¿Pero que pretendía Ana?

jajajajajajajajajaja

jajajajajajajajajaja

jajajajajajajajajaja

En fin, después de partirme de risa, me voy a ver House.

Vaya puta mierda de país que tenemos. Así que esto es como vamos en el pais, eh. Increíble que haya gente que le pudiera gustar esta jodida mierda y ahora que les guste esto, ¿pero a donde hemos llegado? No hacemos ya el ridículo siempre que encima dentro del país también, claro que sí. Damos mucha pena.

- Actuaciones horribles
- guiones vomitivos (sí solo he visto cinco minutos, vomité)
- Historia...
- ¿Dirección?

Peor que un capítulo de Física o química... No hay nada más que decir.

Habrá series y programas que reponer en nuestra Televisión Pública como para tener los santos bemoles de repetir el mondongo este perpetrado por nuestra bióloga Anita Obregón. Ya hay que tenerlos cuadrados. Los niños de teta, el Chechu, el mayordomo tartaja, Anita demostrando su dotes de interpretación aprendidas tras sus numerosos posados veraniegos... Una absoluta aberración.

Con medidas así, nos merecemos el rescate.

Han pasado muchos años desde que se emitía esta serie. uchos años hace que no veo ni un sólo capítulo entonces es recordar aquellos años en los que se emitía.

Debo decir que en su momento es una serie que me gustaba.. Es una serie con la que me lo pasaba bien y que me entretenía. ¿si la viera ahora me gustaría? No lo sé, pero esas series de juventud se deben quedar con los recuerdos que dejaron.

Ana Obregón en mi época de quinceañero por aquellos años era una musa que siempre alegraba ver en televisión.

Serie (bueno, por llamarle algo) mala, malísima, un porquería sin igual hecha por y para que la señora Ana Obregón pueda saciar su enorme ego mientras se empeña en ser una pésima actriz y peor guionista. Ni siquiera tuvo la decencia de cambiarle el nombre a su personaje, del cual todo el mundo se enamora y al que todo el mundo quiere, porque sí, porque ella lo vale, porque es la mejor del mundo mundial. Madre de mi vida, insufrible.

No creo que haga falta comentar mucho más, no se salva ninguna de las interpretaciones (y eso que Roberto Álvarez dentro de lo malo no es tan malo), las situaciones son de lo peorcito que se haya podido grabar y los personajes son tan absurdos que rozan el insulto a la inteligencia del espectador. Mención especial para el mayordomo tartamudo, no tiene desperdicio.

Lo mejor: que parece que al final TVE nos ha librado de la Obregón tras tantos años de tortura.
Lo peor: todo, si de mi hubiera dependido no habría sobrevivido ni el decorado.

Nota final: -10