Angry Birds 2: La películaAnimación
2019 

5.4
1,486
Animación. Comedia
En esta nueva aventura, tanto los cerdos como los pájaros tendrán que aunar sus fuerzas para hacer frente a Zeta, la villana interpretada por Leslie Jones. Zeta ha venido desde su isla helada en busca de un lugar más cómodo para vivir, pero su llegada está a punto de poner la vida de Red (Jason Sudeikis), Chuck (Josh Gad), Bomb (Danny McBride), Leonard (Bill Hader) y compañía patas arriba. Secuela de la película 'Angry Birds'. (FILMAFFINITY) [+]
29 de agosto de 2019
29 de agosto de 2019
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta secuela tiene en su contra que me ha parecido muchísimo más infantil que la primera. También tiene un argumento bastante convencional en el que, una vez más en el cine de animación, se nos manda el mensaje de que se puede llegar más lejos en equipo que solo.
Pero a pesar de ese cliché y la orientación a los más pequeños, me da igual, porque me lo he pasado en grande viéndola. Es divertidísima y en muchas escenas he reído hasta la carcajada.
Escenas como la del servicio cuando el vigilante está orinando, el encuentro de citas rápidas, toda la búsqueda de los huevos por los polluelos, y personajes como el perro congelado y la "pitagorina", conforman una película con la que te lo pasas muy bien. Y si conmigo lo ha conseguido, imagino que para los niños tiene que ser mucho más buena todavía.
Puede que el humor que tiene sea un poco "chorra" y facilón, pero a mí me ha hecho mucha gracia, y tan solo por eso ya me parece buena.
Además, tiene un colorido y unos "gráficos" realmente vistosos y que transmiten muy buen rollo.
La secuencia final del plan contra los malos es un derroche de animación, en el que me quedo con lo bien hechos que están la lava y el fuego.
Y, entre las canciones, una vez más Bonnie Tyler y su "I need a hero", usada ya en infinidad de películas (de animación o no), pero que siempre gusta escuchar.
Me ha gustado tanto como la primera, que ya es decir.
Pero a pesar de ese cliché y la orientación a los más pequeños, me da igual, porque me lo he pasado en grande viéndola. Es divertidísima y en muchas escenas he reído hasta la carcajada.
Escenas como la del servicio cuando el vigilante está orinando, el encuentro de citas rápidas, toda la búsqueda de los huevos por los polluelos, y personajes como el perro congelado y la "pitagorina", conforman una película con la que te lo pasas muy bien. Y si conmigo lo ha conseguido, imagino que para los niños tiene que ser mucho más buena todavía.
Puede que el humor que tiene sea un poco "chorra" y facilón, pero a mí me ha hecho mucha gracia, y tan solo por eso ya me parece buena.
Además, tiene un colorido y unos "gráficos" realmente vistosos y que transmiten muy buen rollo.
La secuencia final del plan contra los malos es un derroche de animación, en el que me quedo con lo bien hechos que están la lava y el fuego.
Y, entre las canciones, una vez más Bonnie Tyler y su "I need a hero", usada ya en infinidad de películas (de animación o no), pero que siempre gusta escuchar.
Me ha gustado tanto como la primera, que ya es decir.
26 de agosto de 2019
26 de agosto de 2019
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando muchos habíamos (prácticamente) olvidado este videojuego por mor de las modas, se lanza este nuevo largometraje. El primero no me dijo mucho, pero tampoco me desagradó al contar con todos los pájaros con poderes especiales. En esta ocasión, los pájaros y los cerdos se unen contra un enemigo común. Una extraña alianza que realmente da paso a un mayor protagonismo de otro personaje ya conocido: Águila Poderosa.
Curiosamente, existe una especie de historia paralela e independiente que se va sucediendo en diversas escenas conforme avanza la película. Viene a ser un interludio gracioso y tiene su conclusión, pero tampoco es que interactúe demasiado con el argumento principal.
Creo que puedo decir que esta secuela me ha gustado más que la anterior, al desligarse de lo típico de pájaros contra cerdos y da mucho juego. También es interesante el pequeño conflicto social del protagonista y su baja autoestima, así como la historia del pasado de Águila Poderosa. Lo malo es que que con mucho adelanto ya te imaginas cómo va a acabar la película porque se ve venir de lejos.
En definitiva, son unos personajes cuyo carisma depende fundamentalmente de haber conocido el videojuego pero su humor también puede ser disfrutado por los niños que no lo conozcan. Es cierto que también hay cómics infantiles de estos personajes, pero me pregunto cuántos padres los habrán regalado a sus hijos (igual estoy equivocado).
Curiosamente, existe una especie de historia paralela e independiente que se va sucediendo en diversas escenas conforme avanza la película. Viene a ser un interludio gracioso y tiene su conclusión, pero tampoco es que interactúe demasiado con el argumento principal.
Creo que puedo decir que esta secuela me ha gustado más que la anterior, al desligarse de lo típico de pájaros contra cerdos y da mucho juego. También es interesante el pequeño conflicto social del protagonista y su baja autoestima, así como la historia del pasado de Águila Poderosa. Lo malo es que que con mucho adelanto ya te imaginas cómo va a acabar la película porque se ve venir de lejos.
En definitiva, son unos personajes cuyo carisma depende fundamentalmente de haber conocido el videojuego pero su humor también puede ser disfrutado por los niños que no lo conozcan. Es cierto que también hay cómics infantiles de estos personajes, pero me pregunto cuántos padres los habrán regalado a sus hijos (igual estoy equivocado).
2 de septiembre de 2019
2 de septiembre de 2019
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Angry Birds Movie 2 está dirigida por Thurop Van Orman y John Rice, y nos lleva a la vida de Red en la isla de los pájaros. Él es un héroe, pero verá truncada su autoestima cuando el rey de los cerdos envíe una tregua. Tendrán que aliarse para vencer juntos, entre pájaros y cerdos, a una nueva amenaza: la isla águila que amenaza con volar sus islas a cañonazos. La idea en sí no es demasiado original, y podría contarse en dos minutos su guion, pero la cantidad de gags graciosos y el carisma de sus personajes hacen que sea un rato divertido.
Las voces de Santiago Segura y de José Mota, además, son muy de agradecer. La calidad de la animación es evidente, nada que envidiar a Pixar y Disney, y aunque su guion está dirigido a los más pequeños, lo políticamente incorrecto también impera en los Angry Birds, por lo que los mayores captaran casi mejor la esencia de la mayor parte de los chistes. Su sentido del humor es ingenioso y no se hace pesada en ningún momento, cosa que la convierte en una buena opción.
En definitiva, ANGRY BIRDS 2: LA PELÍCULA, es una de esas películas de animación a las que entras con pocas expectativas y sales con una agradable sensación de diversión. Promete acción y sonrisas y lo consigue, y los más pequeños se lo pasarán bien. Así pues, cumple con lo prometido, qué queremos más. Echadle un vistazo.
Las voces de Santiago Segura y de José Mota, además, son muy de agradecer. La calidad de la animación es evidente, nada que envidiar a Pixar y Disney, y aunque su guion está dirigido a los más pequeños, lo políticamente incorrecto también impera en los Angry Birds, por lo que los mayores captaran casi mejor la esencia de la mayor parte de los chistes. Su sentido del humor es ingenioso y no se hace pesada en ningún momento, cosa que la convierte en una buena opción.
En definitiva, ANGRY BIRDS 2: LA PELÍCULA, es una de esas películas de animación a las que entras con pocas expectativas y sales con una agradable sensación de diversión. Promete acción y sonrisas y lo consigue, y los más pequeños se lo pasarán bien. Así pues, cumple con lo prometido, qué queremos más. Echadle un vistazo.
7 de febrero de 2020
7 de febrero de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ser padre en periodo vacacional, hoy en día, consiste principalmente en tener una inventiva fuera de lo normal para ocupar el tiempo libre de tu retoño con actividades de lo más variadas y variopintas.
Una de ellas, como amante del cine que soy, consiste en tragarte prácticamente todos los estrenos infantiles del verano, incluyendo reposiciones (hace unos días vi por tercera vez en mi vida “Los Goonies” en una sala de cine; la segunda fue con la madre del niño hace unos años, en una operación de marketing que sospechosamente se parece cada vez más a las reposiciones que todos los años hacen en televisión de “Verano azul” en periodo estival).
Las dos pelis que he visto están basadas en juegos/juguetes con los que dos generaciones de niños de distintas épocas han/hemos disfrutado muchísimo.
Lógicamente, el tratamiento que debía darse a cada película no era el mismo, pues mientras una estaba basada en personajes de videojuegos muy actuales, otra se inspiraba en unos muñequitos de plástico que tienen más de 40 años.
La sorpresa, en mi caso, viene en que, por edad y cariño hacia el juguete, la que quizás debería haberme interesado más me ha parecido un pestiño soso, cursi, sin alma y lo que es peor aburrida.
Mientras que la otra, la que menos debería haberme gustado, sobretodo por cuestiones meramente generacionales, me ha resultado divertida, gamberra, fresca y encima con mensaje interesante.
En la peli de los Angry Birds, he disfrutado muchísimo con sus chistes y gags políticamente incorrectos, basados muchos de ellos en la cultura pop (utilizando el lenguaje cinematográfico como si Tarantino o Guy Ritchie estuviesen al mando, con ralentís a cámara lenta o presentaciones de personajes con letreros con su nombre o mote y música molona).
Impagables las secuencias de la batalla de break dance o la del baño de caballeros, con bromas escatológicas incluidas, y referencias a lo incómodo que nos resulta a algunos compartir baños con otros tíos.
En algo debía de notarse que uno de los directores, Thurop Van Orman, viene de dos tesoros catódicos como “Las Supernenas” y “Hora de Aventuras”, y el otro, John Rice, viene de “Rick y Morty”.
Una de ellas, como amante del cine que soy, consiste en tragarte prácticamente todos los estrenos infantiles del verano, incluyendo reposiciones (hace unos días vi por tercera vez en mi vida “Los Goonies” en una sala de cine; la segunda fue con la madre del niño hace unos años, en una operación de marketing que sospechosamente se parece cada vez más a las reposiciones que todos los años hacen en televisión de “Verano azul” en periodo estival).
Las dos pelis que he visto están basadas en juegos/juguetes con los que dos generaciones de niños de distintas épocas han/hemos disfrutado muchísimo.
Lógicamente, el tratamiento que debía darse a cada película no era el mismo, pues mientras una estaba basada en personajes de videojuegos muy actuales, otra se inspiraba en unos muñequitos de plástico que tienen más de 40 años.
La sorpresa, en mi caso, viene en que, por edad y cariño hacia el juguete, la que quizás debería haberme interesado más me ha parecido un pestiño soso, cursi, sin alma y lo que es peor aburrida.
Mientras que la otra, la que menos debería haberme gustado, sobretodo por cuestiones meramente generacionales, me ha resultado divertida, gamberra, fresca y encima con mensaje interesante.
En la peli de los Angry Birds, he disfrutado muchísimo con sus chistes y gags políticamente incorrectos, basados muchos de ellos en la cultura pop (utilizando el lenguaje cinematográfico como si Tarantino o Guy Ritchie estuviesen al mando, con ralentís a cámara lenta o presentaciones de personajes con letreros con su nombre o mote y música molona).
Impagables las secuencias de la batalla de break dance o la del baño de caballeros, con bromas escatológicas incluidas, y referencias a lo incómodo que nos resulta a algunos compartir baños con otros tíos.
En algo debía de notarse que uno de los directores, Thurop Van Orman, viene de dos tesoros catódicos como “Las Supernenas” y “Hora de Aventuras”, y el otro, John Rice, viene de “Rick y Morty”.
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