Nostalgia
1983 

7.8
5,018
29 de noviembre de 2013
29 de noviembre de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen ocasiones en que merece la pena aguantar una dura caminata sólo por ver unos minutos de puesta de sol. Pues bien, en esta película merece la pena aguantar la visión onírica de la creación y de la recreación por ver los minutos que duran los monólogos de Domenico, el loco de Erasmo o el loco de Gibran declama frases maravillosas contra un mundo que cae presa del miedo y la mediocridad o viceversa.
27 de septiembre de 2016
27 de septiembre de 2016
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrei Gorchakov, poeta ruso, viaja a través de Italia, la acción se desarrolla en Toscana, en compañía de Eugenia, una joven traductora, con el objeto de documentarse sobre un músico, compatriota suyo, del siglo XVII, quien después de abandonar su país regresó a él por la nostalgia que le provocaba el recuerdo de su tierra y de su mujer. Gorchakov, desde el comienzo de la película, da muestras de fatiga, solo le animará a seguir el encuentro casual con Domenico, un lugareño loco, pero en el que encuentra, en cierto modo, a su alter ego, siendo el personaje del escritor el alma gemela de Tarkovski.
A partir de un argumento tan simple, Tarkovski realizará su sexta y penúltima película, primera rodada fuera de Rusia, aunque en coproducción con su país. En 'Nostalgia' vuelve una vez más a su mundo particular, exclusivo, expresando su modo de ver la vida y los recuerdos idealizados de su pasado (sobre todo los de su infancia junto a su abuela, su madre, hermana y su perro pastor alemán, nótese que Domenico posee un perro igual). Para representar estos recuerdos y el pasado, no solo el suyo, pues también lo hace para mostrar un anterior suceso en la vida de Domenico, utiliza el blanco y negro, para el tiempo presente el color, muy matizado, apagado.
Tarkovski nos habla en 'Nostalgia', y se habla a sí mismo, de ese hecho melancólico que se produce tanto en su personaje, Andrei, como en él mismo, al abandonar ambos su patria; si bien, en el caso del director, este es un sentimiento imaginado, ya que escribió el argumento en 1979, tres años antes del rodaje del filme. Para escribir el guion se sirvió de la ayuda de Tonino Guerra, uno de los mejores guionistas de cine que han existido. El que al año siguiente, en 1984, el cineasta decidiera no volver a su país, era algo por él no previsto durante la creación de esta obra.
La acción transcurre por paisajes desolados, ruinas y construcciones decadentes, tal como se siente el espíritu del poeta ruso. Por cierto, los versos que se recitan en una secuencia pertenecen al padre del director. Gorchakov es un hombre espiritual, pero no religioso, llega a estrellar contra el suelo el ejemplar de la Biblia que encuentra en su habitación y, anteriormente, ridiculiza la fe que las mujeres manifiestan en la capilla de Santa Maria di Momentana, adonde acuden, ante el fresco de la Madonna del parto, de Piero della Francesca, a rogar quedar fértiles.
De los tres personajes principales, el de Eugenia es el que posee menor peso, parece no añadir nada ni al conjunto del largometraje ni a la exposición que Tarkovski hace de su universo interior; da la impresión de que al ser esta película una manufactura principalmente italiana, la RAI es su productora de mayor peso, y al estar los otros dos personajes centrales interpretados por un ruso y un sueco, respectivamente, que éste, de Eugenia, era la única forma de hacer presente en el reparto la contribución italiana al filme.
Domenico, su mente ida, impacta en Andrei, y se nos presenta como esa clase de locos que mantienen un discurso más preciso, más verdadero, que el de la mayoría de los cuerdos, como en el caso de Don Quijote. Él será quien le encargue a Andrei la extraña misión de cruzar la piscina de las termas con una vela encendida, algo que a él no le ha sido posible hacer nunca al no permitírsele a un demente tan extraña y, para él, peligrosa acción. En su discurso final, en Roma, subido a la estatua de Marco Aurelio (este detalle tampoco es banal, pues Marco Aurelio se destacó como humanista con sus 'Meditaciones') lanza una diatriba contra la humanidad actual por su egoísmo y falta de hermandad, sobre todo hacia los más débiles que, al tiempo, son los más cargados de razón.
El simbolismo, más o menos claro de entender para el espectador, tiene un papel fundamental, en el cine de Tarkovski, y en 'Nostalgia' no lo es menos. El agua, según la represente, tiene distintos significados; si aparece estancada representa decadencia, ruina; si corre a través de la naturaleza, es fuente de vida; si aparece en forma de lluvia representará destrucción, o bien, es una manera para indicar la sucesión, el puente, de una secuencia a otra; si el agua es un lugar por el que se transita, indica traslado de un estado a otro, cuando Andrei camina dentro del agua hacia el lugar donde está la niña, está regresando, por ese momento, a la infancia. El perro significa lealtad. El caballo, aparece en sus recuerdos de infancia, es la imagen de la virilidad, indica la ausencia del padre en el cuadro familiar. La leche derramándose evoca la maternidad. El fuego en esta obra aparece como destructor en un caso, el libro que se quema, y como purificador con Domenico. Los espejos expresan la propia identidad y, también, la conjunción con otra.
'Nostalgia', contiene una belleza visual que por sí misma la alza como máxima expresión del arte. En concreto, me resulta impresionante la profundidad de campo que consigue Tarkovski, casi como obsesión, en su filmación, tanto en interiores como en exteriores, Alcanza una perspectiva real, dentro de esa atmósfera hiperrealista que compone. La apertura de campo final es cumbre.
Para finalizar, decir que no me gustan los doblajes con voces ajenas en las películas. En este caso tanto Domiziana Giordano (Eugenia), como Erland Josephson (Domenico) están doblados. La parte positiva de este hecho negativo es que quienes les ponen voz son Lia Tanzi y Sergio Fiorentini, grandes actores de la escena italianos, vaya para ellos mi reconocimiento.
A partir de un argumento tan simple, Tarkovski realizará su sexta y penúltima película, primera rodada fuera de Rusia, aunque en coproducción con su país. En 'Nostalgia' vuelve una vez más a su mundo particular, exclusivo, expresando su modo de ver la vida y los recuerdos idealizados de su pasado (sobre todo los de su infancia junto a su abuela, su madre, hermana y su perro pastor alemán, nótese que Domenico posee un perro igual). Para representar estos recuerdos y el pasado, no solo el suyo, pues también lo hace para mostrar un anterior suceso en la vida de Domenico, utiliza el blanco y negro, para el tiempo presente el color, muy matizado, apagado.
Tarkovski nos habla en 'Nostalgia', y se habla a sí mismo, de ese hecho melancólico que se produce tanto en su personaje, Andrei, como en él mismo, al abandonar ambos su patria; si bien, en el caso del director, este es un sentimiento imaginado, ya que escribió el argumento en 1979, tres años antes del rodaje del filme. Para escribir el guion se sirvió de la ayuda de Tonino Guerra, uno de los mejores guionistas de cine que han existido. El que al año siguiente, en 1984, el cineasta decidiera no volver a su país, era algo por él no previsto durante la creación de esta obra.
La acción transcurre por paisajes desolados, ruinas y construcciones decadentes, tal como se siente el espíritu del poeta ruso. Por cierto, los versos que se recitan en una secuencia pertenecen al padre del director. Gorchakov es un hombre espiritual, pero no religioso, llega a estrellar contra el suelo el ejemplar de la Biblia que encuentra en su habitación y, anteriormente, ridiculiza la fe que las mujeres manifiestan en la capilla de Santa Maria di Momentana, adonde acuden, ante el fresco de la Madonna del parto, de Piero della Francesca, a rogar quedar fértiles.
De los tres personajes principales, el de Eugenia es el que posee menor peso, parece no añadir nada ni al conjunto del largometraje ni a la exposición que Tarkovski hace de su universo interior; da la impresión de que al ser esta película una manufactura principalmente italiana, la RAI es su productora de mayor peso, y al estar los otros dos personajes centrales interpretados por un ruso y un sueco, respectivamente, que éste, de Eugenia, era la única forma de hacer presente en el reparto la contribución italiana al filme.
Domenico, su mente ida, impacta en Andrei, y se nos presenta como esa clase de locos que mantienen un discurso más preciso, más verdadero, que el de la mayoría de los cuerdos, como en el caso de Don Quijote. Él será quien le encargue a Andrei la extraña misión de cruzar la piscina de las termas con una vela encendida, algo que a él no le ha sido posible hacer nunca al no permitírsele a un demente tan extraña y, para él, peligrosa acción. En su discurso final, en Roma, subido a la estatua de Marco Aurelio (este detalle tampoco es banal, pues Marco Aurelio se destacó como humanista con sus 'Meditaciones') lanza una diatriba contra la humanidad actual por su egoísmo y falta de hermandad, sobre todo hacia los más débiles que, al tiempo, son los más cargados de razón.
El simbolismo, más o menos claro de entender para el espectador, tiene un papel fundamental, en el cine de Tarkovski, y en 'Nostalgia' no lo es menos. El agua, según la represente, tiene distintos significados; si aparece estancada representa decadencia, ruina; si corre a través de la naturaleza, es fuente de vida; si aparece en forma de lluvia representará destrucción, o bien, es una manera para indicar la sucesión, el puente, de una secuencia a otra; si el agua es un lugar por el que se transita, indica traslado de un estado a otro, cuando Andrei camina dentro del agua hacia el lugar donde está la niña, está regresando, por ese momento, a la infancia. El perro significa lealtad. El caballo, aparece en sus recuerdos de infancia, es la imagen de la virilidad, indica la ausencia del padre en el cuadro familiar. La leche derramándose evoca la maternidad. El fuego en esta obra aparece como destructor en un caso, el libro que se quema, y como purificador con Domenico. Los espejos expresan la propia identidad y, también, la conjunción con otra.
'Nostalgia', contiene una belleza visual que por sí misma la alza como máxima expresión del arte. En concreto, me resulta impresionante la profundidad de campo que consigue Tarkovski, casi como obsesión, en su filmación, tanto en interiores como en exteriores, Alcanza una perspectiva real, dentro de esa atmósfera hiperrealista que compone. La apertura de campo final es cumbre.
Para finalizar, decir que no me gustan los doblajes con voces ajenas en las películas. En este caso tanto Domiziana Giordano (Eugenia), como Erland Josephson (Domenico) están doblados. La parte positiva de este hecho negativo es que quienes les ponen voz son Lia Tanzi y Sergio Fiorentini, grandes actores de la escena italianos, vaya para ellos mi reconocimiento.
11 de mayo de 2017
11 de mayo de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tarkovsky vuelve a mostrar por qué es un poeta del cine. En una película con poco o ningún argumento o tema explícito, nos deleita con unas líricas y oníricas imágenes de Italia, haciendo que parezca que estemos viviendo una especie de "duermevela" cinematográfico donde en varias ocasiones nos costará distinguir imágenes de la realidad de las que serían típicas de un sueño.
Cabe destacar el uso de la banda sonora en el filme: nula excepto en momentos señalados. La ausencia de música hace que el universo interior de los personajes, y la intimidad mutua cuando hay más de uno, se reafirme en sí misma y nos invadan distintas sensaciones según el tono de la conversación (generalmente muy calmado) y/o el propio tema del que hablen. Este silencio musical se ve magníficamente complementado con la atención y exagerada notoriedad del sonido ambiente como son el fluir del agua o el sonido del pisar en un charco.
Si eres fan de la poesía, saca un par de horas relájate y déjate llevar por la película. Puede que en algunas ocasiones te aburres o te confundas, pero la visión de la película como conjunto es una muy buena experiencia.
Cabe destacar el uso de la banda sonora en el filme: nula excepto en momentos señalados. La ausencia de música hace que el universo interior de los personajes, y la intimidad mutua cuando hay más de uno, se reafirme en sí misma y nos invadan distintas sensaciones según el tono de la conversación (generalmente muy calmado) y/o el propio tema del que hablen. Este silencio musical se ve magníficamente complementado con la atención y exagerada notoriedad del sonido ambiente como son el fluir del agua o el sonido del pisar en un charco.
Si eres fan de la poesía, saca un par de horas relájate y déjate llevar por la película. Puede que en algunas ocasiones te aburres o te confundas, pero la visión de la película como conjunto es una muy buena experiencia.
30 de diciembre de 2018
30 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las imágenes son, para mí, lo más bello de esta película, llena de tristezas y angustias. No es película para apresurados. La bella Eugenia (Domiziana Giordano) y el loco Domenico (Erland Josephson) acompañan a Andrei Gorèakov (Oleg Yankovsky), poeta ruso nostálgico de su país -- como lo estava el propio Tarkovsky cuando la filmó -- en su búsqueda de significado de una vida desarraigada, aburrida, inquieta. Una obra de arte. Sí, señor.
10 de agosto de 2020
10 de agosto de 2020
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrei Gorchakov (Oleg Yankovskiy) es un poeta ruso que se encuentra en Italia desde hace algún tiempo investigando sobre Pavel Sosnovsky, un compositor del siglo XVIII, también ruso, que pasó un tiempo de su vida en la península itálica. A Gorchakov lo acompaña Eugenia (Domiziana Giordano), su asistente y traductora que lo lleva por varios lugares, siguiendo el camino del músico tiempo atrás.
En uno de estos lugares conocen a Domenico (Erland Josephson), un hombre que es señalado como un loco, tiempo atrás encerró a su familia durante siete años para “cuidarlos” del fin del mundo. Gorchakov ve en él algo más que ese estigma que lleva, se interesa en su persona y en su pensamiento, ambos protagonizan -cada uno por su lado- un poderoso y significativo clímax en la película.
Domenico se convierte en personaje vital para la trama, reflexivo en su locura y con ideales marcados, su discurso sobre el final del filme es uno de los momentos sublimes en la carrera de Tarkovski. Domenico quiebra el idilio entre Eugenia y el protagonista, ella parece empecinada en enamorarse y lo seduce, a él no le interesa establecer nexo alguno ni con ella ni con Italia, sin embargo, la presencia del loco podría cambiar esto.
Nostalghia es una coproducción soviética e italiana, con mil dificultades en el camino, como -casi- siempre cuando se habla de la obra de Tarkovski. El escritor Tonino Guerra fue un nombre importante en la realización de esta película, desde 1976 le propuso al director filmar en Italia, en conjunto fueron desarrollando ideas para el guion (de hecho, la historia de Domenico y su familia fue una idea central allá por 1979).
En 1980 Tarkovski tuvo un viaje previo por Italia donde el guion se terminó de escribir, ahí se instalaría a partir de 1982 para trabajar en la preproducción de Nostalghia, así como otras labores paralelas (conferencias, asistencia a festivales), mientras los soviéticos hacían lo posible por retrasar la filmación, por ejemplo, le exigían viajar a Moscú por asuntos burocráticos, cuestión que el director rechazó por temor a que no lo dejarán salir más.
Este largometraje habla sobre la añoranza a la patria, la gran patria rusa que es el hogar de Gorchakov, que anhela en reiteradas ensoñaciones donde recuerda a su familia y su casa de campo, este es también el hogar de Sosnovsky, que muestra la nostalgia por su país en una carta leída por Eugenia, y por supuesto, este es también el lugar que finalmente tuvo que abandonar Tarkovski por los obstáculos que le imponían para filmar.
Como un canto premonitorio, Tarkovski terminaría sus días fuera de su patria, es claro que al momento de la escritura del guion la idea ya rondaba su cabeza, terminándose de concretar y plasmar en este largometraje.
En uno de estos lugares conocen a Domenico (Erland Josephson), un hombre que es señalado como un loco, tiempo atrás encerró a su familia durante siete años para “cuidarlos” del fin del mundo. Gorchakov ve en él algo más que ese estigma que lleva, se interesa en su persona y en su pensamiento, ambos protagonizan -cada uno por su lado- un poderoso y significativo clímax en la película.
Domenico se convierte en personaje vital para la trama, reflexivo en su locura y con ideales marcados, su discurso sobre el final del filme es uno de los momentos sublimes en la carrera de Tarkovski. Domenico quiebra el idilio entre Eugenia y el protagonista, ella parece empecinada en enamorarse y lo seduce, a él no le interesa establecer nexo alguno ni con ella ni con Italia, sin embargo, la presencia del loco podría cambiar esto.
Nostalghia es una coproducción soviética e italiana, con mil dificultades en el camino, como -casi- siempre cuando se habla de la obra de Tarkovski. El escritor Tonino Guerra fue un nombre importante en la realización de esta película, desde 1976 le propuso al director filmar en Italia, en conjunto fueron desarrollando ideas para el guion (de hecho, la historia de Domenico y su familia fue una idea central allá por 1979).
En 1980 Tarkovski tuvo un viaje previo por Italia donde el guion se terminó de escribir, ahí se instalaría a partir de 1982 para trabajar en la preproducción de Nostalghia, así como otras labores paralelas (conferencias, asistencia a festivales), mientras los soviéticos hacían lo posible por retrasar la filmación, por ejemplo, le exigían viajar a Moscú por asuntos burocráticos, cuestión que el director rechazó por temor a que no lo dejarán salir más.
Este largometraje habla sobre la añoranza a la patria, la gran patria rusa que es el hogar de Gorchakov, que anhela en reiteradas ensoñaciones donde recuerda a su familia y su casa de campo, este es también el hogar de Sosnovsky, que muestra la nostalgia por su país en una carta leída por Eugenia, y por supuesto, este es también el lugar que finalmente tuvo que abandonar Tarkovski por los obstáculos que le imponían para filmar.
Como un canto premonitorio, Tarkovski terminaría sus días fuera de su patria, es claro que al momento de la escritura del guion la idea ya rondaba su cabeza, terminándose de concretar y plasmar en este largometraje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
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