La luz azul
Drama. Fantástico. Intriga
Junta es una chica que vive sola en un monte en cuya cumbre brilla una luz azul por las noches. Los habitantes del pueblo, temerosos de esa luz, rechazan a Junta y la tachan de bruja. Sólo un visitante no hace caso de los supersticiosos y decide acercarse a la joven; los dos se sienten mutuamente atraídos. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2010
25 de febrero de 2010
8 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces, tirando del hilo, uno se encuentra algo que no esperaba. O le cae una piedra encima. Esto es una advertencia para cinéfilos cándidos e inocentes.
Leni Riefenstahl. Polémica mujer, pues fue la directora “oficial” del III Reich, la favorita de Hitler. ¿Cómo llegó a ello? Parece que a Hitler le impresionó especialmente esta primera película suya…
Das Blaue Licht. Viendo el innegable talento visual y habilidad para el montaje de esta señorita, uno cree saber a lo que viene. Se encasilla dentro del Bergfilm, algo así como “cine de montaña”, según algunos es a los alemanes lo que el Western a los estadounidenses. Así que, viniéndole a la memoria impresionantes obras como El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens, 1935) la imaginación empieza a trabajar. A la cabeza llegan imágenes de espectaculares teutones sin camiseta escalando escarpadas montañas en pos de una Alemania mejor, tendones tensados agarrándose a las rocas y todo ello contra un cielo cruel que debe ser dominado.
Una montaña, a cuyo pie se encuentra un diminuto pueblecito, emite una luz azul las noches de luna llena. Esas noches, los niños tratan de escalar el monte… y allí encuentran la muerte. Prometedor ¿verdad? Pues siendo generosos, se puede decir que la historia se mueve entre lo poco interesante y los superfluo, haciendo largas paradas en lo directamente irritante.
Pero no es esto lo peor. Lo peor es la dirección, que es tan cutre que roza lo kitsch por momentos. La peor planificación de planos que he visto en mucho tiempo. Un montaje risible. Si bien es cierto que algunas imágenes son potentes y hasta en el delirio de la búsqueda de algo a lo que agarrarse recuerdan al mejor Theodor Dreyer de Vampyr, la bruja vampiro (Vampyr – Der Traum des Allan Grey, 1931) la mayor parte del tiempo sólo parecen una descabellada búsqueda de la belleza. El plano recurso aparece, bello alguna vez, molesto la mayor parte de las veces.
(continúa en spoiler sin spoiler)
Leni Riefenstahl. Polémica mujer, pues fue la directora “oficial” del III Reich, la favorita de Hitler. ¿Cómo llegó a ello? Parece que a Hitler le impresionó especialmente esta primera película suya…
Das Blaue Licht. Viendo el innegable talento visual y habilidad para el montaje de esta señorita, uno cree saber a lo que viene. Se encasilla dentro del Bergfilm, algo así como “cine de montaña”, según algunos es a los alemanes lo que el Western a los estadounidenses. Así que, viniéndole a la memoria impresionantes obras como El triunfo de la voluntad (Triumph des Willens, 1935) la imaginación empieza a trabajar. A la cabeza llegan imágenes de espectaculares teutones sin camiseta escalando escarpadas montañas en pos de una Alemania mejor, tendones tensados agarrándose a las rocas y todo ello contra un cielo cruel que debe ser dominado.
Una montaña, a cuyo pie se encuentra un diminuto pueblecito, emite una luz azul las noches de luna llena. Esas noches, los niños tratan de escalar el monte… y allí encuentran la muerte. Prometedor ¿verdad? Pues siendo generosos, se puede decir que la historia se mueve entre lo poco interesante y los superfluo, haciendo largas paradas en lo directamente irritante.
Pero no es esto lo peor. Lo peor es la dirección, que es tan cutre que roza lo kitsch por momentos. La peor planificación de planos que he visto en mucho tiempo. Un montaje risible. Si bien es cierto que algunas imágenes son potentes y hasta en el delirio de la búsqueda de algo a lo que agarrarse recuerdan al mejor Theodor Dreyer de Vampyr, la bruja vampiro (Vampyr – Der Traum des Allan Grey, 1931) la mayor parte del tiempo sólo parecen una descabellada búsqueda de la belleza. El plano recurso aparece, bello alguna vez, molesto la mayor parte de las veces.
(continúa en spoiler sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ningún plano encaja con el siguiente. Roturas del eje constantes. Nunca sabes dónde estás, la cámara se pone donde a la Riefenstahl le pareciera bien aquella tarde, nunca sabes dónde está nada. Si un personaje mira en dirección a otro en el lado derecho de la pantalla ¿¿Por qué aparece éste segundo luego por la izquierda?? Ejemplos como estos son constantes. Hasta el espectador más amateur, puede que sin saber por qué, se sentirá molesto, confuso.
Dura una hora y 20 minutos, pero parece que estemos ante otra Olympia de 225 minutos. Es gracioso que algunos de los que han escrito crítica digan que es larga cuando SE HACE larga. Por en medio de la historia, fútiles intentos de demostrar talento visual, planos recurso sin ningún sentido. Si la dirección falla, no sé qué es lo que hace el montaje. Probablemente lanzaron negativos de película al aire e hicieron un fiestón en la sala de montaje. Repetición de planos, repetición de ideas, repetición de todo lo ya de por sí malo.
Lo mejor para el final: la protagonista es… ¡¡La propia Riefenstahl!! ¿Hace falta decir algo de su… actuación? No, creo que no. No sé quién pensó que esta mujer era lo bastante bella para merecer un loco porcentaje de primeros planos en los que la vemos fingiendo sorpresa, aunque parezca que simplemente se le está yendo un ojo.
Simplemente atroz.
Nota: 2/10. Olvidadla. Yo lo intentaré el resto de mi vida. A menos que os apetezca ver un ejemplo de ofensiva dirección y pésimo montaje. Hay cierto encanto en ello.
Dura una hora y 20 minutos, pero parece que estemos ante otra Olympia de 225 minutos. Es gracioso que algunos de los que han escrito crítica digan que es larga cuando SE HACE larga. Por en medio de la historia, fútiles intentos de demostrar talento visual, planos recurso sin ningún sentido. Si la dirección falla, no sé qué es lo que hace el montaje. Probablemente lanzaron negativos de película al aire e hicieron un fiestón en la sala de montaje. Repetición de planos, repetición de ideas, repetición de todo lo ya de por sí malo.
Lo mejor para el final: la protagonista es… ¡¡La propia Riefenstahl!! ¿Hace falta decir algo de su… actuación? No, creo que no. No sé quién pensó que esta mujer era lo bastante bella para merecer un loco porcentaje de primeros planos en los que la vemos fingiendo sorpresa, aunque parezca que simplemente se le está yendo un ojo.
Simplemente atroz.
Nota: 2/10. Olvidadla. Yo lo intentaré el resto de mi vida. A menos que os apetezca ver un ejemplo de ofensiva dirección y pésimo montaje. Hay cierto encanto en ello.
19 de mayo de 2015
19 de mayo de 2015
4 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría estar bien, podría ser un largometraje del que destacar muchas cosas y no pasaría nada: sería en ese supuesto una buena película de la amiguita de Hitler. Pero no, resulta que "La luz azul" de Leni Riefenstahl es una castaña. Apenas dura ochenta minutos y sin embargo se me ha hecho larguísima. Por momentos el desarrollo es tedioso, como cuando vemos a dos machotes escalando la montaña, que de por sí ya sabemos que es algo complicado, y más teniendo en cuenta que es la protagonista al almacenar el gran interrogante de la trama. Verlos escalar ha sido un tormento, qué cosa más lenta. En cuanto a contenido la película no da para mucho más, a través de un enorme flashback se nos cuenta la situación en la que vive una muchacha que vamos a conocer sobradamente debido a una desproporcionada cantidad de primeros planos. Acabamos de abrir las puertas del cine sonoro, lo sé, y sería de necios rajar de la película porque el sonido sea secundario, porque apenas hablan y cuando lo hacen poco dicen.
La película no es mala porque Leni Riefenstahl fuera amiguita de los malos, eso casi me da igual, tampoco es mala por sus paisajes maravillosos, por su fotografía de montaña (eso ha quedado claro, con cascadas, prados y peligrosas vertientes), de hecho es lo único destacable: si "La luz azul" es mala es por su pésimo montaje, tan lamentable que por inesperado parece un ensayo mal acabado. Es desconcertante, a esto yo lo llamo hacer mal las cosas...
La película no es mala porque Leni Riefenstahl fuera amiguita de los malos, eso casi me da igual, tampoco es mala por sus paisajes maravillosos, por su fotografía de montaña (eso ha quedado claro, con cascadas, prados y peligrosas vertientes), de hecho es lo único destacable: si "La luz azul" es mala es por su pésimo montaje, tan lamentable que por inesperado parece un ensayo mal acabado. Es desconcertante, a esto yo lo llamo hacer mal las cosas...
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