Profesor Holland
1995 

6.3
2,258
Drama
Glenn Holland (Richard Dreyfuss) ve como su trabajo actual como músico en fiestas privadas no da para mucho, mientras sueña con componer su gran obra. Cuando se decide a cambiar de trabajo y se convierte en profesor de una destartalada escuela, descubre su verdadera vocación; enseñar a los jóvenes a entender la vida a través de la música. (FILMAFFINITY)
5 de marzo de 2017
5 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vuelvo a ver esta emotiva película después de mucho tiempo y noto qué pocas críticas tiene en F.A.
En principio, diré que la presencia de Richard Dreyfuss es una garantía de solvente actuación y humanismo. Y además, que está acompañado de muy buen reparto.
El film es escencialmente una historia sobre educación por el arte, encarnada por un músico -como la mayoría- que no es famoso ni exitoso artísticamente, pero que desempeña una magnífica tarea como profesor de escuela secundaria de U.S.A. a lo largo de los 30 años que van de los '50 a los '80.
Acompaña a su propio derrotero una sucesión de imágenes documentales que van dando cuenta del paso tiempo y de las transformaciones sociales a lo largo de las tres décadas. Asimismo, su envejecimiento personal y el de los personajes que lo rodean. Y todo relatado sencilla y emotivamente. Además, se le suma una compleja circunstancia familiar que sobre el final resume conjuntamente con el desenlace de su vida profesional.
Sin ser sensiblero, es un film emocionante, instructivo y útil para reflexionar sobre las prioridades institucionales educativas, para las cuales lo artístico no es de primer orden de importancia.
Más, no cabe decir. Muy recomendable y vigente hasta nuestros días.
En principio, diré que la presencia de Richard Dreyfuss es una garantía de solvente actuación y humanismo. Y además, que está acompañado de muy buen reparto.
El film es escencialmente una historia sobre educación por el arte, encarnada por un músico -como la mayoría- que no es famoso ni exitoso artísticamente, pero que desempeña una magnífica tarea como profesor de escuela secundaria de U.S.A. a lo largo de los 30 años que van de los '50 a los '80.
Acompaña a su propio derrotero una sucesión de imágenes documentales que van dando cuenta del paso tiempo y de las transformaciones sociales a lo largo de las tres décadas. Asimismo, su envejecimiento personal y el de los personajes que lo rodean. Y todo relatado sencilla y emotivamente. Además, se le suma una compleja circunstancia familiar que sobre el final resume conjuntamente con el desenlace de su vida profesional.
Sin ser sensiblero, es un film emocionante, instructivo y útil para reflexionar sobre las prioridades institucionales educativas, para las cuales lo artístico no es de primer orden de importancia.
Más, no cabe decir. Muy recomendable y vigente hasta nuestros días.
9 de septiembre de 2007
9 de septiembre de 2007
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento convence, con algunas críticas interesantes al sistema educativo americano. De todos modos, a veces resulta previsible y hacia el final el guionista se acuerda de su nacionalidad y es cuando se despliega esa cansina propaganda nacionalista yanqui, con algo de moralina subyacente, barras y estrellas...
Richard Dreyfuss está creible y hace bien su papel de profesor, como señalaban en otra crítica, al estilo de El club de los poetas muertos. También señalar lo mismo que se hacía mención: la mujer mero adorno.
Richard Dreyfuss está creible y hace bien su papel de profesor, como señalaban en otra crítica, al estilo de El club de los poetas muertos. También señalar lo mismo que se hacía mención: la mujer mero adorno.
6 de abril de 2013
6 de abril de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
O esa debiera ser la idea de "Profesor Holland". Lo malo es que esa formación humana, que excede la mera inculcación de conocimientos, no la vemos por ningún lado. Se supone que la música es más que música y que entre clase y clase, Glenn Holland (Richard Dreyfuss) ejerce de una especie de padre de sus alumnos. Y es verdad que dedicación sí le echa pero prácticamente sólo imparte lecciones musicales. Dicho esto, ésta "Profesor Holland" se me vino a la cabeza en cuanto me puse a ver la muy reconocida "Los Chicos del Coro" y como la tenía apuntada en la agenda la he visto a la primera oportunidad. Desde luego no es una gran película pero sí que es mejor que la francesa aunque sólo sea por la corrección que destila, el sentimentalismo suave y el realismo con el que se cuenta la historia.
La película de Stephen Herek tiene varios fallos siendo uno de los menores el que sea demasiado larga. De más enjundia es que se hace discontinua con tanto salto temporal. Transcurren 30 años, desde 1965 a 1995, y unas tantas promociones de alumnos, lo que la hace ser episódica. De hecho, si en líneas generales es blandita, la primera mitad es más bien floja y convencional, la segunda se vuelve anecdótica. Es cierto que alguna de las microhistorias que conforman el relato tienen más interés que otras pero aún así el director no consigue profundizar en ninguna de ellas, ni dotarlas de la intensidad dramática que requiere. Eso sí, el desenlace como premio a una vida dedicada a los demás, sí es emotivo. Para terminar, mención especial a la guapa pelirroja Alicia Witt, interpretando a Gertrude Lang.
La película de Stephen Herek tiene varios fallos siendo uno de los menores el que sea demasiado larga. De más enjundia es que se hace discontinua con tanto salto temporal. Transcurren 30 años, desde 1965 a 1995, y unas tantas promociones de alumnos, lo que la hace ser episódica. De hecho, si en líneas generales es blandita, la primera mitad es más bien floja y convencional, la segunda se vuelve anecdótica. Es cierto que alguna de las microhistorias que conforman el relato tienen más interés que otras pero aún así el director no consigue profundizar en ninguna de ellas, ni dotarlas de la intensidad dramática que requiere. Eso sí, el desenlace como premio a una vida dedicada a los demás, sí es emotivo. Para terminar, mención especial a la guapa pelirroja Alicia Witt, interpretando a Gertrude Lang.
9 de junio de 2013
9 de junio de 2013
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Esta cinta narra los acontecimientos que enfrenta un compositor de música que asume el cargo como profesor en un colegio estadounidense, nada fuera de lo común. Sin embargo, como todas las películas que comparten argumentos similares, esta intenta ofrecer un punto de vista que escapa al común de la cotidianidad de quienes no están vinculados al ejercicio de la pedagogía.
Confieso que no vi esta película con ojos objetivos sino desde mi reducido punto de vista profesional. Como docente que soy comprendo perfectamente las situaciones que el director intentó representar en la película: la apatía estudiantil, los problemas personales de los jóvenes, la burocracia escolar, entre otros. Es verdad que en esta película no se aborda con la profundidad necesaria estos eventos, pero se aplaude el reconocimiento que se hace a quienes, desde las aulas de clase, escondidos, casi ignorados, relegados a uno de los oficios más ingratos de nuestra sociedad occidental, intentamos ser una “brújula” para los jóvenes.
¿Qué significa ser docente? Significa asumir un compromiso una labor en la que el éxito económico o el reconocimiento popular, para bien o para mal, se encuentran en un segundo plano. Ser docente significa reconocer que los conocimientos, sean cual sean, son irrelevantes si no se tiene claro que lo fundamental es infundir en los seres humanos una esperanza en un mundo diferente o demostrar que es posible aspirar a un futuro que no está escrito, así muchos profesores hayamos renunciado al nuestro.
Confieso que no vi esta película con ojos objetivos sino desde mi reducido punto de vista profesional. Como docente que soy comprendo perfectamente las situaciones que el director intentó representar en la película: la apatía estudiantil, los problemas personales de los jóvenes, la burocracia escolar, entre otros. Es verdad que en esta película no se aborda con la profundidad necesaria estos eventos, pero se aplaude el reconocimiento que se hace a quienes, desde las aulas de clase, escondidos, casi ignorados, relegados a uno de los oficios más ingratos de nuestra sociedad occidental, intentamos ser una “brújula” para los jóvenes.
¿Qué significa ser docente? Significa asumir un compromiso una labor en la que el éxito económico o el reconocimiento popular, para bien o para mal, se encuentran en un segundo plano. Ser docente significa reconocer que los conocimientos, sean cual sean, son irrelevantes si no se tiene claro que lo fundamental es infundir en los seres humanos una esperanza en un mundo diferente o demostrar que es posible aspirar a un futuro que no está escrito, así muchos profesores hayamos renunciado al nuestro.
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