No hay duda alguna de que Alejandro Amenábar sabe hacer peliculones de auténtico lujo, ya que esta es la prueba de ello, pues el film es de lo más interesante, desde el principio hasta el final, sin olvidar sus ciertas dotes de originalidad, que ya es decir. Por todo esto no es de extrañar que la peli fuera ganadora de 8 goyas, muy bien merecidos, pues la película es toda una pasada, por no decir todo un éxito, y que conste que a mi me ha gustado, por lo guay que es en todos sus aspectos.

Tampoco hay que olvidar que la interpretación de Nicole Kidman es de lo más oportuna, pues yo pienso que este film no sería lo mismo sin ella, ya que esta ganó los globos de oro a la mejor actriz.
Y que decir del estupendo guión, simplemente genial, por supuesto, pues la peli no aburre en absoluto, y eso que lo mio son las pelis de acción a tope, pero esta aunque no es así me ha llegado a gustar cantidad, claro que esto tampoco es de extrañar, ya que como he dicho al principio de esta crítica Amenábar se la da de miedo hacer buenas películas (la de Agora, por ejemplo)

Resumiendo, que los fans de Amenábar seguro que tendrán a esta película como una de sus favoritas (puede que en su favorita) por todas y cada una de sus virtudes, que no son pocas desde luego.
Yo por mi parte, seguire disfrutando de esta película.

Comparto a plenitud las siguientes palabras de Helena P. Blavatsky: “La muerte no existe, es un sueño. Es la mayor de las ilusiones de la tierra, porque no es otra cosa que un simple cambio de estado en las condiciones de la vida, la cual es perenne e incesante. Lo que llamamos muerte es en realidad nacimiento a una vida superior, más amplia. Un retorno a la verdadera patria del alma, tras un breve destierro de esta dimensión”.

Me encanta la manera como el director español, Alejandro Amenábar, viene insistiendo en la relación muy estrecha que se produce entre los diferentes estadios de la mente: estado real-estado onírico en “Abre los ojos”, y ahora, condición de vida-condición de muerte, en esta impactante historia, muy bien acogida por el público, titulada “LOS OTROS”.

El pulso, a todo lo largo del filme, es preciso. La historia (escrita por Amenábar) se mueve en un brillante crescendo que va desde aquella joven y solitaria madre que, en ausencia del esposo que aún no regresa de la guerra, en una isla y en una solitaria casona, se ocupa de sus dos hijos a quienes prepara para la primera comunión. De formación tradicionalista, Grace (Nicole Kidman) no se toma en serio la historia que pronto trae su hija Anne (estupenda Alakina Mann), de Otros moradores que hay en la casa y que ella ve sin dificultad alguna. Pero cada nuevo momento, añade sutiles detalles que nos van predisponiendo, junto al ama de casa, a creer que no es tan descabellada la apreciación que tiene la pequeña, quien, al igual que su hermanito, se preserva alejada de la luz solar porque, supuestamente, padece de una suerte de alergia fotosensible. Esta, una enriquecedora metáfora que, más adelante, quizás pueda comprenderse en su verdadera esencia.

Sin valerse de una gota de sangre, sin caer en el cliché de las figuras horrendas o de gore alguno, Amenábar crea un perfecto clima de terror y suspenso, sirviéndose de meticulosos planos subjetivos, sugerentes encuadres a distancia, un encomiable juego de sombras y luces muy brillantes que, de tanto en tanto, amenazan con inundar el lugar, y reforzando cada imagen con una penetrante banda sonora de la cual también él es el autor.

En la actuación, encuentro que el personaje más logrado es el de la recursiva e impactante Fionnula Flanagan, quien, como la enigmática señora Mills, carga con gran parte del misterio que nos reserva la historia, y con su clásica y madura belleza, crea una acertada ambigüedad sobre sus verdaderos propósitos.

Hay momentos que nos ponen los pelos de punta, mientras paso a paso se va hilvanando una proposición de hondo y muy actual significado. Se cuestiona aquí el sentido de la propiedad, se ve cuán cerca se haya el plano físico del plano astral, y se nos deja plasmado que la vida humana no tiene su fin en aquel inevitable momento en que el espíritu se separa del cuerpo.

Creo que, en Amenábar, Europa tiene a uno de los más notables realizadores del nuevo siglo.

No es el Amenábar de Tesis ni el de Abre los Ojos....Los Otros se salva, a mi entender, por un par de golpes de efecto que te mantienen enganchado y el susto del final....Lo peor de esta película: es naïve en sus diálogos hasta la extenuación. En alguna parte leí que recuerda en muchos momentos a episodios de Scooby Doo. La verdad; no se aleja demasiado este crítico. En fin. Una peli que pretende, fallidamente, acercarse al terror clásico pero que ni por asomo logra acercarse a lo que dejaron Vincent Price y compañía. Que vuelva el de Tesis!!! Menos presupuesto y más calidad!

Siguiendo los pasos del maestro del suspense Alfred Hitchcock, Amenábar nos regala una adaptación de la novela Otra Vuelta de Tuerca llena de oficio y saber hacer, pero a la que le falta algo para convertirse en un film verdaderamente especial.

La peli resulta fría, distante, mecánica, etc. Le falta espontaneidad, todo parece calculado al milímetro y con esto no basta, Don Alejandro. Las interpretaciones carecen de vida propia, son como autómatas teledirigidos sin verdaderas emociones con las que uno pueda conectar. A pesar de esto, Los Otros se puede ver gracias a su alto grado de perfección técnica y a la ampulosa presencia de la Kidman.

El relato en el que se basa da mucho de sí -con ese juego de espejos entre la realidad y el más allá-, pero en el film la presencia de lo sobrenatural no alcanza el vuelo deseado y se queda más bien en un recurso más de guión. En este sentido, el film resulta fallido. En ningún momento siente uno un verdadero escalofrío, más bien le da a uno ganas de bostezar.

Un buen film que podría haber sido grande.

Partir esta crítica destacando el trabajo de Amenábar, que en su triple faceta (Dirección, guión y banda sonora) logró hacer una película técnicamente muy buena, la luz, las actuaciones, los planos, y sobre todo la excelente música que le da un ambiente lúgubre en todo el metraje.

Aparte de Amenábar, destacar al elenco de actores, Kidman, Flanagan, Cassidy, y los niños, que le dan un toque de realidad a la pelicula.

Ahora entremos en la trama. El terror es un género que cada vez me decepciona más, lo encuentro repetitivo, comercial, tonto, aburrido y ordinario, y, al ver esta película, me pareció ver más de lo mismo. Obviamente cuenta con un guión excelente y un gran final pero, esto no es necesario para hacer una gran película, me sigue molestando la preparación previa al momento de éxtasis de todas las películas de terror, el ambiente falso que se crea y que no da realidad, y esa cualidad que te hace saber un minuto antes cuando se viene el instante que (se supone) te debería aterrar.

Más allá de eso, es una película que logra su objetivo, porque, si, igual me asuste un poco pero, más que nada por la situación de los niños. Tiempo bien aprovechado pero, no es para verla de nuevo.