Los 50 son los nuevos 30

Una sucesión situaciones forzadas para que avance la trama y gags trillados metidos con calzador sobre un argumento antiguo. Sin atisbo de sorpresa en ningún punto del guión. una banda sonora sacada de una película española de los 60.

Una película que no aporta nada en absoluto al cine, que intenta ser actual pero podría haberse escrito igual hace 30 años.

De un tiempo a esta parte los distribuidores españoles. por algún concierto especial con los productores franceses, nos traen cada semana una película de esa nacionalidad que, en la mayoría de las ocasiones, son comedias con muy poquita gracia. Supongo que será el sentido del humor francés y recuerdo que cuando yo me reía de pequeño una vecina me decía "ríes como lloran los franceses"...así que algo debe haber.
Dicho esto la película de Lemercier, interpretada por ella misma, es otra comedia francesa costumbrista que al poco de salir de la sala ya la has olvidado. Parece ser que en su país de origen fue todo un éxito pero volvemos al sentido del humor galo y a su patriotismo. Hacer cine en Francia siendo francés es un décimo premiado por la cantidad de ayudas públicas que tienen, la producción de los canales de televisión y las cadenas de exhibición y, por encima de todo, el entreguismo del público que se lo traga todo.
No ofende, no provoca carcajadas, no está mal hecha, no está mal interpretada...no es casi nada. Y mi crítica no trata de generalizar porque hay comedias francesas de gran altura, como hay comedias de cualquier otro país más bobas que esta.
En fin..una peliculilla sin más con una historia que daba para más y se ha quedado en un vehículo pobre para el lucimiento de su actriz/directora frustrado..

...inocuos, como inocua es esta comedia sin demasiada gracia en la que unos cuantos personajes de cartón piedra representan sus papeles convencionales.

Le doy 5 puntos por proponer como galán a una versión aún más fea del Alfredo Landa sesentero.