Cash on Demand

Irregular, y qué lástima que así sea, film típicamente británico, producido por la Hammer, y que posee un inmejorable punto de arranque.
Al comienzo, se toma su tiempo para la descripción de los principales personajes, apenas cinco o seis, para que el espectador sepa de qué pie cojean. Seguidamente comienza, por sorpresa, el argumento púramente criminal, con buena dosis de intriga y suspense.
Sin embargo, la resolución se me antoja deslucida, rápida, no facilona, pero sí anticlimática. No posee fuerza dramática, y resulta, para mi gusto, incluso bastante fría. ¿Final típicamente británico?, No no lo creo, otros filmes de la isla dejan pegados al espectador/a a su butaca. En este caso, puede que le deje, en efecto, pegado, pero más porque se queda estupefacto por lo escasamente emotivo, espectacular y apasionante.
Pero en fin, al menos casi todo el metraje es afortunado. Pero sí, creo honestamente que acaba decepcionando.

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Hacía rato que no me veía una película de una sola sentada.
Las excelentes actuaciones de Cushing, Morell y Vernon, los atrapantes diálogos y la constante tensión hicieron que no quisiera perderme ni un detalle.
Tampoco es que sea una película larga. En 80 minutos bien aprovechados contaron toda la historia.
Es de aplaudir cuando un guionista logra, aparte de desarrollar la trama de una historia, añadir discretamente un perfil a los personajes a través del subtexto y, además, enseñarnos una lección universal de valores.
Porque sí; al final hay un mensaje con el que todos podrían estar de acuerdo. Uno que no tiene que nada que ver con ideologías políticas. Una lección que puede aplicarse en cualquier época y lugar.
Esto era bastante común en el cine de esa época.
Y no incomodaba por la universalidad de su contenido.
No hay mucho más que decir.
Es genial y punto.

Post scriptum:

Debo decir algo en cuanto a su clasificación como Noir británico o Neo-noir según varias fuentes.
Primero que, a mi parecer, el auténtico Noir es estadounidense.
Trasladar la ambientación en cualquier otro lugar fuera de los límites de los EEUU es saltarse los lindes del género.
Segundo, para ser realmente un Noir, debería exhibir una cantidad razonable de tópicos asociados al género. En este caso, encuentro que el robo elegante y discreto a un banco es, a medias, el único lugar común.
Para mí, es simplemente una obra de suspenso muy bien realizada.

Se trata de una obra de teatro casi filmada como tal, con lo cual sus valores cinematográficos son más bien escasos. Lawrence se limita a plantar la cámara y dejar que los actores (excelentes, oigan) declamen sus líneas. El duelo Cushing-Morell es lo mejor de la película, algo fanée, qué le vamos a hacer, pero al menos no está habitada por una pandilla de "gañanes gritones", en feliz expresión de Gilbert (ver la otra crítica). Para completistas, añadir que se trata de una producción Hammer, muy alejada en este caso de terrores y pavores varios.

Interesante cinta, donde un banquero debe prestarse a los deseos de un asaltante ya que se cierne sobre él la Espada de Damocles (han secuestrado a su familia). El filme tiene una buena fotografía en Blanco y Negro, y la trama mantiene su interés. Como curiosidad, todo el metraje se desarrolla dentro del banco con algunas tomas exteriores. Esta película hace pensar en que los acontecimientos muchas veces toman un giro inesperado, aun en la vida real.