La bestia
1975 

4.8
867
Fantástico. Comedia. Terror
Una familia de la nobleza con problemas económicos espera ansiosa la llegada de Lucy Broadhurst, hija de un rico burgués. La boda de Lucy con el heredero de la familia, el excéntrico Mathurin, podría ayudarles a mejorar su situación. Cuando la chica llega al hogar de los aristócratas, se obsesiona con la historia de Romilda de L’Esperance, una antepasada de su futuro esposo. Según las habladurías, Romilda habría mantenido relaciones ... [+]
27 de febrero de 2024
27 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película tiene defectos, se hace aburrida durante casi toda la primera hora y va dando tumbos sin mucho interés. Además, casi todo lo que se muestra es cutre y con mal gusto (advertir de que muestra desnudos explícitos).
Sin embargo, tiene algunas ideas y detalles que me parecieron de interés y que consiguen provocar emociones por la contundencia con que están narradas, hay que reconocer que cumple su propósito en muchos momentos.
La actriz Lisbeth Hummel creo que es lo mejor, está muy bien en varias escenas.
Con respecto a la bestia hay momentos impactantes.
Sin embargo, tiene algunas ideas y detalles que me parecieron de interés y que consiguen provocar emociones por la contundencia con que están narradas, hay que reconocer que cumple su propósito en muchos momentos.
La actriz Lisbeth Hummel creo que es lo mejor, está muy bien en varias escenas.
Con respecto a la bestia hay momentos impactantes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ya me pareció impactante el momento en el que la bestia ve a la doncella y como sale corriendo detrás de ella de un modo irracional, hay escenas que generan tensión y que repugnan pero impactan.
Todo lo que ocurre entre ambos lo está soñando el personaje interpretado por Lisbeth Hummel. Sus escenas son las que están filmadas con mejor gusto. Ella parece una doncella, bella e inocente y todo lo que está soñando parece ser lo que teme pero a la vez desea desde lo más profundo de su subconsciente, en sus momentos de ensoñación ella parece sentir vulnerabilidad y excitación.
En general, la película pese a lo floja que es casi todo el tiempo, tiene algunas ideas que están narradas de forma impactante y efectiva, por lo que no me parece mala del todo.
Todo lo que ocurre entre ambos lo está soñando el personaje interpretado por Lisbeth Hummel. Sus escenas son las que están filmadas con mejor gusto. Ella parece una doncella, bella e inocente y todo lo que está soñando parece ser lo que teme pero a la vez desea desde lo más profundo de su subconsciente, en sus momentos de ensoñación ella parece sentir vulnerabilidad y excitación.
En general, la película pese a lo floja que es casi todo el tiempo, tiene algunas ideas que están narradas de forma impactante y efectiva, por lo que no me parece mala del todo.
12 de febrero de 2011
12 de febrero de 2011
7 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es un timo de los que hacen época, como el tocomocho o las estampitas. Lo digo porque no ofrece nada de lo que se espera, no hay terror, ni sexo, tan solo unas escenas muy cortas perdidas entre diálogos interminables y pesados, todo en una mansión como único y decadente escenario.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Al final un tipo y un bicho se mueren, pero no sabes por qué.
15 de diciembre de 2013
15 de diciembre de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante la primera hora de proyección la película resulta atractiva porque transmite una cierta atmósfera de inquietud, un ambiente de misterio, un halo decadente, una estética deliberadamente pasada de moda y un tenue barniz de erotismo que se desliza entre las escenas como una travesura furtiva.
Aunque adolece de lentitud, un sutil juego de insinuaciones lo invade todo y mantiene el interés del espectador.
Pero a partir de ese momento la cinta de W. Borowczyk se viene abajo estrepitosamente.
La trama onírica impone su ritmo, el argumento balbucea y el film transita hacia un final precipitado mientras suenan las notas barrocas de un clave mal temperado.
Aunque adolece de lentitud, un sutil juego de insinuaciones lo invade todo y mantiene el interés del espectador.
Pero a partir de ese momento la cinta de W. Borowczyk se viene abajo estrepitosamente.
La trama onírica impone su ritmo, el argumento balbucea y el film transita hacia un final precipitado mientras suenan las notas barrocas de un clave mal temperado.
7 de noviembre de 2012
7 de noviembre de 2012
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pequeña tontería erótica cuyo objetivo era enseñar un poco de carne y unos efectos especiales consistentes en una especie de hombre-lobo hecho con fieltro y goma, para asombrar a un público del 75 que no había visto ni lo uno ni lo otro.
Pese a lo delicado del tema, la zoofilia, la película no cae en ningún momento en la chabacanería ni la grosería. Las chicas son jóvenes, bonitas y esbeltas. El guión me deja bastante indiferente, pese a que he visto críticas muy favorables y comparándola (incomprensiblemente) con una "bella y la bestia" erótica.
Se deja ver.
Pese a lo delicado del tema, la zoofilia, la película no cae en ningún momento en la chabacanería ni la grosería. Las chicas son jóvenes, bonitas y esbeltas. El guión me deja bastante indiferente, pese a que he visto críticas muy favorables y comparándola (incomprensiblemente) con una "bella y la bestia" erótica.
Se deja ver.
29 de mayo de 2020
29 de mayo de 2020
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta es de esas películas que asocias más a recuerdos prepúberes (tiran más dos tetas que dos carretas) que a unos valores cinematográficos (que no digo que no los tenga).
Corría la segunda mitad de la década de los 80. Pilar Miró era directora de programación de televisión española. Exactamente, no sé si este era su puesto, solo sé que película que programaba durante su mandato se armaba una buena, la película era enviada a un lugar donde nunca pudiese ser encontrada y a la señora Miró poco menos que le armaban un consejo de guerra y era obligada a azotarse en la plaza pública ante el escarnio de los lugareños que, por otro lado, no se perdían ni un solo de los picantes títulos que la señora programaba.
Los títulos programados estaban dentro de un ciclo, creo que mensual, que era esperado como agua de mayo, aunque luego no te enterases de lo que estabas viendo. Claro que el interés que teníamos era ver tetas. Años más tarde te enterabas que algunos directores de esas películas (Pasolini, Ferreri, Liliana Cavani) eran reputados cineastas y uno se enteraba que había estado viendo clásicos sin enterarse.
Una de esas películas fue esta Bestia que, vídeo en mano, vimos en casa de un amigo tres personas interesadas en la cinefília, ante la importante ausencia de los padres de este. Pues henos allí con total jolgorio alucinando con la bestia supuéstamente violando a una joven, aunque la cara de la chica decía lo contrario o con la masturbación de la protagonista que aprovechaba cada esquina o saliente que hubiese en la habitación, cuando fuimos pillados por el padre de mi amigo. Hubiese resultado bastante menos humillante y vergonzoso si nos hubiese echado de casa, pero se sentó en medio de nosotros jaleando a la bestia cuando esta se zumbaba a la prota mientras nosotros deseábamos que se acabase cuanto antes tanta humillación.
En plena humillación y al no poder disfrutar como posesos con tanta bacanal sexual, uno pudo encontrar (quizás no en ese momento si no haciendo, mas tarde, balance) un cuento de hadas, una historia de amor y un drama romántico.
Años más tarde, uno también se daría cuenta que Guillermo del Toro bebe bastante de esta película para crear la historia de amor entre el monstruo y la protagonista en La forma del agua.
Corría la segunda mitad de la década de los 80. Pilar Miró era directora de programación de televisión española. Exactamente, no sé si este era su puesto, solo sé que película que programaba durante su mandato se armaba una buena, la película era enviada a un lugar donde nunca pudiese ser encontrada y a la señora Miró poco menos que le armaban un consejo de guerra y era obligada a azotarse en la plaza pública ante el escarnio de los lugareños que, por otro lado, no se perdían ni un solo de los picantes títulos que la señora programaba.
Los títulos programados estaban dentro de un ciclo, creo que mensual, que era esperado como agua de mayo, aunque luego no te enterases de lo que estabas viendo. Claro que el interés que teníamos era ver tetas. Años más tarde te enterabas que algunos directores de esas películas (Pasolini, Ferreri, Liliana Cavani) eran reputados cineastas y uno se enteraba que había estado viendo clásicos sin enterarse.
Una de esas películas fue esta Bestia que, vídeo en mano, vimos en casa de un amigo tres personas interesadas en la cinefília, ante la importante ausencia de los padres de este. Pues henos allí con total jolgorio alucinando con la bestia supuéstamente violando a una joven, aunque la cara de la chica decía lo contrario o con la masturbación de la protagonista que aprovechaba cada esquina o saliente que hubiese en la habitación, cuando fuimos pillados por el padre de mi amigo. Hubiese resultado bastante menos humillante y vergonzoso si nos hubiese echado de casa, pero se sentó en medio de nosotros jaleando a la bestia cuando esta se zumbaba a la prota mientras nosotros deseábamos que se acabase cuanto antes tanta humillación.
En plena humillación y al no poder disfrutar como posesos con tanta bacanal sexual, uno pudo encontrar (quizás no en ese momento si no haciendo, mas tarde, balance) un cuento de hadas, una historia de amor y un drama romántico.
Años más tarde, uno también se daría cuenta que Guillermo del Toro bebe bastante de esta película para crear la historia de amor entre el monstruo y la protagonista en La forma del agua.
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