Dirigido por Joseph H. Lewis y protagonizado por Sterling Hayden, la película es conocida por su atmósfera sombría y su poderosa puesta en escena.

A pesar de ser una producción de bajo presupuesto, ha sido elogiada por sus escenas dialogadas bien construidas, una fotografía excelente de Ray Rennahan (B&N) y una estupenda BSO de Gerald Fried.

El guion, escrito nada menos que por Dalton Trumbo bajo el seudónimo de Ben Perry, presenta una trama de venganza y justicia en la que un inmigrante sueco es asesinado por negarse a vender su granja a un hombre ambicioso, Ed McNeil (Sebastian Cabot), que ha descubierto petróleo en las tierras.

Los granjeros están asustados y no se sienten capaces de enfrentar al temible asesino, Johnny Crale (Young), quien sirve a McNeil. En este punto llega el hijo de Hansen, Georg (Hayden), un experimentado pescador y diestro con el arpón, pero nada ducho con las armas... aunque sí anhela hacer justicia.

Es de destacar la dignidad de los personajes que, a pesar del miedo, encuentran el valor para enfrentarse al asesino que sirve al antagonista. Además, se resalta la interpretación de Nedrick Young, quien da vida a un pistolero manco que encarna el miedo y la maldad. Muy bien Sterling Hayden, como el sueco venido de fuera y justiciero.

Algunos comentarios en los diálogos tienen excelentes comentarios políticos, para quienes quieran entender, y la trama involucra la necesidad de que los pequeños propietarios de las tierras se unan.

“Terror en una ciudad de Texas” es apreciada por su enfoque único dentro del género western y por cómo utiliza sus limitaciones presupuestarias para realzar la narrativa y la tensión visual.

Magnífica peli sobre los programas de la TV, la duda y honestidad de un muchacho preparado

Una muy interesante película de Danny Boyle y Loveleen Tandan, con guion de Simon Beaufoy que adapta una novela de Vikas Swarup, con resultado de una cinta muy entretenida y a la vez emocionante sobre el muchacho Jamal Malik (Dev Patel, muy bien), un adolescente de los suburbios de Bombay que participa en un popular programa para hacerse millonario a través de preguntas.

Cuando el muchacho está a punto de conseguir el máximo premio del concurso, este es interrogado por la policía, por la sospecha de que esté haciendo alguna fullería. Jamal tiene una respuesta certera para cada una de las preguntas.

Idea superlativa para una película buena movida por la intriga. Historia emocionante y compleja, conmovedora y estimulante. Hay color, sonido y dinamismo en una trama que mantiene hasta el final la emoción.

Tiene gracia, vida y estarás pegado a la silla todo el tiempo, con vívidas imágenes de la India nueva y antigua, con gran fotografía de Anthony Dod Mantle, acompañada de una sensacional música de A.R. Rahman.

Espeluznante, inolvidable, llena de vida y graciosa.

Dirigida con su maestría habitual por William Wyler, estamos ante una obra cinematográfica que se sumerge en la vida de los Birdwell, una familia de cuáqueros en Indiana durante la Guerra Civil Americana.

La película explora el conflicto interno entre los valores pacifistas y la realidad violenta de la guerra, presentando un dilema moral que resuena a través de la narrativa. Pero a la vez, la obra está trufada de humor y buena onda, lo que la hace muy agradable.

Tiene el filme capacidad y solvencia para abordar temas complejos con sensibilidad, profundidad y vis cómica, como digo.

La dirección de Wyler es alabada por su habilidad para equilibrar los elementos dramáticos con momentos de ligereza y humor, creando una experiencia cinematográfica que es tanto conmovedora como entretenida.

Gary Cooper, en el papel de Jess Birdwell, entrega una actuación que es a la vez autoritaria y empática, capturando la esencia de un hombre atrapado entre sus principios y la realidad de su entorno.

La narrativa destaca por su enfoque y centramiento en la humanidad de sus personajes. A través de la familia Birdwell, la película presenta una visión íntima de cómo las personas pueden luchar con sus creencias en tiempos de crisis.

La actuación de la bella Dorothy McGuire como Eliza Birdwell es particularmente destacable, ofreciendo una representación matizada de una mujer cuya fe es puesta a prueba por las circunstancias que la rodean. Hay otros actores como el mismísimo y joven Anthony Perkins.

Visualmente es impresionante, con la fotografía de Ellsworth Fredericks capturando la belleza pastoral de la vida rural, en contraste con la brutalidad de la guerra. La música de Dimitri Tiomkin complementa la atmósfera, añadiendo una capa adicional de emoción al relato.

Aunque algunas críticas señalan una falta de tensión dramática y una narrativa que a veces parece indecisa en su tono, sin embargo, la cinta ofrece una historia representada de forma honesta y sin adornos de la vida cuáquera, a la vez que penetra en las decisiones morales de sus personajes, lo cual no excluye algo de risa.

“La Gran Prueba” es una película que desafía al espectador a reflexionar sobre la naturaleza del pacifismo y la violencia. Con actuaciones sólidas y una dirección experta, se mantiene como un ejemplo significativo del cine que aborda temas de conciencia y fe con una perspectiva reflexiva y matizada, y simpatía, mucha simpatía.

Dirigida magistralmente por Michael Curtiz, conocido por pelis clásicas como “Casablanca” o “Alma en suplicio, la historia se centra en un niño que ha quedado mudo tras presenciar la muerte de su madre y la destrucción de su hogar durante la Guerra de Secesión.

Su padre, un veterano confederado, emprende un viaje con él para encontrar una cura para su condición. Pero durante el trayecto va encontrando dificultades que se acrecientan, a pesar de ser inocente siempre, por su indomable orgullo.

Es un filme muy interesante por su narrativa humanista y la relación entre los personajes interpretados por Alan Ladd y Olivia de Havilland. Un amor poco o nada confesado, pero evidente durante todo el metraje.

Hay profundidad emocional en la historia, magníficas interpretaciones y la dirección serena y madura de Curtiz.

Enorme belleza de la naturaleza en la pantalla capturada en la película por una sensacional fotografía de Ted D. McCord; y una bella banda sonora de Jerome Moross, que es armoniosa y envolvente.

Película conmovedora y con capacidad para emocionar al espectador.

Dirigida por Alan Le May en 1950, es un western que se adentra en el género del crimen. La historia se desarrolla en el condado de Big Bend, donde una serie de asesinatos despiertan sospechas sobre un joven recién llegado.

No es desde luego una película que sea ampliamente conocida; además, carece de la grandeza de otros clásicos del género. Sin embargo, es una obra que tiene su valor, o mejor, sus valores. Veamos.

Este western supuestamente menor, tiene elementos que podrían considerarse fantásticos, y que, a pesar de su modestia, logra convencer. Por ejemplo, es una película que tiene su encanto por apartarse de los convencional en su argumento, a lo cual se añade contar con actores de la talla de Chill Wills, John Archer o la bellísima Kristine Miller.

Además, es de destacar que es la la única película dirigida por Le May, más conocido por ser el autor de la novela “The Searchers” (adaptada por John Ford como “Centauros del desierto”), todo un detalle interesante, pues conoce el lejano oeste y sus avatares. Tengaamos en cuenta que la novela de Le May es una obra maestra y la película de Ford, aunque maravillosa, no logra superar la riqueza del material original. Para que nos hagamos una idea de lo que digo.

“Fuerte Solitario” es una película que, aunque no alcanza las alturas de otras películas de su género, se puede valorar por su singularidad y por ser el único trabajo cinematográfico de un autor notable en la literatura del oeste.