Nunca, rara vez, a veces, siempre
2020 

6.7
4,171
Drama
Autumn, una apática y callada adolescente, trabaja como cajera en un supermercado rural de Pennsylvania. Viéndose obligada a sobrellevar un embarazo accidental y sin alternativas viables para poder realizar un aborto en su propio estado, ella y su prima Skylar reúnen algo de dinero y se embarcan en un autobús rumbo a Nueva York. Con la dirección de una clínica apuntada en un papel y sin un lugar en el que pasar la noche, las dos chicas ... [+]
21 de junio de 2020
21 de junio de 2020
19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Eliza Hittman ya había causado sensación con su anterior película, la muy recomendable Beach Rats. En aquella, la camara de Hittman seguía a un adolescente de Brooklyn cuyos ejes vitales se encontraban entre salir con sus amigos delincuentes, una nueva novia y, aquí estaba lo realmente interesante, tener encuentros sexuales con hombres mayores que conocía online. La directora ya apostó por los conflictos de la juventud en esta película, que fue una sublimación de los estereotipos de shows televisivos como Jersey Shore pero llevados a buen terreno gracias a la visión y la sensibilidad de la directora.
Pese a cubrir el mismo tramo de edad, con Never Rarely Sometimes Always, la directora da un paso al frente y nos da una de las obras capitales de este año que transcurre con inusual lentitud. En esta ocasión, Hittman cuenta la historia de Autumn, una adolescente que vive en un área rural de Pennsylvania y que se queda embarazada. La película abre con una escena esclarecedora sobre el momento vital de la protagonista. En una de esas galas de talentos americanas de instituto, los compañeros de Autumn cantan canciones ligeras sin mucho mensaje. Cuando le toca a ella, toca una canción compuesta por ella misma con un trasfondo negrísimo de abuso y, no quiero entrar en si adecuada para su edad o no, pero que desde luego choca mucho con la idea que los adultos tienen de esa edad en la que “todo está por pasar”.
Hittman consigue que Never Rarely Sometimes Always funcione a dos niveles: el personal y el social. Para los que no lo sepáis, Estados Unidos a nivel legislativo implica que muchas cosas estén permitidas en unos estados y en otros no. Esto queda retratado en el hecho de que Autumn no pueda conseguir llevar a cabo el procedimiento en su estado y tenga que ir a Nueva York para poder abortar. El rodillo del puritanismo americano pasándole por encima una vez más a quien más necesita de leyes que los protejan. Es el estado de las cosas en pleno 2020.
En su periplo en la gran ciudad le acompaña Skylar, prima y compañera de trabajo en un supermercado local. Desde el principio podemos percibir la fuerte química que hay entre ellas, una sororidad que resulta estimulante y cautivadora. En su aventura por Nueva York, no podemos más que compartir su incertidumbre y sus miedos. La ciudad es presentada como lo que es, una megalópolis nada acogedora y en la que todo el mundo va a la suya (excepto quien quiere algo de ti).
En la escena pivotal de la película, la que le da nombre, Autumn se somete a una entrevista en Planned Parenthood con una de las trabajadoras sociales del centro. En esa entrevista, destinada a destapar posibles faltas de conocimiento de temas sexuales y afectivos, así como posibles abusos que se hayan producido, es donde Sidney Flanigan (que debuta en el cine con este film) se postula como una de las posibles candidatas al Oscar este año. Es una escena tan medida, tan natural, tan absolutamente desgarradora que hace imposible apartar la vista, aunque seguramente sea lo que nos pide el cuerpo. Eleva una notable película al terreno de lo sobresaliente. Inolvidable y, sobre todo, capaz de generar conversación y reflexión mucho más allá de la sala de cine. Eliza Hittman se carga de un plumazo la idea de que el cine independiente USA se ha dormido en los laureles. Never Rarely Sometimes Always centra su tiro en la diana correcta: remover conciencias y exponer problemas sociales de su propio país. Merecidísimo Oso de Plata en la pasada Berlinale que espero que, aún pese a este año raro que nos está tocando vivir, solo sea el primero de unos cuantos premios más.
Como broche de oro para los amantes de la música, toda la excelente banda sonora ha sido compuesta por Julia Holter y la cantautora Sharon Van Etten colabora con ella e interpreta a la madre de Autumn.
Si te ha gustado esta crítica, puedes encontrar más en www.eldesencanto.com
Pese a cubrir el mismo tramo de edad, con Never Rarely Sometimes Always, la directora da un paso al frente y nos da una de las obras capitales de este año que transcurre con inusual lentitud. En esta ocasión, Hittman cuenta la historia de Autumn, una adolescente que vive en un área rural de Pennsylvania y que se queda embarazada. La película abre con una escena esclarecedora sobre el momento vital de la protagonista. En una de esas galas de talentos americanas de instituto, los compañeros de Autumn cantan canciones ligeras sin mucho mensaje. Cuando le toca a ella, toca una canción compuesta por ella misma con un trasfondo negrísimo de abuso y, no quiero entrar en si adecuada para su edad o no, pero que desde luego choca mucho con la idea que los adultos tienen de esa edad en la que “todo está por pasar”.
Hittman consigue que Never Rarely Sometimes Always funcione a dos niveles: el personal y el social. Para los que no lo sepáis, Estados Unidos a nivel legislativo implica que muchas cosas estén permitidas en unos estados y en otros no. Esto queda retratado en el hecho de que Autumn no pueda conseguir llevar a cabo el procedimiento en su estado y tenga que ir a Nueva York para poder abortar. El rodillo del puritanismo americano pasándole por encima una vez más a quien más necesita de leyes que los protejan. Es el estado de las cosas en pleno 2020.
En su periplo en la gran ciudad le acompaña Skylar, prima y compañera de trabajo en un supermercado local. Desde el principio podemos percibir la fuerte química que hay entre ellas, una sororidad que resulta estimulante y cautivadora. En su aventura por Nueva York, no podemos más que compartir su incertidumbre y sus miedos. La ciudad es presentada como lo que es, una megalópolis nada acogedora y en la que todo el mundo va a la suya (excepto quien quiere algo de ti).
En la escena pivotal de la película, la que le da nombre, Autumn se somete a una entrevista en Planned Parenthood con una de las trabajadoras sociales del centro. En esa entrevista, destinada a destapar posibles faltas de conocimiento de temas sexuales y afectivos, así como posibles abusos que se hayan producido, es donde Sidney Flanigan (que debuta en el cine con este film) se postula como una de las posibles candidatas al Oscar este año. Es una escena tan medida, tan natural, tan absolutamente desgarradora que hace imposible apartar la vista, aunque seguramente sea lo que nos pide el cuerpo. Eleva una notable película al terreno de lo sobresaliente. Inolvidable y, sobre todo, capaz de generar conversación y reflexión mucho más allá de la sala de cine. Eliza Hittman se carga de un plumazo la idea de que el cine independiente USA se ha dormido en los laureles. Never Rarely Sometimes Always centra su tiro en la diana correcta: remover conciencias y exponer problemas sociales de su propio país. Merecidísimo Oso de Plata en la pasada Berlinale que espero que, aún pese a este año raro que nos está tocando vivir, solo sea el primero de unos cuantos premios más.
Como broche de oro para los amantes de la música, toda la excelente banda sonora ha sido compuesta por Julia Holter y la cantautora Sharon Van Etten colabora con ella e interpreta a la madre de Autumn.
Si te ha gustado esta crítica, puedes encontrar más en www.eldesencanto.com
11 de abril de 2020
11 de abril de 2020
16 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesantisíma película ganadora del premio del jurado en dos festivales, el de Berlín y el de Sundance de este año, que nos habla de los embarazos no deseados en la adolescencia. El titulo "Nunca, Raramente, A veces, Siempre" se debe a las repuestas que hay que dar en los test de las revisiones médicas.
La escritora y directora Eliza Hittman ("Beach Rats") cuenta la historia de Autumn (Sidney Flanigan), una chica de 17 años de un pequeño pueblo de Pensilvania que tras quedarse embarazada, viaja a Nueva York con su prima Skylar (Talia Ryder) con la intención de abortar.
La historia es simple y esta filmada como un documental, pocos diálogos y silencios que dicen mucho en una historia desgarradora perfectamente contada, las dos interpretes Sidney Flanigan y Talia Ryder, con muy pocas películas en su haber se desenvuelven perfectamente delante de la cámara ofreciéndonos unos personajes abatidos, intentando resolver los problemas con poquísimo dinero en una ciudad extraña para ellas.
La directora evita totalmente los elementos melodramáticos fáciles, para mostrarnos con crudeza esa inocencia adolescente, manejando muy bien la desesperación interior por la que está pasando Autum con una fotografía con bastante grano y primeros planos muy expresivos, recordando un poco al cine de los 70.
Tiene algunas cosas en común con la película rumana de 2007 del director Cristian Mungiu "4 meses, 3 semanas y 2 días", aunque menos cruda es igual de sorprendente y efectiva.
Destino Arrakis.com
La escritora y directora Eliza Hittman ("Beach Rats") cuenta la historia de Autumn (Sidney Flanigan), una chica de 17 años de un pequeño pueblo de Pensilvania que tras quedarse embarazada, viaja a Nueva York con su prima Skylar (Talia Ryder) con la intención de abortar.
La historia es simple y esta filmada como un documental, pocos diálogos y silencios que dicen mucho en una historia desgarradora perfectamente contada, las dos interpretes Sidney Flanigan y Talia Ryder, con muy pocas películas en su haber se desenvuelven perfectamente delante de la cámara ofreciéndonos unos personajes abatidos, intentando resolver los problemas con poquísimo dinero en una ciudad extraña para ellas.
La directora evita totalmente los elementos melodramáticos fáciles, para mostrarnos con crudeza esa inocencia adolescente, manejando muy bien la desesperación interior por la que está pasando Autum con una fotografía con bastante grano y primeros planos muy expresivos, recordando un poco al cine de los 70.
Tiene algunas cosas en común con la película rumana de 2007 del director Cristian Mungiu "4 meses, 3 semanas y 2 días", aunque menos cruda es igual de sorprendente y efectiva.
Destino Arrakis.com
1 de octubre de 2020
1 de octubre de 2020
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tercer largometraje dirigido por la cineasta Eliza Hittman es una de las películas indies norteamericanas del año (aunque en este caso cuenta con una parte importante de producción británica, en concreto de la BBC Films), que viene avalada por sus premios en Sundance y Berlín (gran premio del jurado), y recientemente se ha podido ver en San Sebastián ya que formó parte de la sección Perlas del Zinemaldia 2020.
La película cuenta una historia de gran dureza, filmada con naturalidad y credibilidad, sin necesidad de un gran despliegue técnico, que cuenta el sufrimiento de dos chicas y amigas valientes y que no dudan en trasladarse a Nueva York desde una localidad más pequeña, porque una de ellas quiere abortar, ya que Autumn no está contenta con el trato recibido en el centro de planificación familiar de su ciudad.
Ese viaje hasta la gran manzana reafirma la confianza de ambas en sí mismas, en sus ideales, y en la necesidad de abrir las alas y buscar algo más de libertad que la que tienen viviendo con sus padres. Esas chicas vivirán unas experiencias que nunca habían tenido anteriormente.
La película hace una crítica social sin necesidad de hacerlo de manera directa, pero también muestra lo que es esa vida en libertad de esas dos adolescentes, y las dificultades para moverse en un escenario tan amplio como el de la ciudad de Nueva York.
La propuesta funciona muy bien sin necesidad de muchos giros ni de un gran despliegue técnico, sino que lo hace, como es habitual en el cine independiente norteamericano, con un buen guion original, escrito por la propia directora, con una música suave y sutil que funciona bastante bien, y con dos interpretaciones de nivel, ya que las dos actrices se mueven de manera natural por las diferentes situaciones dramáticas sin necesidad de exagerar sus gestos.
Dos intérpretes desconocidas, como Sidney Flanigan y Talia Ryder, son parte fundamental de la calidad del proyecto, y ambas lo hacen muy bien en sus papeles de Autumn (la chica que quiere abortar) y Skylar (la amiga que la acompaña en ese viaje).
Me costó entrar en la historia, ya que en los primeros minutos no terminé de entender lo que estaba sucediendo en esa presentación de personajes, pero en el momento en el que vemos a la joven protagonista acudiendo al centro de planificación de la pequeña localidad donde reside en el Estado de Pensilvania la película va ganando en interés poco a poco, hasta llegar a ese gran final. Un proyecto que funciona por su sencillez narrativa y por la naturalidad con la que se comportan las dos protagonistas.
Una película recomendable, tanto al público adolescente como a los más mayores, y en especial a los que disfrutan con las historias dramáticas independientes.
LO MEJOR: El guion y las interpretaciones de las dos protagonistas.
LO PEOR: Cuesta entrar en la presentación de los personajes.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
La película cuenta una historia de gran dureza, filmada con naturalidad y credibilidad, sin necesidad de un gran despliegue técnico, que cuenta el sufrimiento de dos chicas y amigas valientes y que no dudan en trasladarse a Nueva York desde una localidad más pequeña, porque una de ellas quiere abortar, ya que Autumn no está contenta con el trato recibido en el centro de planificación familiar de su ciudad.
Ese viaje hasta la gran manzana reafirma la confianza de ambas en sí mismas, en sus ideales, y en la necesidad de abrir las alas y buscar algo más de libertad que la que tienen viviendo con sus padres. Esas chicas vivirán unas experiencias que nunca habían tenido anteriormente.
La película hace una crítica social sin necesidad de hacerlo de manera directa, pero también muestra lo que es esa vida en libertad de esas dos adolescentes, y las dificultades para moverse en un escenario tan amplio como el de la ciudad de Nueva York.
La propuesta funciona muy bien sin necesidad de muchos giros ni de un gran despliegue técnico, sino que lo hace, como es habitual en el cine independiente norteamericano, con un buen guion original, escrito por la propia directora, con una música suave y sutil que funciona bastante bien, y con dos interpretaciones de nivel, ya que las dos actrices se mueven de manera natural por las diferentes situaciones dramáticas sin necesidad de exagerar sus gestos.
Dos intérpretes desconocidas, como Sidney Flanigan y Talia Ryder, son parte fundamental de la calidad del proyecto, y ambas lo hacen muy bien en sus papeles de Autumn (la chica que quiere abortar) y Skylar (la amiga que la acompaña en ese viaje).
Me costó entrar en la historia, ya que en los primeros minutos no terminé de entender lo que estaba sucediendo en esa presentación de personajes, pero en el momento en el que vemos a la joven protagonista acudiendo al centro de planificación de la pequeña localidad donde reside en el Estado de Pensilvania la película va ganando en interés poco a poco, hasta llegar a ese gran final. Un proyecto que funciona por su sencillez narrativa y por la naturalidad con la que se comportan las dos protagonistas.
Una película recomendable, tanto al público adolescente como a los más mayores, y en especial a los que disfrutan con las historias dramáticas independientes.
LO MEJOR: El guion y las interpretaciones de las dos protagonistas.
LO PEOR: Cuesta entrar en la presentación de los personajes.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
23 de septiembre de 2020
23 de septiembre de 2020
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título se refiere al abanico de respuestas posibles en el interrogatorio a que es sometida la protagonista Autumn en la clínica donde va a abortar: se siente mal al tener que revelar su vida sexual. NUNCA, CASI NUNCA, A VECES, SIEMPRE es un sólido drama sobre una adolescente embarazada, que ha sufrido muchas burlas y carece de un clima familiar. Bien escrito y dirigido, con actrices más que convincentes, diálogos muy escuetos y mucha verdad al mostrar el dolor callado y la soledad de la chica, de quien sabemos muy poco: me impresionó.
J.L. Sánchez Noriega
J.L. Sánchez Noriega
23 de febrero de 2021
23 de febrero de 2021
14 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Presentada en el Festival de Berlín 2020, “Never, Rarely, Sometimes, Always” fue galardonada con el Oso de Plata como premio del Jurado.
Narra la historia de una adolescente de 17 años, Autumn (Sidney Flanigan), muy silenciosa y triste, que pasa sus días entre la escuela y su trabajo como cajera en un supermercado. Autumn se da cuenta de que ha quedado embarazada, en circunstancias poco claras, y decide buscar ayuda para llevar adelante una práctica abortiva. En Pennsylvania, donde vive, necesita el consentimiento de sus padres, entonces decide viajar con su prima Skylar (Talia Ryder) a una clínica en New York. El viaje implica un tránsito a experiencias y decisiones maduras para su edad, contenida únicamente por la leal Skylar.
Sidney Flanigan interpreta a Autumn con gran realismo, en expresivos y conmovedores silencios, que transmiten su profunda tristeza y desamparo. La dirección de fotografía de Hélène Louvart, capta en prolongados primeros planos, todas las mínimas expresiones de su rostro adolescente. La secuencia en la que la asistente social de la clínica le pide que responda un formulario con las opciones que dan el título al film: “nunca, rara vez, a veces, siempre”, deja latente un desgarrador recuerdo de un abuso sexual que no se anima a admitir.
Sin duda, hasta ahora este es el mejor trabajo de Hittman, que pone el foco en la vulnerabilidad femenina en un entorno hostil y exigente, con supremacía masculina.
Género: Drama. Duración: 101 minutos. Disponible en Apple TV.
Narra la historia de una adolescente de 17 años, Autumn (Sidney Flanigan), muy silenciosa y triste, que pasa sus días entre la escuela y su trabajo como cajera en un supermercado. Autumn se da cuenta de que ha quedado embarazada, en circunstancias poco claras, y decide buscar ayuda para llevar adelante una práctica abortiva. En Pennsylvania, donde vive, necesita el consentimiento de sus padres, entonces decide viajar con su prima Skylar (Talia Ryder) a una clínica en New York. El viaje implica un tránsito a experiencias y decisiones maduras para su edad, contenida únicamente por la leal Skylar.
Sidney Flanigan interpreta a Autumn con gran realismo, en expresivos y conmovedores silencios, que transmiten su profunda tristeza y desamparo. La dirección de fotografía de Hélène Louvart, capta en prolongados primeros planos, todas las mínimas expresiones de su rostro adolescente. La secuencia en la que la asistente social de la clínica le pide que responda un formulario con las opciones que dan el título al film: “nunca, rara vez, a veces, siempre”, deja latente un desgarrador recuerdo de un abuso sexual que no se anima a admitir.
Sin duda, hasta ahora este es el mejor trabajo de Hittman, que pone el foco en la vulnerabilidad femenina en un entorno hostil y exigente, con supremacía masculina.
Género: Drama. Duración: 101 minutos. Disponible en Apple TV.
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