Llevo varios años en esta página de cine, y curiosamente he ido descubriendo unas reglas para encontrar proyectos de mi interés.

Si, como en este caso, una película me parece absurda, busco la críticas que están hacia el final, porque la gente suele dar con el dedo para abajo las que disienten con la nota global. De esa manera he localizado usuarios con los que coincido en gustos y a través de los suyos, encontrar joyitas.

Llegó un momento que me puse de parte de los tiburones, y me apetecía que se las merendasen...YA. Necesitaba dejar de oír sus gritos histéricos.
Pese a su premisa, y un final cuidado, no merece la pena emplear tiempo y dinero en "A 47 metros" La carestía de elementos diferenciadores, la hace situarse a camino de producciones televisivas de esas tardes de fin de semana lluvioso, con sofá manta y siesta.

El verano tiene varios puntos fijos que se van repitiendo año tras año, tenemos a los mosquitos, el after sun, los helados y la película de tiburones. Soul Surfer (2011), Open Water y secuelas (2003, 2006, 2017), Infierno azul (2016), la celebrada saga Sharknado, o esa obra maestra que es Tiburón (1975) tenían como punto en común, a parte del protagonismo del escualo, que fueron estrenadas en los meses de verano o los inmediatamente antecesores. Todo esto para que cuando quieras ir a darte un refrescante baño, vayas con toda la tranquilidad del mundo. Este año toca la enésima aportación, A 47 Metros llega para aportar su gotita de... sangre.

Dos hermanas están de vacaciones en la costa de México, tras llevar unos cuantos días, dos chicos las invitan a una experiencia extrema, meterse en una jaula de hierro submarina mientras gigantescos tiburones blancos pasan muy de cerca. Lo que empieza como una idea genial acaba en desgracia cuando la cadena que las sujetaba se rompe y la jaula es empujada al fondo marino donde la falta de aire se suma al peligro de los depredadores que acechan.

Estamos hablando de una película de serie B, esto quiere decir que tenemos que hacerle varias concesiones a los personajes en términos de “inteligencia”. No pueden tomar tantas malas decisiones en menos tiempo y seguir siendo verosímil. La película juega con la tensión y la claustrofobia en un entorno tan hostil y eso lo sabe hacer bien, además se ayuda de diferentes elementos para hacer que los personajes se vayan moviendo y queden expuestas. Y es que las escenas de acción son bastante entretenidas, completamente falsas, pero entretenidas.

Dirige el británico Johannes Roberts (El otro lado de la puerta, Forest of the Damned), no es un gran director en líneas generales pero se le ve cierta mejoría si lo comparamos con sus primeros trabajos, realmente horribles. Siempre centrado en el terror esta vez opta por un entorno más realista y salvaje y sin ser ninguna maravilla, sale bien parado. Preciosa la fotografía que nos muestra un fondo marino aterrador, oscuro e infinito. Donde si que tengo que quitarme el sombrero es en el sacrificado reparto de esta cinta, Mandy Moore (Hotel Noir, Southland Tales) y Claire Holt (Messengers 2, Los originales), las protagonistas, de seguro que no olvidarán este rodaje en toda su vida. Pues se la pasan entera en escenas bajo el agua con bombonas de oxígeno sin trampa ni cartón, es difícil poder actuar convincentemente con una máscara que te tapa toda la cara y teniendo que estar permanentemente buceando, para ello le dan mucha énfasis a la voz y a la respiración para transmitir emociones, entiendo que es necesario para que no parezcan maniquíes.

Hay gente que la pone por encima de la reciente Infierno Azul, personalmente no lo comparto pero aún así se puede disfrutar de esta por lo poco que le pide al espectador y por un par de escenas bastante buenas. Aunque yo la vi en pantalla de cine normal A 47 Metros en IMAX tiene que ser una auténtica gozada.

Aclaración: Santiago Segura no aparece en esta película, es un actor que se llama igual.

http://www.terrorweekend.com/2017/07/a-47-metros-review.html

Básicamente la película es eso, un producto simplón que va acorde con un telefilm. Esto es algo que ya se aprecia bastante bien a simple vista, pero tras haberla visto debo decir que no hay nada necesariamente bueno en ella. Es cierto que con esta idea base se podría haber hecho algo mejor, la verdad es que sí, pero aquí tenemos una cinta que se ve con el piloto automático puesto y que, salvando algún momento contado, no sirve para mucho.
La historia que nos ofrece nos cuenta como dos hermanas se animan a hacer un descenso en jaula para ver tiburones de cerca y van teniendo algunos percances. Hasta que entra en materia, que no tarda mucho dada su duración, se hace pesada y no tiene interés. Cuando ya están bajo el agua y tras el paso de los minutos intenta ofrecer al espectador una sensación de claustrofobia y en su favor diré que a ratos lo consigue. Nada del otro mundo, pero logra que entremos en esa jaula por momentos. La trama es eso, ver como intentar salir de ahí con el problema de los tiburones y el oxígeno contado.
Las interpretaciones son flojas, no nos vamos a engañar. Dudo que nadie se esperase nada tremendo en esta clase de cine. Se resume en las dos hermanas, ya que los demás apenas tienen presencia en la película. Para entendernos, cumplen dadas las limitaciones del metraje, pero no son nada destacable. Tampoco había muchas posibilidades desarrollándose todo en una jaula bajo el agua y cubiertas con ese traje de submarinismo.
Acerca del tema de la claustrofobia decir que se explota poco o menos de lo que debería. Juega bien con algunos factores pero creo que la situación daba para más. Como decía antes tiene algún momento donde sí consigue darnos esa sensación de angustia, la que tendríamos todos en un lugar así, pero por lo demás son escenas bastante pobres e, incluso, bastante cogidas con pinzas de lo surrealistas que son.
En resumen ''A 47 metros'' es una película que sinceramente no recomendaría. No porque sea aburrida, no llega a tanto, pero no es un producto en el que merezca la pena invertir una hora y media de tu tiempo. Aun así no es de lo peor que haya visto nunca, por lo que si te animas con ella, sabiendo lo que te vas a encontrar, quizás te funcione como simple y mero pasatiempo.

Lo mejor: Un par de escenas interesantes y la idea principal no estaba del todo mal.
Lo peor: No se aprovecha la situación todo lo que debería, los tiburones aparecen muy poco (lo cual le quita tensión) y no juega demasiado bien con la claustrofobia.

* Floja *

No soy de ver películas en VO, pero debido a que soy un enamorado de este animal me he decidido a verla. Grata sorpresa la que me he llevado, ha sido una hora y media de pura tensión y diversión, muy buen guión y aunque hay cosas que no son creíbles por lo dificil del medio en que se desarrolla no te das cuenta de ello. Excelente trabajo de las dos protagonistas ya que transmiten en todo momento la tensión y agonía que se puede sentir en una situación así, además oirlas con sus propias voces sin doblar intensifican la sensación de pánico. Me atrevería a decir que después de la mítica Tiburón de Spielberg la mejor del género.

Hace aproximadamente un año, el director Jaume Collet-Sera nos regaló una sobresaliente cinta con tiburones de por medio y que le hacían la vida imposible a una guapa Blake Lively. Su título era o es Infierno Azul (2016). Un año después, el casi desconocido en nuestro lares, Johannes Roberts se mete tras la cámara para hacernos sufrir durante cerca de hora y media. En A 47 metros tenemos a dos chicas, a dos hermanas muy bien unidas que lo están pasando en grande de vacaciones en México. Una de ellas quiere probar de hacer una inmersión en medio del mar, a poca profundidad, y encima estando rodeadas de tiburones. Cabe decir que no será una experiencia muy gratificante ni placentera. Viendo el tráiler ya podemos percibir de hacia dónde van a ir los tiros.
La película empieza normalita, pero la cosa se pone tensa una vez se empieza la inmersión. Como se diría en un mítico programa-concurso en España, hasta aquí puedo leer. Lo que sí puedo decir es que las actrices Mandy Moore y Claire Holt hacen muy creíbles a sus personajes, sufres por y con ellas. El sitio del rodaje, la inclusión de los tiburones (supongo que hay bastante efecto especial o visual, aunque cueste de percibir a simple vista) y esa música de tomandandy que consigue ponerte más en tensión de lo que ya estás. Junto a la chicas podemos ver a un Matthew Modine con ganas de disfrutar. El señor Roberts no consigue hacerle sombra al Collet-Serra y su mencionada Infierno Azul o al mismo Steve Spielberg con su gran Tiburón, pero puedo decir, sin equivocarme, que ha hecho una notable cinta, un auténtico thriller que consigue meterte el miedo y la tensión en el cuerpo. Sé que es una película y ya, pero es inevitable por mi parte. Mi nota final es de 8/10.