Il divo
6.6
5,333
Drama
Film sobre uno de los personajes más controvertidos de la política italiana: Giulio Andreotti, que fue jefe del gobierno en siete ocasiones. Narra las presuntas relaciones de Andreotti con la mafia siciliana, los delitos por los que fue procesado en los años 90 y absuelto por falta de pruebas. (FILMAFFINITY)
22 de octubre de 2008
22 de octubre de 2008
23 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una puesta en escena atípica con trazas tarantinescas, una dramatización burlesca en la que cabe todo: el horror de los crímenes, el cinismo, el humor, y un tono grotesco presente en toda la narración. Un buen trabajo de Sorrentino y una buena interpretación de Servillo con una caracterización caricaturesca de Andreotti.
Abre boca en una de las primeras escenas con esta frase atribuida a Indro Montanelli:
"mientras Gasperi hablaba con Dios, Andreotti hablaba con el cura".
Tiene dos puntos álgidos, dignos de aplauso: 1) la entrevista con el periodista y 2) el monólogo sentado en una silla, un crescendo intenso de arrogancia y cinismo.
Sorrentino acusa a Andreotti abiertamente (aunque el enmarañado del poder sea complejo) y se encarga de culpabilizarlo de la muerte de Aldo Moro siendo Moro un leit-motiv a lo largo de la cinta para mayor tortura de Andreotti. Salpicado de cadáveres: Dalla Chiesa, Falcone, Borselino, Pecorelli...
Tommaso Buscetta lo acusará abiertamente de relaciones con la mafia años después de que Falcone fuera asesinado. Andreotti niega el encuentro y "beso" con Totó Riina.
Será procesado y absuelto por falta de pruebas a partir de 1980. Sin embargo, sí hay confirmación del delito de participación con asociación mafiosa hasta la primavera de 1980. Esos delitos hasta 1980 han prescrito. Titular: Andreotti absuelto.
Perpetuar el mal para garantizar el bien será la consigna del personaje.
Nada que no supiéramos ya. De nuevo ante la aplastante realidad: No hay salida.
Por su culpa, por su culpa, por su grandísima culpa. Será, finalmente, Dios quien lo juzque, la justicia no ha podido.
Amén.
Abre boca en una de las primeras escenas con esta frase atribuida a Indro Montanelli:
"mientras Gasperi hablaba con Dios, Andreotti hablaba con el cura".
Tiene dos puntos álgidos, dignos de aplauso: 1) la entrevista con el periodista y 2) el monólogo sentado en una silla, un crescendo intenso de arrogancia y cinismo.
Sorrentino acusa a Andreotti abiertamente (aunque el enmarañado del poder sea complejo) y se encarga de culpabilizarlo de la muerte de Aldo Moro siendo Moro un leit-motiv a lo largo de la cinta para mayor tortura de Andreotti. Salpicado de cadáveres: Dalla Chiesa, Falcone, Borselino, Pecorelli...
Tommaso Buscetta lo acusará abiertamente de relaciones con la mafia años después de que Falcone fuera asesinado. Andreotti niega el encuentro y "beso" con Totó Riina.
Será procesado y absuelto por falta de pruebas a partir de 1980. Sin embargo, sí hay confirmación del delito de participación con asociación mafiosa hasta la primavera de 1980. Esos delitos hasta 1980 han prescrito. Titular: Andreotti absuelto.
Perpetuar el mal para garantizar el bien será la consigna del personaje.
Nada que no supiéramos ya. De nuevo ante la aplastante realidad: No hay salida.
Por su culpa, por su culpa, por su grandísima culpa. Será, finalmente, Dios quien lo juzque, la justicia no ha podido.
Amén.
13 de enero de 2009
13 de enero de 2009
20 de 28 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente estoy muy soprendida por las críticas que he leído, una de dos, o son casi todos especialistas y grandes entendidos de la política interior italiana de aquellos años y han entendido perfectamente esta película tremendamente compleja, llena de datos, personajes, frases en clave, letreros flotantes, saltos en el tiempo, actuaciones teatrales etc. o disimulan su desconocimiento. Me gustaría que hubiese más sinceridad en las críticas para que sean mas fiables. Además me pareció sobreactuada, surrealista y demasiado negra. No por poner muchísimos datos y complicar al máximo una película resulta ser mejor, no se confundan. Todo lo contrario, podría haber sido una película excelente y muy interesante con otro guión.
11 de diciembre de 2008
11 de diciembre de 2008
16 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
"La espectacular vida de Giulio Andreotti" se subtitula la película. Uno pronto se da cuenta que es una ironía del director y guionista puesto que, aunque los hechos narrados (o, más bien, barajados y repartidos por Sorrentino) fueron de suma importancia en la historia de la política italiana, la existencia del personaje es vulgar, plana y monótona.
Creo que el quión (que no el tema) no daba para mucho y el aburrimiento termina por contagiar al espectador que además se ve abrumado por una multitud de personajes, unos presentados visualmente y otros no, que no tiene tiempo de asimilar.
La película gana nota gracias a su impactante y a veces oscura apuesta visual, que engancha al principio, pero que no basta para que la película sea atractiva.
Creo que el quión (que no el tema) no daba para mucho y el aburrimiento termina por contagiar al espectador que además se ve abrumado por una multitud de personajes, unos presentados visualmente y otros no, que no tiene tiempo de asimilar.
La película gana nota gracias a su impactante y a veces oscura apuesta visual, que engancha al principio, pero que no basta para que la película sea atractiva.
31 de diciembre de 2008
31 de diciembre de 2008
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
La política italiana es demasiado compleja, hasta para los expertos. Por eso en “Il Divo” se echa en falta algún rótulo explicativo o introductorio, más allá del que sirve para presentar a los interminables personajes que aparecen, o una voz en off que contextualice los acontecimientos para aquellos que, como la inmensa mayoría, desconocemos los entresijos de la política transalpina. Por cierto, en esa mayoría también habría que incluir a gran parte de los propios italianos, pero sobre todo a la práctica totalidad de los críticos cinematográficos, especialmente hispanos, que celebran el tratamiento de unos personajes de los que probablemente no habían oído hablar en su puñetera vida. Aunque tampoco es estrictamente necesario ¿no?
La mezcla del tono irónico con el documental no da resultado porque un matiz le resta fuerza al otro, de modo que el personaje, y la película en sí, no despiertan simpatía ni animadversión. Simplemente es un ejercicio de estilo, arriesgado, pero fallido. Tampoco me parece que las influencias que recoge estén adecuadamente mezcladas. La estética y arranque a lo “Reservoir Dogs” (también el empleo de la banda sonora), con apuntes de la serie “El Padrino” y montaje a lo Oliver Stone, especialmente en “Nixon”, todo ello sobre un fondo ciertamente feliniano, se muestran demasiado inconexas. Por otro lado, las similitudes entre Servillo-Andreotti y el vampiro creado por Murnau en 1922 saltan a la vista: la identificación político sin escrúpulos-vampiro insaciable no constituye ninguna novedad. Lo que probablemente ni el propio Sorrentino sepa es que el protagonista de su película remeda a otro personaje mítico, al menos en los alrededores de Barbate. Los paseos del político italiano por el palacio Chigi son absolutamente chiquitescos. Por si fuera poco, es una película bastante provinciana en el sentido de que particulariza tanto que se muestra demasiado italiana. Por eso será una película “de culto”, pero rechazada por el gran público. Pienso que como tratamiento irónico de un personaje histórico reprobable “Madregilda” está bastante por encima.
Finalmente, no veo polémica por ninguna parte, Andreotti fue absuelto hace ya casi diez años y la película no cuenta nada que no haya salido en los medios italianos.
La mezcla del tono irónico con el documental no da resultado porque un matiz le resta fuerza al otro, de modo que el personaje, y la película en sí, no despiertan simpatía ni animadversión. Simplemente es un ejercicio de estilo, arriesgado, pero fallido. Tampoco me parece que las influencias que recoge estén adecuadamente mezcladas. La estética y arranque a lo “Reservoir Dogs” (también el empleo de la banda sonora), con apuntes de la serie “El Padrino” y montaje a lo Oliver Stone, especialmente en “Nixon”, todo ello sobre un fondo ciertamente feliniano, se muestran demasiado inconexas. Por otro lado, las similitudes entre Servillo-Andreotti y el vampiro creado por Murnau en 1922 saltan a la vista: la identificación político sin escrúpulos-vampiro insaciable no constituye ninguna novedad. Lo que probablemente ni el propio Sorrentino sepa es que el protagonista de su película remeda a otro personaje mítico, al menos en los alrededores de Barbate. Los paseos del político italiano por el palacio Chigi son absolutamente chiquitescos. Por si fuera poco, es una película bastante provinciana en el sentido de que particulariza tanto que se muestra demasiado italiana. Por eso será una película “de culto”, pero rechazada por el gran público. Pienso que como tratamiento irónico de un personaje histórico reprobable “Madregilda” está bastante por encima.
Finalmente, no veo polémica por ninguna parte, Andreotti fue absuelto hace ya casi diez años y la película no cuenta nada que no haya salido en los medios italianos.
10 de diciembre de 2008
10 de diciembre de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dicen que a Andreotti no le gustó demasiado la película, al casi nonagenario político italiano le pareció que había en esta representación de su paso por la década de los 90, enjuiciado por presunta corrupción y contactos con la Mafia, demasiadas falsedades. Solo faltaría. Incluso dicen que este personaje de apariencia imperturbable, que ha contado con ocasiones de sobra durante su carrera política para haber perdido el amargo rictus de su rostro, tuvo un momento de descontrol emocional y manifestó profusamente su desacuerdo con el film. O tal vez sea una estrategia para promocionar la película. No lo sabremos con seguridad. Lo que sí se puede comprobar al ver "Il Divo" es una forma cuando menos compleja argumentalmente y visualmente atractiva de abordar hechos recientes y convulsos de la vida política y social de un país de primer grado como Italia. Y esas formas vienen dadas por Sorrentino, un realizador que no hubiera podido quedarse impasible como la cara de Andreotti y realizar un biopic convencional. "Il Divo" es de entrada una película densa para los que, y me incluyo, no tengamos tanta información ni hayamos profundizado en la política italiana lo suficiente para ponernos a tanta altura de situaciones, personajes y hechos en sí históricos que no obstante, necesitan de numerosos letreros para irnos situando. Eso da una imagen de lo dificultoso que ha debido ser el proceso de creación de esta película, sobre todo si aspiramos a su exportación internacional. Al márgen de que algo siempre se nos va a escapar queda la sensación de contemplar las miserias de un señor que antepone el mal para alcanzar el bien, no cualquier bien, su bien. Y como en sí mismo las conclusiones morales de este film basado en hechos reales no tienen fundamento jurídico pues el señor Andreotti ha sido absuelto de sus acusaciones, queda un retrato arriesgado, de muchos ángulos de reflexión al que Sorrentino se aproxima desde un punto de vista claro pero imposible de cerrar. Esto es bueno para el conjunto pero también es cierto que es dificil entrar al juego en este esquema tan denso del trasfondo de la reciente política de nuestro vecino mediterraneo.
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