Crisis

Lo primero que siente el espectador al enfrentarse al debut de Bergman es envidia. En 1946 los españoles nos moríamos de hambre y odio fascista, los europeos se recuperaban de la atroz II Guerra Mundial y los suecos, europeos rubios y guapos, celebran bailes en maravillosos pueblos, asisten a conciertos de música clásica y retozan a la orilla de los ríos. Joper. Pero, claro, es Bergman, y uno de los protagonistas, el poliédrico Frank oculta su mente torturada bajo la apariencia de conquistador sin corazón. También hay sexo, cómo no, una chica preciosa y muy joven y una familia desestructurada. Bergman adaptaba una obra de teatro ajena pero ya revelaba sus obsesiones con solo 27 años. Y con solo 27 años ya le odiaban todos sus colaboradores. Un genio.

La esperanza es la vida, y del otro lado de la esperanza está lo velado, lo oculto en la manta decorada de corazones. Jenny es la senilidad hecha busto, Nelly la fragancia más dulce, Jack la obsesión pisada y quejosa por tanto tiempo. Y la madre, la verdadera y única, es la que olvida lo que está y se queda con la dulce esperanza. Una que recoge el horror del mundo y lo vuelve con su risa, con su mirada, algo mejor.

Mi nota es 5.1/10.

Primera película de Bergman. Temática sencilla, no es de las películas "complicadas" suyas, no tiene ese sentido de la estética tan particular, ni sueños oníricos,
Una niña vive en un pueblo tranquila con la persona que la ha cuidado, una profesora de piano. Su madre biológica que la abandonó al nacer viene a verla. Ella está obsesionada con un baile que se celebra y quiere un vestido para lucirlo.
Costumbrismo sueco de los cuarenta. Nada de crítica social o existencialismo transcendente. Una historia, sin más. Los chicos quieren divertirse y tocan al piano rock and roll.
No me parece una obra notable, nada que ver con otras cosas suyas realmente impactantes.