Fariña: Costa de cocaínaMiniserie

"Detrás de toda gran fortuna siempre hay un crimen"

Estrenada con la urgencia de no descuidar la obsequiosa promoción cortesía de dos de sus protagonistas: uno en huelga de hambre y otro en huelga de vergüenza, Fariña -la serie- ha significado uno de los mejores comienzos televisivos de los últimos tiempos gracias al retrato de la profunda decadencia económica y cultural que Galicia padecía y padeció durante largas décadas. La estampa paisajística que este primer capítulo esboza, lejos de caer en la habitual diplomacia, siempre encubridora de lo acusable y censora de lo imputable, consigue retratar un entorno de miseria que los gallegos estaban habituados a esquivar gracias a la emigración y para el que el contrabando representó una alternativa. Una alternativa asumida y aceptada, generalizada y frecuente. Poco justificable en muchos casos y absolutamente amnistiable en otros tantos.

La presentación de los personajes y de sus circunstancias se hace desde/con una mezcla de generosidad y franqueza muy seductoras, donde las líneas de la magistral adaptación del guión (con insignificantes matices en forma de cambios de nombre de algunos personajes -Roque se llamaba Ramiro- y de localización -Cambados por Corrubedo-) perfilan las cautivadoras personalidades de ese grupo de delincuentes que convirtieron Galicia -en concreto la zona de El Salnés- en la cuna del narcotráfico europeo. Grandioso acierto de casting, y grandioso acierto de tono que, a buen seguro, se ennegrecerá gravemente después de esta benévola introducción.

Promete el capítulo dos, y a partir de ahí los sucesivos, un increscendo dramático que destape la indigencia moral de los grandes clanes que introdujeron la droga por una constitutiva cuestión de poder, así como la de los tan asequibles jueces, fuerzas del orden, banqueros y políticos, siempre dispuestos a dejarse seducir por don dinero. Un increscendo dramático que encontrará su punto álgido en las consecuencias del impacto social que marcó a varias generaciones y que tan rigurosamente mostró el documental Marea Blanca, donde se contaba la historia de toda una generación arrasada por las drogas y el sida, víctimas de la incomprensión popular por desconocimiento. Una realidad social de consecuencias tan desatinadas como que en la misma familia -hablo de la mía sin ir más lejos- se de la discordante situación de que la hermana de mi madre haya fallecido por una sobredosis de heroína en los noventa mientras que una hermana de mi padre se casaba con José Luis Charlín Gama, siendo la pareja, años más tarde, mis padrinos de bautizo. Hasta ese punto han llegado a convivir víctimas y verdugos.

Ojalá este capítulo dos, y a partir de ahí los sucesivos, sepan mostrar, de manera veraz y respetuosa, todas las capas de la dolorosísima historia de uno de los rincones más hermosos del mundo.

Seguramente como gallego mucha gente pueda pensar que no soy objetivo, pero como devorador de series que si soy, tengo que decir que esta serie no desmerece en nada (a lo mejor en presupuesto) a otras series como Narcos, El Chapo y las de este tipo de argumentarlo. Dice "Murdock" en su crítica que la serie no explica como Sito Miñanco pasa de repente del tabaco al narco-tráfico. Que lo que había en las Rías Bajas era silencio total. Evidentemente si hubiese que entrar con absoluto detalle necesitaríamos dos mil capítulos y eso si es de sobremesa. Como no iba a haber silencio si todo el mundo participaba por activa o por pasiva.
Lo genial de la serie, viene dado por su ritmo, su agilidad y su concreción resumiendo hasta el límite sin perder ni una ápice de realidad. Los años 80 y 90, exteriores, personajes, acento, actores, decorados etc....
En otro comentario hablaba alguien de que en algunas partes de España no gustaba el acento. Coño, que acento hay que ponerle a gente, (que mayoritariamente no tenía estudios) que no sea el suyo propio, ¿el andaluz?.
Muchas veces y en cadenas generalistas de televisión y radio se suele menospreciar el acento gallego, pero amigo "eche o que hay". Estamos en Galicia y tenemos acento gallego.
Pocas series españolas tienen el nivel y la calidad de esta cinta y ya he visto tres capítulos. No existen escenas de cama inútiles, que en otras series se hacen para añadir metraje y morbo. No existen escenas de violencia, con metralletas, tiros, etc. Se representa como era la Guardia Civil en esa zona, donde casi ningún guardia escapaba de los tentáculos de los narcotraficantes. Existe una violencia verbal, muy arraigada en la cultura gallega, pero que da algo que en el resto de España a veces no se entiende "la retranca".
Yo si me he leído el libro y puedo decir que el guión es impresionante. No carece de nada. Por mi parte como digo al principio a lo mejor no parezco muy objetivo, es la mejor serie española hasta la fecha.

Esa frase, pronunciada por uno de los protagonistas en su visita a Panamá lo resume todo. Gente que no entiende lo que son las drogas y que ve igual el contrabando de tabaco que el narcotráfico. Pescadores reconvertidos en narcos primero por necesidad y después por pura ambición. Y todo ello retratado fielmente, sin tapujos y con una ambientación prodigiosa. Actores gallegos sin ocultar ni acentuar su acento y un guión con tanto ritmo como las lanchas motoras de sus protagonistas hacen de Fariña una de las mejores series españolas de los últimos tiempos solo comparable a la sensacional "Crematorio". Aun así esta solo es una critica del piloto. Habrá que ver si nos siguen dando droga televisiva de la buena.

Tan sólo añadiendo una palabra a las que Nacho Carretero escribió en la contraportada de su libro Fariña comienzo yo mi crítica:

<<Coca, farlopa, perico, merca, Fariña.

Nunca Galicia comercializó un producto (televisivo) con tanto éxito. Aunque ahora parezca una pesadilla lejana en los años 90 el 80% de la cocaína desembarcaba en Europa por las costas gallegas. Aparte de su privilegiada posición geográfica, Galicia disponía de todos los ingredientes necesarios para convertirse en una "nueva Sicilia"...>>

Una serie 5 estrellas que tiene todos los elementos necesarios para convertirse en una referencia. Una historia fascinante, unos personajes sorprendentes y delincuentes, unas localizaciones espectaculares, un acento 100% real y una banda sonora espectacular.

Que gran serie. Después de ver el tercer capítulo ya lo puedo afirmar. Hecha en Galicia, por gallegos, sobre Galicia, retratando una época fascinante de nuestra historia reciente con una veracidad asombrosa. Valiente: lo raro es que no le caigan más demandas pues relata como estaba casi todo dios implicado (guardias, políticos, caciques locales, empresarios, clero, financieros, blanqueadores, cargos públicos, funcionarios y un largo etc.). Pero además, cine negro de altura, refleja el nacimiento auge y ocaso de la peor mafia organizada que parió este país (quizás le falte algo más de violencia física, que haberla habíala, porque la sicológica está bastante bien reflejada), con ritmo, tensión, grandes interpretaciones y muy bien rodada... A decir verdad, una joya propia que espero no decaiga en los siguientes capítulos, que a mí, además de la otras grandes series y películas negras, me recuerda especialmente a la magnífica "Roma Criminal". Muy recomendable para quien quiera disfrutar pero aún más para quien quiera conocer más o menos como funcionaban las cosas por aquel entonces.