y la represión religiosa intentan robarles una dignidad que se han ganado con mucho esfuerzo. Pero el mundo, ese mundo donde se han criado no se lo pone fácil.


Porque ser mujer en el mundo árabe nunca sera fácil.


Muy recomendable y con un guiño feminista necesario.

Paul Spector es un hombre común. Un vecino, un hijo, un padre de familia. Una persona con la que puedes cruzarte por la calle al salir de casa. Alguien que te sonreirá de manera entrañable cuando te salude, un orientador entregado al que le abrirás tu corazón y tu mente, poniendo a su disposición todos tus secretos. Un padre de familia amoroso que acompaña a sus hijos al colegio, les lee un cuento y los arropa por la noche antes de acostarse. Para su hija es un héroe, la persona mas importante en su vida. Para su mujer un hombre fiel y entregado con el que compartirá el resto de su vida.
Su aspecto tampoco es terrorífico. Es un rostro y un cuerpo atractivo, alguien que no parece ser el foco de toda la violencia y la maldad que lo completa. Alguien a quien nunca imaginarias robandole la vida a alguien.
Sin embargo no es un monstruo. Aunque sea capaz de cometer las mayores atrocidades del mundo. Es solo un hombre.
Nuestra tragedia es no poder verlo como un ser lejano y espectral. Saberlo como alguien cercano y palpable.
Del otro lado encontramos a Stella. Una policía que hará todo lo posible por atraparlo. Una mujer que ha luchado durante toda su vida por no ser menospreciada en su trabajo y destacar ante todo y todos.
Es curioso que un asesino en serie y una policía tengan tanto en común pero así ocurre.
Stella y Paul son metódicos, observadores, detallistas, amantes del control y el orden. Les gusta atesorar todo el poder posible, disfrutan cuando dominan las situaciones que les son hostiles. Ambos van a lo suyo. Sin tener en cuenta lo demás. Persiguen un objetivo y no paran hasta que lo consiguen, cueste lo que cueste y traiga lo que traiga consigo. Pese a ello en el fondo son personas altamente emocionales, se dejan llevar por sus pasiones, sus instintos y sus sentimientos mas profundos.

Me gusta que Paul sea una persona común, un padre de familia presuntamente amable y delicado.
Me gusta que sea un rostro mas en la ciudad, alguien en quien nunca repararías.
Me gusta el tono melancólico, cruel, oscuro y trágico que persigue la serie.
La tristeza innata que desprende.

Me gusta la caza por que es real y triste.
Tan real y triste como lo es la vida.

Por cierto los diálogos entre el personaje de Paul y Stella son IMPRESIONANTES.
Es una pena que esta serie tenga tan poca visibilidad y relevancia y por eso estoy escribiendo esto.
Se merece una oportunidad.

¿En cuantos programas hemos visto el mismo argumento?. ¿Cuantas veces nos ha contado este cuento en directo la televisión?, ¿De cuanto morbo y auto humillación se alimenta la audiencia de las cadenas que cientos de personas ven cada día como zombies sin conciencia?
Charlie Brooker hace una radiografía del alma humana , haciendo zoom en las imperfecciones y lo grotesco. Y nos pega una buena paliza, una verdadera patada en nuestras partes bajas. Nos señala lo poco que hemos evolucionado realmente y se ríe de nosotros.
Y no podemos hacer otra cosa que quitarnos el sombrero. Porque como en este episodio, en la vida nos queda muy poco de autenticidad.
Hemos convertido las sensaciones, los momentos únicos y la privacidad en un album compartido con el que intentamos que nuestra vida sea mas intensa y menos monótona.
Hemos perdido la facultad de discernir entre lo real y lo ficticio.
Esta serie lo sabe de sobra y lo explora.




Podría haber elegido cualquier episodio porque lo cierto es que a pesar de tener tres temporadas no me ha decepcionado ninguno. Si bien es cierto que la critica de Charlie suele ser mas bien oscura , cínica y demoledora sigue sorprendiéndonos y en algunos momentos nos regala destellos de luz y de esperanza. Como en San Junispero.



No tengo nada mas que añadir. Una de mis series favoritas. La recomendaría hasta la saciedad a cualquiera.
Pero se muy bien que solo algunos pueden disfrutarla tal y como se merece.