Yo vi esta película después de la siguiente situación: Era una de las películas que más quería ver de todo el año, pero fue destrozada por varios críticos. Así que, dado el caso, me sentía poco ilusionado.
Conforme avanzó el musical, me fui dando cuenta que, o estoy volviéndome loco, o la película no es nada mala...de hecho me gusta. A punto de terminar, reflexiono que hacerla casi completamente una canción es un gran mérito, que aplaudo. Termina la película y solo se me ocurre algo: compartir mi crítica con todos aquellos que han perdido la fé en los críticos, sea porque les gustan ciertos géneros o porque son incompetentes.
Me divertí mucho, la historia me pareció interesante llegando a buena, pero lo que importa es que está muy bien llevada a cabo. Salvo algunos detallitos, es una cinta que recomiendo, aunque sólo a los que amen el gore, los musicales y más específico, la música pesada.

Twisted Pictures vuelve a contar con el director Darren Lynn Bousman para esta producción (tras hacerlo con varias entregas de la saga “Saw”). En esta ocasión, el director da un giro de 360º a su estilo para ofrecernos un bizarro musical basándose en un cortometraje que él mismo realizó en 2006.

Este mundo está poblado por excéntricos personajes, como el interpretado por Alexa Vega, una joven infectada que no puede salir de su casa, la diva ciega, el propietario de Geneco y sus indecentes herederos, el señor del cementerio… una amalgama de contrapuestas personalidades, contrapuestos intereses, radicales estéticas…

Desde sus origenes, “Repo! The Genetic Opera” ha tenido una campaña de marketing de lo más interesante, tanto su promoción a través de internet, como otros muchos detalles: pases en festivales con medidas de seguridad contra piratería que ninguna otra proyección tenía, estrenos limitadísimos… todo ello dirigido a generar una imagen de exclusividad, de “película de culto” aún antes de su estreno. Este hecho es un factor efectivo pero peligroso, pues genera unas altísimas expectativas en los espectadores que condicionan su opinión y su nivel de exigencia a la hora del visionado de la cinta.

Si en algo destaca esta bizarra película es en su puesta en escena, en el cuidado del detalle en cada escenario, en cada maquillaje, en la elección de cada prenda de vestuario… nos presenta un mundo futurista, gótico, industrial, ciber… mil etiquetas para un universo que desborda la mirada del espectador con una calidad rompedora.

Otro de sus puntos fuertes, como no podía ser de otra manera, es su banda sonora… no olvidemos que no estamos ante un “típico musical”, sino ante una opera rock, con lo que debemos olvidarnos de cancioncillas pegadizas de fácil estribillo a recordar, no, Repo! Está narrada casi íntegramente a través de las canciones y se ha de vivir como una ópera, no como un musical., o la decepción está garantizada.

Pero “Repo! The Genetic Opera” tiene también cosas en su contra… no podemos olvidar su origen de cortometraje, y en más de un punto de la película eso pesa, el argumento gira a ratos demasiado sobre sí mismo y la orgía visual ofrecida no siempre consigue hacernos olvidar ese punto, pienso que esta es una de sus mayores debilidades.

No obstante, por lo altamente innovadora, diferente y arriesgada, esta película merece ser visionada, dejarse llevar a este mundo de oscuridad, sangre, decadente glamour… a este mundo onírico de pesadilla poblado de enfermas criaturas que nos cantan a ritmo de rock… ¿estamos ante la nueva película de culto que pretendía ser? Alta es la controversia entre aquellos que la hemos visto ya… y ante una pregunta así, es un hecho que le beneficia… Personalmente, aunque no la encuentro perfecta, la disfruté y la recomiendo a buscadores de nuevas experiencias cinéfilas.
Enoch

Con un guión con claros y oscuros, una estética muy cuidada y unos actores que no lo hacen mal, Darren decide hacer un video clip, y tirar por el camino fácil.

Cierto es que impregna la película de cierto humor bizarro y absurdo que queda bien, sobre todo porque los gags suelen hacer aparición cuando el espectador comienza a estar saturado de cada número musical. Todos los diálogos forman parte de las canciones, no hay ningún descanso. Algunas canciones son pegadizas, otras no molestan demasiado.

Vamos, que podría haber quedado mejor si el director no hubiera decidido hacer un video clip con un guión que hace agua en determinados momentos de forma alarmante, con ese final que no se explica nada, donde los personajes no sé sabe como descubren todo el pastel de equívocos al que hemos asistido como espectador durante todo el metraje.

La trama, en el fondo, es una chorrada. Llega un momento en que nuestro cerebro sigue a los personajes y las canciones, pero realmente no sabemos como es posible que de la anterior escena estemos ahora en esta otra. Por otro lado, los actores, que no lo hacen nada mal, actúan guiados por una gilipoyez encima que asusta. Sus motivaciones son guiadas por algún Dios griego puesto de crack hasta las cejas.

Ya para rematar, Darren le tiene pánico a construir un plano de más de 5 segundo de duración. Y creo, y no soy el único, que la historia lo pedía a grito.

No obstante gustará a mucha gente, y tiene varios elementos para entretener al personal. Imagino que la idea del director y guionista era la de contar una tragedia griega en forma de musical. Puede que en forma de corto haya funcionado mejor, pero en largo, no.

Aprobado justo y gracias.

Excentricidad al por mayor en una cinta más vacía de lo que pueda parecer. Repo! The Genetic Opera es un espectáculo para aquellos que disfruten con futuros apocalípticos alternativos y un desfile de gente extraña, tanto física como psíquicamente, que hacen de esta producción de Darren Lynn Bousman un horror para muchos y una locura (en el buen sentido de la palabra) para otros.

Porque una de las cosas que llaman la atención es que Darren Lynn Bousman, uno de esos directores con esencia de videoclip que no pasará a la eternidad, sea el perpetrador de esta demencia. Un director que a priori basa más sus trabajos en el éxito comercial que en buscar algo propio y que en Repo! ha dado un golpe a la mesa con una película original, probablemente única y sobre todo muy propia, con unas posibilidades de éxito y taquillazo mínimas pero con un alma condenada a convertirse en película de culto instantáneamente.

Y es que casi desde el primer plano nos damos cuenta de ello, De que tiene todos los ingredientes para formarse una comunidad subterránea de adoradores y de que dentro de unos cuantos años (muchos) se vea este experimento como algo genial, o venga un director y base alguna de sus películas en ella o que directamente haga un remake.

Repo! tiene muchos valores que la hacen única. Ese alma cyberpunk sin llegar a ser parte de ese género en ningún momento, con megacorporaciones poderosísimas que controlan todo, suburbios, marginados y demás parafernalia. Le pones un par de neones y unos cables sueltos por las calles y tenemos una película del género. Además, el toque barroco le da un gusto diferente, y la forma en la que está rodada, con pleno desorden, la hacen aún más demente.

Las interpretaciones están bien, a destacar Anthony Head (un poco sobreactuado en ocasiones). La música está muy bien, con guitarras industriales y esforzándose por hacer todo aún más raro si cabe. La fotografía es ideal y el impacto visual grande, una delicia para los ojos en ocasiones acompañado de música que refuerza los momentos de clímax.

(continúa en spolier, sin spoiler)

La segunda opera-rock que veo después de Jesucristo Superstar. No creo que haya muchas más, es un género prácticamente inexistente. Me atreveré a decir que Repo! es más original todavía que la otra, porque está diseñada específicamente para ser rodada como una película (Jesucristo Superstar fue concebida originalmente para ser representada en directo), y porque tiene un guión arriesgado para este género.

Este producto viene siendo un drama de terror, con música hard-rock y vísceras volando por ahí en ocasiones, pero también con canciones románticas y tranquiloides, e incluso una canción en italiano al estilo de la ópera clásica, hacia el final.

La banda sonora es buenísima, las canciones superpegadizas, y el estilo visual muy característico. La edición le hace parecer a ratos un videoclip de una hora y media (lo que me recuerda que aún me tengo que ver "Pink Floyd's The Wall"). Y la estructura narrativa es, como su título indica, el propio de una ópera dramática. Me he enamorado de esta película, la podría ver un sinfín de veces. Por ello me cuesta ponerle una puntuación medianamente objetiva, así que se queda con un 9/10.

¿He mencionado que las otras tres películas de este director son Saw II, Saw III y Saw IV? Oh, sí, de ahí los higadillos, y de ahí que algunos comenten que la saga de Saw a veces tiene aspecto de videoclip.