¿Qué hacemos con Maisie?
2012 

6.6
3,614
27 de abril de 2018
27 de abril de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante drama, que nos habla de un tema muy actual, el divorcio conflictivo.
Basada en una novela de Henry James, escrita en 1897, la historia se traslada al Nueva York de nuestros días y nos cuentan la pelea que mantienen un matrimonio por la custodia de su hija de seis años.
La historia y éste es su gran acierto, está contada desde el punto de vista de la niña y ello hace que, sin recurrir al melodrama fácil, ni tomar partido por ninguno de los contendientes, sintamos en nuestras carnes, el dolor, la confusión y el desconcierto, mezclado con una gran vulnerabilidad, que siente aquella y así podamos darnos cuenta de los errores, muchas veces involuntarios, en los que caemos a la hora de gestionar éste asunto tan doloroso para todos.
La niña, observará y escuchará a su madre, una madura cantante de rock, siempre de gira. Y a su padre, un exitoso marchante de arte, siempre ocupado. También influirán en ella notablemente, las respectivas nuevas parejas de sus padres, que tendrán un marcado papel en su vida.
Todos estos ingredientes hacen que esta película, modesta y sencilla se siga con interés y nos proporcione temas para la reflexión. INTERESANTE.
Basada en una novela de Henry James, escrita en 1897, la historia se traslada al Nueva York de nuestros días y nos cuentan la pelea que mantienen un matrimonio por la custodia de su hija de seis años.
La historia y éste es su gran acierto, está contada desde el punto de vista de la niña y ello hace que, sin recurrir al melodrama fácil, ni tomar partido por ninguno de los contendientes, sintamos en nuestras carnes, el dolor, la confusión y el desconcierto, mezclado con una gran vulnerabilidad, que siente aquella y así podamos darnos cuenta de los errores, muchas veces involuntarios, en los que caemos a la hora de gestionar éste asunto tan doloroso para todos.
La niña, observará y escuchará a su madre, una madura cantante de rock, siempre de gira. Y a su padre, un exitoso marchante de arte, siempre ocupado. También influirán en ella notablemente, las respectivas nuevas parejas de sus padres, que tendrán un marcado papel en su vida.
Todos estos ingredientes hacen que esta película, modesta y sencilla se siga con interés y nos proporcione temas para la reflexión. INTERESANTE.
19 de abril de 2023
19 de abril de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Drama familiar con separaciones matrimoniales en la que hay niños pequeños de por medio que, de entrada, puede parecer una temática algo trillada (y lo es, sí) pero en la que la producción encuentra la forma de introducir ciertas dosis de novedad en forma de impactos y tramas secundarias relacionadas con las nuevas parejas de los divorciados. Así, los conflictos no orbitan sólo en torno a lo mal que lo pasan los menores en estas situaciones y las rencillas entre progenitores, sino que se extienden a varias bandas en una expansión del arco argumental, que se agradece porque deja entrar algo de aire fresco en un mundo, para mí, algo depresivo.
Además de bien planteado en ese sentido, “¿Qué hacemos con Maisie?” destaca por estar bien hecho, con el ritmo y enfoque adecuados, ágil y sin búsqueda de morbo, y más que bien interpretado. Al final, hasta entretiene y se permite toques de humor y optimismo que, integrados con buena mano, no sólo no entran en colisión con su punto dramático sino que, por contraste, lo refuerzan.
Así que todo bien en un producto modesto, pero que da juego. Termino con una cosa que se me ocurrió al pensar el otro día en esta película. No es culpa suya, pero “¿Qué hacemos con Maisie?” también nos deja una triste reflexión, la de cómo ha cambiado la sociedad, sus principios y sus cimientos morales para que lo que en 2012 era drama bienintencionado, diez años después, en 2023 no se pueda entender sino como una película de ciencia ficción. ¿Matrimonios que se separan sin instrumentalizar a los hijos para chantajear económica o sentimentalmente a la pareja? Uff, eso ya hace cinco o seis años que no se lleva y lo que se palpa en el ambiente, en conversaciones (no sólo en las noticias) es que es francamente extraño que las rupturas se afronten pensando en evitar todo el daño posible a terceros. Y creo que mucho de ese clima de rencor viene de ideologías y mensajes políticos interesados, no de tendencias humanas o redes sociales. Ahí lo dejo.
Además de bien planteado en ese sentido, “¿Qué hacemos con Maisie?” destaca por estar bien hecho, con el ritmo y enfoque adecuados, ágil y sin búsqueda de morbo, y más que bien interpretado. Al final, hasta entretiene y se permite toques de humor y optimismo que, integrados con buena mano, no sólo no entran en colisión con su punto dramático sino que, por contraste, lo refuerzan.
Así que todo bien en un producto modesto, pero que da juego. Termino con una cosa que se me ocurrió al pensar el otro día en esta película. No es culpa suya, pero “¿Qué hacemos con Maisie?” también nos deja una triste reflexión, la de cómo ha cambiado la sociedad, sus principios y sus cimientos morales para que lo que en 2012 era drama bienintencionado, diez años después, en 2023 no se pueda entender sino como una película de ciencia ficción. ¿Matrimonios que se separan sin instrumentalizar a los hijos para chantajear económica o sentimentalmente a la pareja? Uff, eso ya hace cinco o seis años que no se lleva y lo que se palpa en el ambiente, en conversaciones (no sólo en las noticias) es que es francamente extraño que las rupturas se afronten pensando en evitar todo el daño posible a terceros. Y creo que mucho de ese clima de rencor viene de ideologías y mensajes políticos interesados, no de tendencias humanas o redes sociales. Ahí lo dejo.
27 de enero de 2014
27 de enero de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver a dos directores dirigiendo una película no es sorprendente, lo sorprendente es ver que estos dos mismos directores todo lo que han hecho lo han hecho juntos y la tortilla sigue sin cuajar.
En este caso, vemos una película bastante irregular desde un comienzo con una estructura un poco endeble, que según va transcurriendo la trama va dejando ciertas lagunas argumentales y preguntas sin respuestas que hacen que no se termine de empatizar y que no se llegue a la simbiosis que tanto se esfuerza la niña por conseguir; por ello la trama resulta en ciertos momentos insustancial y con un desarrollo lento, todo esto sumado al alto grado de predecibilidad . Por otro lado tenemos a unos actores que quedan eclipsados por la joven Onata que logra superponerse a los demàs que parecen en ciertos momentos fuera de lugar no logrando convencer al público menos exigente, realizando una labor pobre en los casos de Julianne y Steve algo mejor en los restantes.
El tramo final, mejora progresivamente hasta el momento final que deja una moraleja poco apropiada que hace volver a plantearse si verdaderamente el planteamiento de la película ha sido el correcto.
Como conclusión se puede decir que se trata de una cinta donde lo más destacable es la fuerza que desprende su pequeña protagonista, pero que carece de la tensión y fuerza suficiente como para que el abanico de publico sea más amplio.
En este caso, vemos una película bastante irregular desde un comienzo con una estructura un poco endeble, que según va transcurriendo la trama va dejando ciertas lagunas argumentales y preguntas sin respuestas que hacen que no se termine de empatizar y que no se llegue a la simbiosis que tanto se esfuerza la niña por conseguir; por ello la trama resulta en ciertos momentos insustancial y con un desarrollo lento, todo esto sumado al alto grado de predecibilidad . Por otro lado tenemos a unos actores que quedan eclipsados por la joven Onata que logra superponerse a los demàs que parecen en ciertos momentos fuera de lugar no logrando convencer al público menos exigente, realizando una labor pobre en los casos de Julianne y Steve algo mejor en los restantes.
El tramo final, mejora progresivamente hasta el momento final que deja una moraleja poco apropiada que hace volver a plantearse si verdaderamente el planteamiento de la película ha sido el correcto.
Como conclusión se puede decir que se trata de una cinta donde lo más destacable es la fuerza que desprende su pequeña protagonista, pero que carece de la tensión y fuerza suficiente como para que el abanico de publico sea más amplio.
29 de enero de 2014
29 de enero de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Relato triste y amargo de una indeseable experiencia, un doloroso ejercicio reflejado de forma impactante en el rostro y los ojos de una niña desesperada de amor y comprensión que es tratada como una maleta al uso, llevada y transportada al antajo de unos, más que cuestionables, adultos; la ruptura de una familia, desestructuración paternal a los pies de una inocente víctima cuya interpretación es cautivadora y conquista tu más seco y apartado corazón. Cruel y vivida realidad reflejada con una terrible suavidad y quietud, una tranquilidad expeluznante aceptada sin remedio en el acompañamiento del viaje sin sentido de una protagonista involuntaria cuya opinión parece no tener voz ni voto -menos oído- para nadie; viaje inquieto, con grandes interpretaciones -Onata Oprile te atrapa con su descorazonadora incertidumbre- que te moviliza lo suficiente -tampoco en exceso- para enternecerte y sacar tus más tiernas emociones. Un respetado guión con claros elementos marcados y fotocopiados -los buenos, los malos, la víctima-; un periplo muy sentido en sus más profunda desazón, una inestabilidad, inseguridad, desasosiego y claro desconcierto de no saber dónde estás, cómo te sientes o hacia dónde vas. Tu afinidad para con el personaje, para con sus miedos e inquietudes es completa e impecable, logras involucrarte en la historia y en sus sentimientos con excelente placer, un eclosionado cuento que destapa tus emociones de forma apagada y calmada, sin apenas ser consciente de ello gracias a su suavidad y sutileza emotiva. Buen ejercicio, inteligente trabajo que no hace uso de la lágrima fácil y barata, que no explota una, más que clara, lástima hacia una superviviente maltratada. Complace todo el recorrido, tanto el amargo periodo como el alegre advenimiento; buena y oportuna elección que no excede el dramatismo.
http://lulupalomitasrojas.blogspot.com.es/
http://lulupalomitasrojas.blogspot.com.es/
4 de mayo de 2014
4 de mayo de 2014
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Adaptación pretendidamente suburbana de la novela de mismo título, "What Masie Knew"- nuestros traductores patrios vuelven a cubrirse de gloria, y alardearán de másters, postgrados y demás rollos de papel higiénico de alta absorción- firmada por Henry James en 1897. Sin haberla leído, pero conociendo alguna que otra obra salida de tan egregia pluma, estoy convencido de que el espíritu del original poco tiene que ver con la cinta que nos ocupa, tan impostada en sus aspiraciones "indies" como un "spot" de "Desigual".
Unos inmaduros patológicos, insufribles y egoístas hasta la náusea, se casan y divorcian con la alegría y las facilidades que al respecto permite el veleidoso sistema judicial estadounidense. Entretanto les sobra tiempo para irse de compras, tomar copas de autor, dar largos paseos al sol, viajar a destinos tan exóticos como Italia y tirarse los trastos a la cabeza unos a otros. Además de intentar endosarse con descaro rayano en lo político la patata caliente de criar a la encantadora niñita del título. Esta última, encarnada por ese angelito de seis años y "mullet" abertzale que es Onata Aprile, salva los muebles de una sonrojante producción a medio camino entre un videoclip de "She&Him" y un luminoso anuncio de compresas. Porque urticaria es lo único que provoca la especie de Patti Smith "postgrunge" en cuya piel cuarteada se mete la otrora cotizada Julianne Moore. El marchante de arte que compone Steve Coogan es, hablando mal y pronto, un imbécil redomado, y su corte de pelo un arcano que espero y deseo exigencia del guión. Ellas quedarán encantadas con Alexander Skarsgard- no encuentro el acento circunflejo en mi teclado-, apolínea ostentación de sonrisa "profident" y andares tan indescrifables como los de John Wayne- o que le aprietan los pitillos-. Ellos, por su parte, se deleitarán en la contemplación de Joanna Vanderham, versión recatada de la tan rozagante mujer como intrascendente actriz Eliza Cuthbert.
En fin, todo es tan fresco, guapo y saludable en la sucesión de sinsentidos familiares que constituye esta película, que la respuesta a la pregunta planteada por el espantoso título español tiene tan escaso interés que ninguno de sus personajes llega siquiera a hacérsela. Tampoco la propia Maisie. Criatura.
Unos inmaduros patológicos, insufribles y egoístas hasta la náusea, se casan y divorcian con la alegría y las facilidades que al respecto permite el veleidoso sistema judicial estadounidense. Entretanto les sobra tiempo para irse de compras, tomar copas de autor, dar largos paseos al sol, viajar a destinos tan exóticos como Italia y tirarse los trastos a la cabeza unos a otros. Además de intentar endosarse con descaro rayano en lo político la patata caliente de criar a la encantadora niñita del título. Esta última, encarnada por ese angelito de seis años y "mullet" abertzale que es Onata Aprile, salva los muebles de una sonrojante producción a medio camino entre un videoclip de "She&Him" y un luminoso anuncio de compresas. Porque urticaria es lo único que provoca la especie de Patti Smith "postgrunge" en cuya piel cuarteada se mete la otrora cotizada Julianne Moore. El marchante de arte que compone Steve Coogan es, hablando mal y pronto, un imbécil redomado, y su corte de pelo un arcano que espero y deseo exigencia del guión. Ellas quedarán encantadas con Alexander Skarsgard- no encuentro el acento circunflejo en mi teclado-, apolínea ostentación de sonrisa "profident" y andares tan indescrifables como los de John Wayne- o que le aprietan los pitillos-. Ellos, por su parte, se deleitarán en la contemplación de Joanna Vanderham, versión recatada de la tan rozagante mujer como intrascendente actriz Eliza Cuthbert.
En fin, todo es tan fresco, guapo y saludable en la sucesión de sinsentidos familiares que constituye esta película, que la respuesta a la pregunta planteada por el espantoso título español tiene tan escaso interés que ninguno de sus personajes llega siquiera a hacérsela. Tampoco la propia Maisie. Criatura.
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