Gente pez
4.2
6,213
Comedia
Un grupo de jóvenes debe afrontar los problemas que plantea la convivencia diaria en un piso compartido. Juan Carlos, un opositor, y su amigo Álvaro, alias "el Alboroto", escritor en ciernes, ocupan un piso vacío de la calle del Pez con la intención de realquilarlo. Así, se instala en la vivienda gente de lo más variopinta: un músico irlandés, una estudiante de belllas artes, un macarra con tendencias psicopáticas... (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2014
17 de enero de 2014
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues para mi esta película ni siendo algo que pasara a la historia del cine tiene clichés que quieras o no haces que te sientas identificado con ella,sobre todo si eres nacido a partir de los 80's la entenderás,mención aparte la buena banda sonora que hace que la trama de la película fluya bajo momentos humorísticos de gran nivel,una de mis películas españolas favoritas ( que tengo pocas la verdad )
11 de enero de 2016
11 de enero de 2016
14 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia guarra mucho mejor de lo que parece a primera vista, las apariencias engañan, ya lo dicen. Es decir, se presenta como una serie de tópicos consabidos y mil veces vistos ("Clerks", "Traisnpotting", las pelis de John Hughes... ), arquetipos en principio planos y repetitivos, dícese del pringado pagafantas gordito y perdedor, del truhan verbenero y timador, de la choni con ínfulas de artista y en el poco fondo muy arpía, del guiri sonado borracho terminal y del ultrafriqui informático que resulta, cómo no, el más cabal y equilibrado de todos. Además de, por supuesto, una estética de la cochambre, de película de entreguerras, feísta, pobretona, oscura y raruna, muy poca cosa.
¿Y entonces, me decís muy interesados, me preguntáis desesperados a mí, que tengo respuesta para todo, qué tiene, cuál es la flor de su secreto, que la salva de la quema, de tu severo e insobornable juicio crítico, tan fiero?
Que no se corta y va más allá de lo esperado. La lleva a la miseria, del temido Kronen al amado Berlanga, ese trecho. La premisa, el punto de partida es el pedocacaculopis, ese pajillerismo torrentiano tan desenfrenado y reconocible, para a continuación meterla de lleno en el sarcasmo más furibundo y certero. Ajusta a sus criaturas, no se deja ir, redondea los personajes, los enriquece y matiza, los entiende y perdona*. Y, sin duda, tiene un sentido y un norte, hasta se permite el lujo de hacer rimas (poesía primitiva y purulenta) y cerrar círculos, cruzando historias y añadiendo pequeñas subtramas, vale.
No es la gran cosa, casi más bien lo contrario, pero es una más que digna sátira, cachonda, cruel y, a la vez, tan tierna como un bebé; con una mirada piadosa y desvergonzada sobre los cutres y patéticos seres que pueblan esta historia en verdad tan triste.
Y un aire de cómic transgresor pero bonachón que hace que merezca mucho la pena. Lejos de otros productos más bien acabados y mucho menos interesantes (casi todas las comedias españolas juveniles).
Por lo tanto, apartad por un momento las colillas apestosas, las botellas derramadas, las cucarachas numerosas y toda la santa mierda y, si os atrevéis a sentaros en ese váter tan limpio, quizás, y solo quizás, paséis un buen rato. Ya me contaréis qué tal.
¿Y entonces, me decís muy interesados, me preguntáis desesperados a mí, que tengo respuesta para todo, qué tiene, cuál es la flor de su secreto, que la salva de la quema, de tu severo e insobornable juicio crítico, tan fiero?
Que no se corta y va más allá de lo esperado. La lleva a la miseria, del temido Kronen al amado Berlanga, ese trecho. La premisa, el punto de partida es el pedocacaculopis, ese pajillerismo torrentiano tan desenfrenado y reconocible, para a continuación meterla de lleno en el sarcasmo más furibundo y certero. Ajusta a sus criaturas, no se deja ir, redondea los personajes, los enriquece y matiza, los entiende y perdona*. Y, sin duda, tiene un sentido y un norte, hasta se permite el lujo de hacer rimas (poesía primitiva y purulenta) y cerrar círculos, cruzando historias y añadiendo pequeñas subtramas, vale.
No es la gran cosa, casi más bien lo contrario, pero es una más que digna sátira, cachonda, cruel y, a la vez, tan tierna como un bebé; con una mirada piadosa y desvergonzada sobre los cutres y patéticos seres que pueblan esta historia en verdad tan triste.
Y un aire de cómic transgresor pero bonachón que hace que merezca mucho la pena. Lejos de otros productos más bien acabados y mucho menos interesantes (casi todas las comedias españolas juveniles).
Por lo tanto, apartad por un momento las colillas apestosas, las botellas derramadas, las cucarachas numerosas y toda la santa mierda y, si os atrevéis a sentaros en ese váter tan limpio, quizás, y solo quizás, paséis un buen rato. Ya me contaréis qué tal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
*El gordo no es solo el inocente desgraciado que aparenta, al contrario, es un cínico que no ceja en su empeño, eternamente fracasado, de follador insatisfecho; siempre esperando su innombrable oportunidad, con mucho más carácter del que su hipocresía pretende demostrar o nos deja ver.
El rubio no es tan cabrón, tiene buen perder y su pragmatismo es de puro buen juicio. Y sabe distinguir, de hecho, no deja pasar ni una al Ion Gabella (que en paz descanse) troglodita, tan parecido al Robert Carlyle, qué duda cabe.
La Palazón se acaba adaptando con alegría y desparpajo a la mugre reinante. Lejos de la cursi que fingía al principio. Está en su salsa, muy apropiada.
El talibán de los videojuegos es, finalmente, al que más le espanta la suciedad y el primero que huye del caos okupa.
El Gabella sabe a quien hay que hostiar. Solo se reserva para los garrulos callejeros y, especialmente, para el gran Manquiña.
Una última cosa. Es una pena que futuros dioses de la interpretación como David Tenreiro o Iñaki Esnaola, apuntaban maneras, por citar solo dos, se perdieran, parece que desgraciadamente para siempre, en la marea viscosa de los actores sin nombre, sin ningún lugar en la fiesta/gloria, tan efímera y traicionera.
Yo, desde mi humilde púlpito, los ensalzo y canto con el agradecimiento sincero de un espectador no tan renuente como siempre.
P.D.: Ah, qué emoción y alboroto, sale durante un microsegundo un tertuliano chungo que se parece muy sospechosamente al mítico Juan Carlos Monedero, ese hombre, cuando todavía aparentaba ser simplemente humano.
El rubio no es tan cabrón, tiene buen perder y su pragmatismo es de puro buen juicio. Y sabe distinguir, de hecho, no deja pasar ni una al Ion Gabella (que en paz descanse) troglodita, tan parecido al Robert Carlyle, qué duda cabe.
La Palazón se acaba adaptando con alegría y desparpajo a la mugre reinante. Lejos de la cursi que fingía al principio. Está en su salsa, muy apropiada.
El talibán de los videojuegos es, finalmente, al que más le espanta la suciedad y el primero que huye del caos okupa.
El Gabella sabe a quien hay que hostiar. Solo se reserva para los garrulos callejeros y, especialmente, para el gran Manquiña.
Una última cosa. Es una pena que futuros dioses de la interpretación como David Tenreiro o Iñaki Esnaola, apuntaban maneras, por citar solo dos, se perdieran, parece que desgraciadamente para siempre, en la marea viscosa de los actores sin nombre, sin ningún lugar en la fiesta/gloria, tan efímera y traicionera.
Yo, desde mi humilde púlpito, los ensalzo y canto con el agradecimiento sincero de un espectador no tan renuente como siempre.
P.D.: Ah, qué emoción y alboroto, sale durante un microsegundo un tertuliano chungo que se parece muy sospechosamente al mítico Juan Carlos Monedero, ese hombre, cuando todavía aparentaba ser simplemente humano.
29 de noviembre de 2022
29 de noviembre de 2022
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer lugar, guardo un buen recuerdo de esa peli y verla en el cine, estar con un colega y entrar a verla y a ver qué tal... Y resultado fueron risas sin parar. Rollo años 90 claramente... Facebook e Instagram mataron el espíritu de aquella época. Bueno, a lo que vamos. La peli es canalla, pero canalla a más no poder. La vida despreocupada de unos jóvenes bohemios y liantes y sus personajadas... Eso es lo que hay, no hay que buscar nada más... Pero uno suelta tanto una risa como una lágrima al ver ese espíritu. Tampoco recomendable en todo caso, ya que la vida no es así, y mucho menos en los competitivos y serios tiempos actuales. En definitiva, otra época... Parece que hay mucha crítica aquí de mucho hombre gris. La verdad es que la peli tiene puntazos de total ingenio.
3 de junio de 2007
3 de junio de 2007
18 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Otra más en la que el cine español vuelve a demostrar su calidad a la hora de ganarse los odios del público y de los críticos. Y luego a tener que soportarlos llorando, que si en EEUU se hacen películas peores (que sí se hacen pero que aquí el porcentaje es mayor), que sí hacemos un cine cercano a los espectadores. Aquí solo veo a un grupo de payasos en los que no se salvan ni uno haciendo el tonto. Dos anormales se cogen por el morro y sin permiso, porque les da la gana, el piso de la tía de uno de ellos y ya esta, a vivir del cuento. Luego alquilan las habitaciones de gente por supuesto de lo más rara y ya esta.
Ya las situaciones dejan mucho que desear, que si uno es un macarra al que le gusta echar el cerco a la puerta de la cocina para que nadie pase, que si la casa está más llena de mierda que el vertedero y nadie sea capaz de limpiarla, que si meten al novio, al amigo drogadicto, que si el protagonista se quiere beneficiar a la compañera de piso pero esta ya tiene novio. Vamos que la película destila mierda por todos sus poros, tanta como la que tienen en el piso.
Pocas cosas se podrían citar de esta película que se puedan salvar de hecho quizá puede que algo pero no termino de recordarlo y sinceramente tampoco es que me apetezca mucho acordarme de lo que es. Sencillamente con olvidarla ya tengo bastante.
Ya las situaciones dejan mucho que desear, que si uno es un macarra al que le gusta echar el cerco a la puerta de la cocina para que nadie pase, que si la casa está más llena de mierda que el vertedero y nadie sea capaz de limpiarla, que si meten al novio, al amigo drogadicto, que si el protagonista se quiere beneficiar a la compañera de piso pero esta ya tiene novio. Vamos que la película destila mierda por todos sus poros, tanta como la que tienen en el piso.
Pocas cosas se podrían citar de esta película que se puedan salvar de hecho quizá puede que algo pero no termino de recordarlo y sinceramente tampoco es que me apetezca mucho acordarme de lo que es. Sencillamente con olvidarla ya tengo bastante.
27 de abril de 2007
27 de abril de 2007
23 de 42 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Vale votar una película que sólo aguante 15 minutos antes de apagar la televisión y ponerme a leer?
Pues eso resume la mierda de películas que se hacen de vez en cuando (cada vez son más ocasionales) en el panorama actual. Lo que no sé, es como se consigue dinero para estas ideas absurdas e insultantes. Si alguien pagó para ver esta basura que apunte la siguiente dirección y se vaya a que le devuelvan las pelas:
SGAE
C/ Fernando VI, 4
28004 Madrid
¿O es que nuestra propiedad intelectual no hay que protegerla de bazofias como esta?
Pues eso resume la mierda de películas que se hacen de vez en cuando (cada vez son más ocasionales) en el panorama actual. Lo que no sé, es como se consigue dinero para estas ideas absurdas e insultantes. Si alguien pagó para ver esta basura que apunte la siguiente dirección y se vaya a que le devuelvan las pelas:
SGAE
C/ Fernando VI, 4
28004 Madrid
¿O es que nuestra propiedad intelectual no hay que protegerla de bazofias como esta?
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